La escuelita, aprender desde el deseo
En la escuela informal del CA2M Centro de Arte Dos de Mayo se aprende por placer
Aprender por el mero placer de hacerlo, en colectivo, sin una finalidad impuesta, sin evaluaciones, combinando diferentes disciplinas y poniendo en valor las alianzas afectivas. Estas son las premisas de las que parte la escuela informal del Centro de Arte Dos de Mayo (CA2M), un proyecto creado bajo la direcci¨®n de Manuel Segade ¡ªal frente del centro desde 2016¡ª con la idea de atravesar y desbordar la instituci¨®n a diferentes niveles. La trayectoria educativa del CA2M es s¨®lida y bien conocida, pero Segade ha querido llevarla un paso m¨¢s all¨¢ con La Escuelita, que repercutir¨¢ directamente en la programaci¨®n del centro. ¡°No se trata tanto de que La Escuelita defina la programaci¨®n del centro, sino de que muchas de las cosas que nos interesa trabajar a medio y largo plazo empiecen a pasar por ella¡±, afirma Segade.
Las comisarias e investigadoras Julia Morandeira Arrizabalaga y Margarida Mendes son las encargadas de dirigir esta primera temporada. Pero ?qu¨¦ es exactamente una escuela informal y c¨®mo se inserta en un centro de arte contempor¨¢neo? Primero, informal no es sin¨®nimo de carente de estructura; existe un programa y algunos puntos de acuerdo comunes para el buen funcionamiento del proyecto, que puede definirse como un laboratorio de exploraci¨®n e intercambio de conocimientos. Las sesiones son p¨²blicas y abiertas y se experimenta con diferentes grados de implicaci¨®n, participaci¨®n y continuidad, aunque hay un n¨²cleo duro formado por un grupo de perfiles heterog¨¦neos que trabaja de manera m¨¢s intensa y comprometida. El objetivo es generar una plataforma pedag¨®gica transdisciplinar y abiertamente experimental, en la que convivan diferentes aprendizajes que se contaminen unos a otros, as¨ª como generar un ecosistema en el que los roles de ¡°ponente¡± y ¡°alumno¡± se rompan constantemente y se pongan al mismo nivel. Cualquiera que participe en las sesiones puede reclamar la palabra e intervenir, dentro de un orden.
La escuelita se estructura por temporadas en las que se parte de enfoques cr¨ªticos frente a problem¨¢ticas concretas. En esta primera temporada, se centran en las propiedades de la especulaci¨®n para abordar el concepto de infraestructuras ¡ªesas que nos sostienen y que al mismo tiempo vehiculan toda una serie de cuestiones ideol¨®gicas, morales y afectivas¡ª. ¡°Desde la crisis de 2008, la idea de la infraestructura se ha visto muy tambaleada y todo lo que cre¨ªamos que era s¨®lido ha resultado no serlo. La infraestructura nos sirve como caso de estudio para investigar un malestar social en diferentes capas¡±, explica Morandeira.
El nombre de La Escuelita no es casual. Por un lado, forma parte de esa reivindicaci¨®n que hace el director del CA2M de lo que ¨¦l denomina ¡°baja institucionalidad¡±, de lo peque?o y lo menor; por otro, es un gui?o a La Escuelita de Nueva York, un bar regentado por la comunidad queer negra y latina, que cerr¨® en 2016. All¨ª se produc¨ªa una transmisi¨®n de saber de forma no reglada y vinculada al placer.
El objetivo ¨²ltimo de la nueva plataforma educativa del CA2M es el de constituir un modelo de trabajo para centros de arte contempor¨¢neo, que sirva tambi¨¦n para entender lo curatorial como una pr¨¢ctica capaz de entretejer diferentes saberes. En el centro de M¨®stoles, las sesiones tiene lugar los martes y los mi¨¦rcoles y el programa se articula a trav¨¦s de tres vectores: los encuentros, en los que personas de ¨¢mbitos diversos ser¨¢n invitadas a compartir su trabajo; las lecturas compartidas, y las resonancias, sesiones de trabajo m¨¢s pr¨¢ctico. La escuelita, como todas las actividades del CA2M, es gratuita.
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