Academia de ¡®jedis¡¯ en Tetu¨¢n
Un gimnasio de Madrid ense?a a luchar con espadas l¨¢ser como en la saga Star Wars
Disfrutar viendo cualquier pel¨ªcula de la saga Star Wars no es suficiente para convertirse en un buen jedi. El despertar de la Fuerza no llega sin esfuerzo, por eso algunos madrile?os entrenan en Tetu¨¢n el manejo del sable l¨¢ser. Desde hace un a?o y medio, 114 alumnos acuden a un gimnasio del barrio ¡ªLudosport, (en la calle de Jer¨®nima Llorente, 7)¡ª para aprender a combatir con estas espadas luminosas emulando a la familia Skywalker en la historia creada por George Lucas.
Los responsables de esta iniciativa, pionera en Madrid, son Guillermo Serra, ¡°rector de los Sith, el lado oscuro¡±, y Ricardo Navarro, ¡°al frente de los caballeros Jedi¡±, como ellos mismos se definen. Para practicar con el sable l¨¢ser lo primero que hay que tener es uno de ellos: las oficiales rondan los 350 euros, pero en el gimnasio prestan a aquellos aprendices que carezcan de una. El entrenamiento se asemeja al esgrima ¡ªlos chicos llevan guantes y coquilla para protegerse; las chicas solo guantes¡ª y el precio de las clases ronda los 60 euros por una clase de dos horas semanales.
Una quincena de alumnos acuden a su cita semanal. Todos son iniciados y su sable brilla azulado, tonalidad que cambiar¨¢n cuando pasen un examen y alcancen el rango de Jedi o Sith. ¡°Esto tiene su origen en Italia¡±, cuenta Navarro. Aqu¨ª acudieron los dos profesores para formarse junto a los ¡°maestros fundadores¡±.
¡°Basicamente practicamos un un arte marcial, pero un poco m¨¢s friki¡±, dice Claudia, de 20 a?os. La madrile?a lleva un a?o acudiendo a los entrenamientos. Un tatuaje en su brazo, con el s¨ªmbolo de la rebeli¨®n, evidencia su pasi¨®n por Star Wars. ¡°Soy fan desde peque?a¡±, reconoce con su propia espada l¨¢ser asida entre las manos.
¡°La regla b¨¢sica es el Securi¡±, dice el rector de los jedis Navarro. Es el acr¨®nimo de servicio, cura y respeto: ¡°El servicio significa que todos ayudamos a los dem¨¢s para mejorar. La cura quiere decir cuidado, ya que tenemos precauci¨®n para no da?ar al adversario. Respeto es el que nos debemos todos¡±, explica el profesor, que luce una trenza similar a la que lleva el joven Anakin Skywalker en las pel¨ªculas cuando a¨²n era un joven padawan. Antes de pasarse al lado oscuro.
Los combates se desarrollan en silencio. Solo rompe la quietud el sonido que emiten algunas espadas l¨¢ser (no todas producen el caracter¨ªstico sonido de estas armas). ¡°Esta melod¨ªa es motivacional y adem¨¢s ayuda a saber que el sable est¨¢ en buen estado¡±, cuentan los alumnos, que durante los enfrentamientos ejercen de ¨¢rbitros. ¡°Ante todo, predomina la nobleza¡±, aclara Pedro David Rubio, inform¨¢tico de 30 a?os. Empez¨® su formaci¨®n en verano con un curso intensivo. No se reconoce como fan¨¢tico de La Guerra de las Galaxias. ¡°Es un vicio. Aprendes a concentrarte, a trabajar duro y haces deporte¡±, afirma con la frente perlada de sudor.
¡°El deporte cumple los par¨¢metros para ser Ol¨ªmpico¡±, opina Ricardo Navarro . ¡°Lo que hacemos no son las clases sino que creamos un clan; se crea un sentimiento de grupo y de uni¨®n muy fuerte¡±, detalla el maestro. Desde la calle, le observan unos cuantos curiosos a trav¨¦s de la cristalera del gimnasio, atra¨ªdos por el brillo de las espadas l¨¢ser. Un par de ellos entran: ¡°?Me puedes explicar c¨®mo funcionan las clases?¡±.
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