M¨¢s de 200 controladores de los aparcamientos regulados de Madrid son agredidos cada a?o

"?Qu¨¦ haces aqu¨ª, gilipollas?". Durante la realizaci¨®n de este reportaje, a Eugenia Pillado, coordinadora del SER en la Comunidad, vestida con su uniforme de controladora, sufri¨® una agresi¨®n verbal en el barrio de La Ventilla (norte de la capital).?"Pegarnos e insultarnos es gratis". Y la agresi¨®n, al realizar la ruta solo, es "m¨¢s factible", a diferencia de lo que ocurre con los agentes de polic¨ªa, que hacen las jornadas en pareja y tienen presunci¨®n de veracidad, explica Pillado. "Nosotras vamos solas, y si nos pegan, en el juicio es nuestra palabra contra la del agresor, por eso queremos que la Comunidad nos declare autoridad en el desarrollo de nuestras funciones, para que el agresor sea juzgado?por lo penal".

Una de las trabajadoras agredidas, que prefiere no dar su nombre por miedo a las represalias de la empresa, sufri¨® la agresi¨®n de una se?ora de mediana edad en el barrio de El Pilar. Su tique de aparcamiento se hab¨ªa pasado una hora. "Me peg¨® en la cara, en el hombro y me pis¨®, acompa?ado todo de una sarta de insultos y amenazas". Los insultos est¨¢n a la orden del d¨ªa, seg¨²n explica. "Es raro decirlo, pero terminas por acostumbrarte. Nos insultan todos los d¨ªas y solo nos dan las gracias cuando les ayudamos a cancelar una multa porque han llegado minutos tarde. A veces te lo agradecen, otras te insultan igualmente." El 75 % de la plantilla sufre agresiones verbales a diario, seg¨²n el sindicato UGT.

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Rosi Catarino, de 39 a?os, es otra de las controladoras?agredidas. Su caso lleg¨® a los tribunales. Catarino estaba trabajando en el barrio de El Pilar, le pegaron por la espalda y la dejaron tirada en el suelo, seg¨²n relata. Puls¨® el bot¨®n de emergencia que llevan y fue localizada por la empresa a trav¨¦s un GPS. "Apenas pude contestar a la llamada de la centralita porque estaba medio inconsciente del golpe". Catarino estuvo un mes con un collar¨ªn y cinco de baja. Al menos, gan¨® el juicio, ya que seg¨²n el sindicato, el 10 % de las agredidas lo pierde. "Lo peor es la parte psicol¨®gica, ya que una agresi¨®n por la espalda deja la huella del miedo y la incertidumbre cuando sales a trabajar".?

El perfil del agresor es heterog¨¦neo, explica el sindicato. "Te puede agredir una pija con su Mini en el barrio de Salamanca o un hombre en la zona de la Ventilla [barrio de Almenara]". Precisamente, en esta zona, Pillado cuenta que los maridos mandan a sus esposas a pegarlas, ya que la mayor¨ªa de los controladores son mujeres.?

Otra de las situaciones que les genera "muchas incidencias" es la rotaci¨®n obligatoria de veh¨ªculos. Esto implica que el conductor tenga que retirar su veh¨ªculo del aparcamiento antes de dos horas. "Nos provoca un conflicto tener que multar a alguien que est¨¢ aparcado provisionalmente por cuestiones de trabajo y que necesita tener el coche m¨¢s de dos horas aparcado".

Cuando un agente del SER pone una multa, seg¨²n el art¨ªculo 87 de la Ley de Tr¨¢fico, el expediente sancionador tiene que incluir el nombre, apellidos y domicilio del denunciante. El sindicato pide que se les identifique por n¨²mero de controlador para que no puedan ser localizados si un sancionado recurre y pide el expediente.?"Con Internet, hoy en d¨ªa es muy f¨¢cil encontrar a alguien. Nuestros datos est¨¢n ah¨ª alegremente y no tenemos confidencialidad de ning¨²n tipo", denuncia Pillado. Hasta ahora ha habido dos casos de agresiones en el domicilio. Una llamada telef¨®nica con amenazas, cuya denuncia "no prosper¨®" ya que no pudieron demostrar el contenido de la llamada, y un agresor que se person¨® en el domicilio de la controladora. "Por poco llegan a las manos".

Pese a la ley, el Ayuntamiento podr¨ªa "buscar un mecanismo" para entregar los expedientes sin los datos del controlador. "Del Ministerio del Interior no tenemos esperanzas que modifique la ley porque no ha habido cambio de Gobierno y nunca han contestado ni atendido nuestras peticiones", concluye Pillado. El sindicato tambi¨¦n reclama que el Ayuntamiento de Madrid busque un sistema para impedir que los parqu¨ªmetros registren una matr¨ªcula que no existe -gente que se equivoca - o que directamente introduce unos d¨ªgitos falsos. "Pagan justos por pecadores, porque los que se equivocan tambi¨¦n son sancionados". Esto tambi¨¦n les genera un problema con los conductores.

De hecho, las empresas que gestionan las contratas el SER est¨¢n sustituyendo a los trabajadores a pie por coches y motos que fotograf¨ªan a los infractores. "El Ayuntamiento nos ha recibido, pero no puede hacer mucho porque es Cristina Cifuentes [presidenta del Gobierno regional] la que nos puede declarar autoridad". Los controladores del SER pueden hacer dos tipos turnos: de cinco o siete horas. Los trabajadores que hacen rutas de siete horas perciben?1.116 euros brutos mensuales y los de cinco horas 836 euros brutos.

El Ayuntamiento de Madrid considera, en cambio, que "eliminar la rotaci¨®n obligatoria destruir¨ªa empleo" y que el Consistorio "tiene el firme objetivo de que esto no ocurra". "Adem¨¢s", se?alan, "la tarea de los controladores del SER no es ¨²nicamente sancionadora, sino que tienen de una importante labor de informaci¨®n p¨²blica, por lo que su presencia en la calle es m¨¢s que necesaria".

El equipo municipal sostiene tambi¨¦n que "ha estado esperando durante 2016 a que se constituya Gobierno en Espa?a para poder realizar la petici¨®n de modificaci¨®n de la ley correspondiente al Ministerio del Interior y que de esta forma, los agentes del SER tengan el mismo tratamiento que los agentes de las fuerzas de seguridad disfrutan desde hace a?os".

Por su parte, la Comunidad argumenta que no ha recibido ninguna denuncia al respecto, pero que est¨¢ abierta a estudiar el caso.