Una terraza invernal

A pesar de que no es tiempo de terrazas, desde la azotea de El Paracaidista (Parq Restaurante; calle de la Palma, 10; 30-40 euros por persona) se resisten a aceptar el imperio del invierno. Protegida del viento y plagada de setas calefactoras, su terraza es todo un placer invernal. Ubicada en lo alto de uno de los edificios m¨¢s bonitos de la calle de la Palma, en pleno Malasa?a, el restaurante de El Paracaidista puede pasar desapercibido. Todo el complejo es una "concept store" (tienda conceptual): "Un multiespacio referente de tendencia y cultura", se autodefinen. "M¨¢s de 3.000 metros cuadrados dedicados a una selecci¨®n de las mejores firmas emergentes"

Y encima de las tiendas, una barber¨ªa o el movie bar, aparece el restaurante. La primera vez que su azotea se us¨® con este fin fue durante la edici¨®n de 2015 de Casa Decor, con el chef Pepe Rodr¨ªguez al frente. Se cerr¨® y en octubre del a?o pasado abri¨® sus puertas de nuevo. La carta de este restaurante ¡ªcambiante, centrada en pescado y con varias propuestas carn¨ªvoras¡ª no abruma y es capaz de sorprender con platos que hacen gui?os a la cocina nipona mezclado con la tradici¨®n mediterr¨¤nea. El hummus, suave y constante en su men¨², acompa?ado de una ensalada de pimientos con ventresca es un buen arranque de una cena en la que se puede ¡ªy se debe¡ª compartir todo. Incluida una sabrosa sopa de miso con algas wakame, por si los calefactores no son suficientes.

Entre sus platos contundentes destacan el salm¨®n tower tartar, el tataki de at¨²n o el denominado Blue Finn: at¨²n rojo a la plancha con compota de hinojo y uvas. Y en plan m¨¢s c¨¢rnico: pollo teriyaki o un contundente black angus. Su carta de vinos tampoco es amplia, pero incluye suficientes variedades c¨®mo para amenizar la velada sin excesos en el precio.