Los vecinos de El Gallinero reclaman a Carmena soluciones inmediatas
Decenas de personas protestaron en Cibeles por las condiciones precarias en las que viven
Los vecinos del poblado chabolista de El Gallinero est¨¢n cansados de vivir en condiciones p¨¦simas. As¨ª se lo han hecho saber decenas de vecinos a la alcaldesa, Manuela Carmena, este jueves delante del Ayuntamiento, en la plaza de Cibeles. Sus reivindicaciones se centran en un asfaltado de la zona urgente -el suelo queda totalmente embarrado cuando llueve-, la instalaci¨®n de servicios y duchas -solo tienen un grifo para todo el poblado- y la sincronizaci¨®n de los buses escolares con el horario de los ni?os -muchos pierden horas de clase para poder volver a casa-. En la zona viven m¨¢s de 200 familias y la mayor¨ªa de los afectados son ni?os, seg¨²n sus habitantes.
"Con tanto barro no se puede andar ni jugar, es imposible estar limpio", "Manuela, ?y los derechos de los ni?os del Gallinero?" rezaban algunas pancartas que sosten¨ªan los vecinos. Alrededor de las 11.45 horas apareci¨® la alcaldesa y todos la rodearon. "Los terrenos no son del Ayuntamiento, entonces no podemos hacer algo en la propiedad de otros. Esta misma tarde llamar¨¦ al presidente de la Junta de Compensaci¨®n", anunci¨® Carmena mientras dos j¨®venes le dieron sus protestas por escrito. "?Esa, esa, esa es la alcaldesa!", gritaron los vecinos, al mismo tiempo que Carmena les explic¨® que estaba a su disposici¨®n para recibir cr¨ªticas y prometi¨® cambiar la situaci¨®n del poblado.?
Uno de los carteles con fotos sobre la situaci¨®n del Gallinero estaba sujeto por Stan Estejar, de 42 a?os, que vive all¨ª desde hace once. "Tengo nueve hijos y quiero derechos para ellos y para m¨ª como los que tienen todos los espa?oles", explica indignado. A su lado y con su peque?o en brazos habla con timidez Loredana Stoian, de 27 a?os. ¡°Solo hay una fuente donde coger agua, cuando llueve los ni?os se manchan y tenemos que lavar todos los d¨ªas, pero no tenemos lavadoras tampoco", aclara dejando entrever sus dientes de oro.?
En la puerta del Palacio de Cibeles, Javier Baeza tranquiliza a algunos vecinos despu¨¦s de las palabras de la alcaldesa. Baeza es voluntario y cura en el poblado y protesta por la situaci¨®n en la zona desde el a?o 2000 -cuando llegaron sus primeros habitantes-. El sacerdote defiende que la gente del Gallinero cumpli¨® las exigencias que le impusieron: derribaron las chabolas abandonadas, pararon el robo de cobre y redujeron el absentismo escolar; pero se queja por la falta de mejoras. "Despu¨¦s de a?o y medio entendemos que el Ayuntamiento tiene que ejecutar muchas m¨¢s medidas de las que actualmente se realizaron. Solo el di¨¢logo con las instituciones no es suficiente para mejorar las condiciones de vida de la poblaci¨®n", afirm¨® con los pu?os cerrados.?
"?Tenemos derechos!", gritan Pilar Gonz¨¢lez y Flori Karado al un¨ªsono. Gonz¨¢lez, de 68 a?os, pertenece desde hace cuatro al colectivo de los yayoflautas. "Esta protesta aqu¨ª en el Ayuntamiento es otro empuj¨®n para la causa, yo creo que esta vez har¨¢n algo", dijo con esperanza mientras su compa?era asent¨ªa. Karado vive desde hace cuatro a?os en El Gallinero y carga todos los d¨ªas con sus cuatro hijos a la espalda para que no lleguen sucios al colegio. "No tenemos ba?os y la gente hace sus necesidades en cualquier sitio. Mis hijos no quieren ir al colegio porque llegan llenos de barro y sus compa?eros se burlan de ellos", sentencia con indignaci¨®n.?
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