El sis¨®n traslada su cortejo nupcial a Campo Real
El ave del a?o elegida por SEO/Birdlife deja por la presi¨®n humana una zona preservada
El sis¨®n com¨²n, una peque?a avutarda de unos 45 cent¨ªmetros de longitud, elegida ave del a?o por SEO/Birdlife, ha cogido carretera y manta y se ha trasladado de la Zona de Especial Protecci¨®n de Aves (ZEPA) Esteparia de los r¨ªos Jarama y Henares a un entorno m¨¢s tranquilo en el municipio de Campo Real, que no est¨¢ preservado. No ha aguantado el empuje humano: carreteras, pol¨ªgonos industriales, viviendas, conducciones de agua, tendidos el¨¦ctricos... La ONG recuerda que la especie est¨¢ protegida como vulnerable en todo el territorio nacional.
La presi¨®n que se ha ejercido durante a?os sobre su principal ¨¢rea de reproducci¨®n (la ZEPA) ha provocado el descenso de la poblaci¨®n y la mudanza del grueso del grupo al municipio de Campo Real. All¨ª todav¨ªa queda alg¨²n erial y campos de cultivo. En toda la regi¨®n, se ha pasado de 2.600 ejemplares en 2006 a los 1.200 actuales.
El sis¨®n es un ave esteparia de costumbres fijas. No migra, pero a?o tras a?o abandona Toledo en primavera y recala en Madrid para encontrar pareja y procrear. Su lugar preferido era la ZEPA de los r¨ªos Jarama y Henares, que se extiende por 29 municipios. Pero sobre todo se distribu¨ªan por terrenos de Valdetorres del Jarama, Talamanca, Ribatejada y Valdeolmos. En la actualidad, los sisones contin¨²an por ese entorno, pero en mucha menor medida que hace a?os, explica Nicol¨¢s L¨®pez responsable de especies amenazadas de SEO/BirdLife.
¡°En la ¨¦poca reproductora, que comienza a finales de marzo, el sis¨®n se desplaza a los mismos lugares¡±, explica el cient¨ªfico. Necesitan espacio para llevar a cabo una especie de ruedas donde los machos despliegan ante las hembras todos sus encantos, en medio de una especie de cantos con bailes.
L¨®pez aclara que ¡°en el caso de que esas zonas se destruyan, se tienen que marchar aunque tengan comida alrededor, porque no pueden llevar a cabo el cortejo¡±. As¨ª no se pueden reproducir. Adem¨¢s, cuando los machos van muriendo, las hembras no acuden a los corrillos que se forman si solo hay uno o dos bailando. ¡°Necesitan m¨¢s para elegir, y si no hay parejas, no hay pollos y la especie pierde ejemplares, as¨ª se contribuye a su lenta y silenciosa extinci¨®n¡±, concreta. Los machos alcanzan densidades de entre 4 y 10 aves por kil¨®metro cuadrado en la ¨¦poca reproductora. Despu¨¦s construyen los nidos en el suelo, muy camuflados, y consiguen sacar entre tres o cuatro pollos, que incubar¨¢n durante unos 22 d¨ªas.
La situaci¨®n de su pariente, de mayor tama?o, las avutardas (la m¨¢s voluminosa de las especies de la avifauna ib¨¦rica), no es mucho mejor. ¡°Est¨¢n fatal, les ha pasado lo mismo, y se han visto obligadas a irse desplazando a territorios lim¨ªtrofes¡±, comenta L¨®pez.
La directora de SEO/BirdLife, Asunci¨®n Ruiz, pidi¨® al Gobierno regional la protecci¨®n del ¨¢rea de Campo Real al que se han trasladado los sisones. Su organizaci¨®n considera ese territorio IBA (Important Bird Area), un instrumento que usan para se?alar, mediante criterios cient¨ªficos preestablecidos, los lugares importantes para las aves.
Al mismo tiempo, solicit¨® la elaboraci¨®n de un plan de conservaci¨®n para los sisones, ¡°con el que se deber¨ªa contar desde 1994¡± en su comparecencia ante la Comisi¨®n de Medio Ambiente de la Asamblea de Madrid de esta semana. Y no solo para esta especie. Ruiz record¨® que Madrid ostenta ¡°el dudoso honor¡± de ser la ¨²nica comunidad que no ha aprobado un solo plan de recuperaci¨®n o conservaci¨®n de especies amenazadas.
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