El Sal¨®n del C¨®mic se pone alas
La muestra sobre la aviaci¨®n en las vi?etas, con aparatos reales, principal atractivo de la 35? edici¨®n de la feria, que abre hoy sus puertas
James Salter y su alter ego el capit¨¢n Clive Connell pegar¨ªan un bote al verlo: un reactor Mig 15. Salter derrib¨® uno en la guerra de Corea antes de convertirse en novelista y escribir Pilotos de caza, en la que Connell (interpretado en la versi¨®n cinematogr¨¢fica por Robert Mitchum) se enfrentaba a los r¨¢pidos Mig y a su n¨¦mesis, el piloto ruso apodado Casey Jones. El Mig 15, que es una de las principales atracciones del 35? Sal¨®n Internacional del C¨®mic de Barcelona, que abre hoy sus puertas en la Fira de Montju?c, parece un tibur¨®n y provoca un estremecimiento imaginar lo que deb¨ªa ser tenerlo en la cola apunt¨¢ndote con sus letales ca?ones, all¨ª arriba sobre el r¨ªo Yalu, aunque no fuera pintado a rayas como el del as ruso.
El reactor forma parte de la exposici¨®n C¨®mics en vuelo, la m¨¢s espectacular de las muchas que se ofrecen este a?o, entre ellas la del centenario del TBO, las consagradas a los maestros Will Eisner y Milton Caniff, la simpatiqu¨ªsima sobre Lucky Luke, que incluye un pueblo del Far West y har¨¢ las delicias de los m¨¢s peque?os, la de los superh¨¦roes pasados de rosca (?!) o la que recoge una selecci¨®n de humor gr¨¢fico en torno al presidente de los EEUU Donald Trump (¡°Presidente, h¨¢blenos de la Primera dama¡±, ¡°?C¨®mo voy a acordarme de la primera si hoy me he zumbado cinco o seis!¡±).
El sal¨®n del c¨®mic de Barcelona, que inaugura este mediod¨ªa el consejero de Cultura Santi Vila, ha aumentado en cinco mil metros cuadrados su espacio, pasando de los 45.000 del a?o pasado a 50.000. ¡°Todo est¨¢ muy repartido para favorecer que el visitante vaya de un lugar a otro¡±, subraya el director Carlos Santamaria. A las exposiciones se suman en el sal¨®n talleres, conferencias, firmas a cargo de autores consagrados, demostraciones, trailers de pel¨ªculas, exhibici¨®n de videojuegos y de la nueva Nintendo Switch, y por supuesto una inagotable oferta de c¨®mics y productos relacionados con ellos en las numerosas casetas de librer¨ªas, editoriales y entidades variadas. ¡°Es una gran fiesta del c¨®mic¡±, recalca Santamaria. Tampoco ir¨¢ a la zaga la restauraci¨®n, con m¨²ltiples puestos de comida y food trucks.
La exposici¨®n sobre la aviaci¨®n en el c¨®mic, instalada con forma de hangar en la plaza del Univers, se compone de una serie de ¨¢mbitos tem¨¢ticos ilustrados con historietas y en los que el elemento central es un aparato de verdad. As¨ª, Pioneros ilustrados recuerda los or¨ªgenes de la aviaci¨®n y a los primeros pilotos incluidos los de la I Guerra Mundial. Se exhibe un Monocoque Hedilla III como el que emple¨® Salvador Hedilla para el primer vuelo Barcelona-Palma de Mallorca el 2 de julio de 1916 y que despeg¨® del aer¨®dromo de La Volater¨ªa en el Prat para aterrizar en un campo de Son Sunyer dos horas y ocho minutos despu¨¦s. Detr¨¢s del fr¨¢gil monoplano puede verse un gran dibujo feroz del Fokker triplano del Bar¨®n Rojo dibujado por Carlos Puerta, que ha llevado fenomenalmente la vida del famoso Manfred Von Richthofen al c¨®mic con guion de Pierre Veys. Entre los ¨¢lbumes que se destacan en este ¨¢mbito, El piloto del Edelweis de Yann y Hugault, uno de los invitados al sal¨®n.
¡°?Un Stuka?, ?T¨² flipas!¡±
"?Un Stuka? ?T¨² flipas! ?Sabes lo que piden por traer un avi¨®n as¨ª?". Carles Santamaria, director del Sal¨®n del Comic, explota cuando se le se?ala que tal vez faltar¨ªa alg¨²n aeroplano emblem¨¢tico de la II Guerra Mundial en la exposici¨®n -por otro lado estupenda- sobre la aviaci¨®n, con aviones reales. Uno echa a faltar, no s¨¦, un Messerschmitt 109, un Spitfire, un Mustang P 51, o, s¨ª, por qu¨¦ no un Stuka. "Hay un aparato en representaci¨®n de cada ¨¦poca y de la II Guerra Mundial figura el Texan: yo creo que est¨¢ muy bien", zanja Santamaria. Es cierto que el North American T-6 Texan es un bonito avi¨®n en el que han entrenado millares de pilotos y que ha formado parte de las fuerzas a¨¦reas de numerosos pa¨ªses. Incluso lo usaron los brit¨¢nicos contra el Mau Mau, pero su servicio en la II Guerra Mundial fue bastante testimonial, a no ser que recordemos que se lo ha empleado, convenientemente camuflado, para simular cazas Zeros japoneses en pel¨ªculas como ?Tora, tora, tora! Le sugiero a Santamaria que podr¨ªa haberle pedido al Imperial War Museum de Londres alguno de los estupendos cazas que han retirado de exhibici¨®n en el centro al montar la nueva exposici¨®n permanente, como el bonito Focke Wulf 190, pero el director del Sal¨®n ya se ha ido a otra parte. L¨¢stima, porque le hubiera se?alado que tambi¨¦n falta el Mirage de Michel Tanguy.
En alas de la libertad, que exhibe un Polikarpov I-15 Chato (en realidad una maqueta a un 75 % de su tama?o real), aborda la aviaci¨®n de la Guerra Civil en el c¨®mic y explica lo bien que ha dibujado los Moscas, por ejemplo, Vittorio Giardino en ?No pasar¨¢n! Sigue el ¨¢mbito Vi?etas bajo las bombas, que recuerda, seg¨²n subraya el director del sal¨®n, Carlos Santamaria, ¡°que no todo es ¨¦pica y bonito en la aviaci¨®n¡± (que se lo digan a Hedilla que se mat¨® en accidente en Barcelona en 1917) y muestra ¡°los efectos colaterales¡± como los bombardeos de la poblaci¨®n civil. Lo ilustran vi?etas como las de los mangakas Nakazawa y Tatsumi sobre Hiroshima y dos verdaderos coches de bomberos de ¨¦poca, uno de ellos el que acudi¨® frente al cine Coliseum tras la terrible explosi¨®n de marzo del 38 en la Gran V¨ªa barcelonesa provocada por el ataque de la aviaci¨®n legionaria italiana y que hoy forma parte de la secci¨®n de patrimonio hist¨®rico de los bomberos de Barcelona. El otro cami¨®n es un Ford V 8, un modelo que, dice Santamaria, se empleaba en los portaviones.
La Segunda Guerra Mundial, conflicto dorado para el c¨®mic de aviaci¨®n, se representa ¨Cde manera un tanto decepcionante para algunos- con un avi¨®n real de entrenamiento North American T-6 Texan con calcos de la fuerza a¨¦rea estadounidense. Detr¨¢s puede verse un gran mural con 3 P-47 Thunderbolt atacando posiciones alemanas en las Ardenas nevadas y una selecci¨®n de vi?etas de c¨®mics como Angel Wings y El gran duque, de Hugault, o de esa excelsa serie que es As de pique, de los argentinos Ricardo Barreiro y Juan Gim¨¦nez, protagonizada especialmente por una escuadrilla de B-17. Al lado pueden verse unos Typhoon dibujados por el gran Hugo Pratt y una p¨¢gina de En un cielo lejano, el maravilloso ¨¢lbum del mismo Pratt sobre la Regia Aeronautica en Abisinia. En el ¨¢mbito C¨®mics a reacci¨®n (en torno al Mig-15) se pueden ver vi?etas en que aparece el reactor ruso. No pod¨ªan faltar dos de los m¨¢s famosos pilotos de reactores del c¨®mic, Michel Tanguy y su camarada Laverdure. Ni esos dos otros ases que son Steve Canyon y Buck Danny. Dibujando helic¨®pteros nos lleva a la Guerra del Vietnam con un Bell UH 1 Iroquois, m¨¢s conocido como Huey, el helic¨®ptero ic¨®nico de aquella contienda. Marcado con insignias de la Primera Divisi¨®n de Caballer¨ªa (aerotransportada) de EEUU , parece que se vaya a bajar del aparato el mism¨ªsimo coronel Kilgore husmeando el Napalm y la gloria. Por ¨²ltimo, Aventuras en el cielo, en el que se exhibe una Cessna cedida por el aeroclub Sabadell, evoca el mundo de las avionetas, los hidroaviones y otros aparatos civilesque nos llevan a las aventuras de Tintin, por ejemplo, o las de la piloto y periodista Taxi de Alonso Font, sin olvidar a la azafata Natacha.
La exposici¨®n sobre los cien a?os del TBO ¨Cel primer n¨²mero se public¨® en marzo de 1917-, que se abre con un texto de Javier P¨¦rez And¨²jar, es otro de los platos fuertes del sal¨®n. Incluye cien originales, entre ellos 25 de los mejores autores de la historia de la revista, como Coll, Opisso o Munta?ola, otros 25 del veterano Jos¨¦ Blanco y otros tantos en que aparecen los personajes m¨¢s emblem¨¢ticos como la Familia Ulises. A destacar tambi¨¦n las exposiciones dedicadas a los maestros Will Eisner ¨Cen la que se recorre la obra y la vida del creador de The Spirit, con 42 originales y el recuerdo de las tres veces que estuvo en el sal¨®n barcelon¨¦s: en una foto impagable aparece con Moebius-, y Milton Caniff, ¡°el Rembrandt de los c¨®mics¡± por su dominio del claroscuro, autor de Terry y los piratas y Steve Canyon. En la exhibici¨®n de Caniff, con cerca de 80 originales, te recibe una sonriente y mal¨¦fica Dragon Lady, la adversaria de Terry y Pat. Varias vi?etas de Caniff nos devuelven al mundo de la aviaci¨®n.Por ah¨ª anda tambi¨¦n ¨Cen un troquelado de tama?o natural- la sugerente Miss Lace , la protagonista de Male Cal, una artista que anima a los soldados y en la que Caniff puso una gran carga de erotismo. Mientras ves todos estos c¨®mics estadounidenses es imposible no recordar con tristeza al desaparecido Javier Coma, que tanto sab¨ªa de ellos t tanto los amaba.
El divertido mundo del Oeste de Lucky Luke, el vaquero solitario m¨¢s r¨¢pido que su sombra, ocupa un espacio importante e incluye un pueblo del Far West de historieta con su sal¨®n, su hotel y su activa funeraria. La exposici¨®n consagrada al personaje (Le llamaban Lucky Luke) incluye informaci¨®n sobre sus padres Morris y Gosciny (¡°dos hombres y un destino¡±), una selecci¨®n de personajes carism¨¢ticos de la serie como el caballo Jolly Jumper, el perro Rantanplan, los hermanos Dalton y la madre de los pillos, Pat Poker o Jenny, y otra de personajes reales que han aparecido en el c¨®mic de Luke: Billy el ni?o, Calamity Jane, Jesse James, Buffalo Bill, Jack Palance (que presta sus rasgos al villano Al Hambre) y ?Alfred Hitchcok!, que tiene varios cameos. La exposici¨®n exhibe algunos originales, de Achd¨¦. Una secci¨®n se dedica a las versiones cinematogr¨¢ficas y televisivas de las aventuras del personaje, como el filme de 1991 en el que lo encarnaba nada menos que Terence Hill. ¡°Cada a?o se nos dice que no hay exposiciones para ni?os¡±, explica Santamaria, ¡°pues bien, esta es especial para ellos y aqu¨ª se pueden hacer divertidas fotos¡±.
En contraste, el sal¨®n tiene exposiciones tan gamberras como Superhombres fuera de control, sobre esos mutantes o tipos con poderes a los que se les va la mano y de los que ser¨ªa emblem¨¢tico el verde Hulk. Ah¨ª est¨¢n, prestos a desbocarse, Hellboy, Lobezno, el Motorista fantasma, la enamorada del Joker Harley Quinn, Masacre, Spawn, M¨¢quina de Guerra o Azrael. Tambi¨¦n est¨¢ el viejo medio atlante Namor, saludado como ¡°el primer antih¨¦roe del c¨®mic¡±.
Otra exposici¨®n es la dedicada al c¨®mic ganador del a?o pasado El fantasma de Gaud¨ª, en la que se establece un paralelismo entre el proceso creativo de la historieta (un thriller de asesinatos en los edificios emblem¨¢ticos del artista), y el del propio arquitecto, con algunos objetos hist¨®ricos como maquetas, trencad¨ªs o el tiral¨ªneas de Gaud¨ª.
El sal¨®n ha alzado su propio muro en contra de Donald Trump, con una ampl¨ªsima muestra de humor gr¨¢fico sobre el presidente a cargo de autores de aqu¨ª e internacionales. Trump no sale muy bien parado, como era de esperar. Alguna vi?eta es muy cruda, como la que muestra a Trump en la cama con Clint Eastwood o las que relacionan la trompa del elefante republicano con otro ¨®rgano. Del hecho de que la exposici¨®n parezca quedar un poco a desmano, Santamaria se?ala que se ha tratado de que haya puntos de inter¨¦s en todas partes y que no hay ning¨²n miedo: ¡°Si Trump nos env¨ªa los marines, nosotros tenemos los Ficomic Seals¡±.
Recorrido interactivo por el Sal¨®n Internacional del C¨®mic
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