Sorpasso a la francesa
El hundimiento socialista en Francia muestra a la izquierda espa?ola que aplicar pol¨ªticas neoliberales tiene un precio en las urnas
Por segunda vez en poco tiempo, una de las grandes democracias europeas va a tener una elecci¨®n entre dos candidatos de la derecha. Sucedi¨® en marzo en Holanda, donde la victoria de un liberal de derechas en las elecciones legislativas, Mark Rutte, tuvo que ser recibida con alivio por la izquierda porque el otro candidato con opci¨®n de victoria era un ultra xen¨®fobo y racista, Geert Wilders. En Francia, donde la presidencia de la Rep¨²blica se dirime en dos votaciones con dos semanas de diferencia, la izquierda no ha llegado a la final. Si los electores progresistas quieren cerrar el paso a la ultraderechista Le Pen, van a tener que votar al neoliberal Emmanuel Macron en la segunda vuelta. El mal menor.
En 2012, la izquierda recibi¨® en Espa?a con alegr¨ªa la victoria del socialista Fran?ois Holande en las elecciones presidenciales francesas porque en su programa figuraba la reorientaci¨®n de la pol¨ªtica econ¨®mica de la Uni¨®n Europea (UE) dictada desde Bruselas y Berl¨ªn. Algo de m¨¢ximo inter¨¦s en Espa?a, claro. A la hora de la verdad, sin embargo, la renegociaci¨®n prometida por los socialistas franceses no lleg¨® siquiera a ser planteada y en su lugar un jefe de Gobierno socioliberal, Manuel Valls, y un ministro de Econom¨ªa neoliberal, Macron, nombrados por Hollande, se afanaron con ah¨ªnco a aplicar las pol¨ªticas que el presidente hab¨ªa denostado como candidato en su campa?a electoral.
Uno de los resultados de esta actuaci¨®n ha sido el crecimiento del malestar social y el hundimiento de los socialistas en las elecciones presidenciales francesas del domingo pasado. Como se hab¨ªan hundido un mes antes en las de Holanda. Y antes, en las de Grecia. Y en las de Espa?a en 2011, despu¨¦s de que el Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero sometiera su pol¨ªtica econ¨®mica a las ¨®rdenes del Banco Central Europeo. Esta dram¨¢tica evoluci¨®n del partido socialista en casi todas partes (ah¨ª est¨¢ la excepci¨®n de Portugal) presenta ahora mismo una particularidad sumamente interesante en Espa?a. Lo que m¨¢s separa a los dos candidatos con mayores posibilidades de ganar la elecci¨®n para la secretar¨ªa general del PSOE, Susana D¨ªaz y Pedro S¨¢nchez, es, precisamente, la aceptaci¨®n o el rechazo de la pol¨ªtica del mal menor. Para ella, facilitar la reelecci¨®n del conservador Mariano Rajoy como presidente del Gobierno era un mal menor en comparaci¨®n con la alternativa existente, que era formar una mayor¨ªa parlamentaria con Podemos y partidos independentistas. Para ¨¦l, en cambio, la dif¨ªcil alianza parlamentaria con el resto de progresistas no era peor que Rajoy, con sus pol¨ªticas antisociales, su pol¨ªtica econ¨®mica entregada a la banca y su partido corrupto hasta las cejas.
La idea de que cualquier mal ser¨¢ menor que una alternativa que se sit¨²e a su izquierda se impuso en enero en el PSOE. Pero es una deriva que ha dominado a los socialistas tambi¨¦n en Francia. Para su victoria en la primera vuelta de las presidenciales, Macron ha contado con el apoyo directo y expl¨ªcito de Hollande y Valls. Estas dos significadas figuras del socialismo franc¨¦s han preferido apoyar a un neoliberal sin partido antes que al candidato designado por los afiliados y simpatizantes socialistas en unas elecciones primarias, Beno?t Hamon, que expresaba el malestar de las bases frente a la opci¨®n socioliberal de Hollande y Valls. Como ha sucedido en Grecia y en Espa?a, esta deriva de la direcci¨®n socialista ha facilitado el crecimiento de alternativas a su izquierda, mediante la reagrupaci¨®n de varios partidos y la suma de descontentos y desencantados de ¨¢mbitos diversos, incluido el socialista. Los platos rotos los ha pagado en Francia Hamon, que se ha visto impotente para detener la fuga de votos hacia la derecha impulsada por Hollande y Valls, y hacia la izquierda, por la plataforma de La France Insoumise encabezada por Jean-Luc M¨¦lenchon. Hamon obtuvo el 6,2% por el 19,5% de M¨¦lenchon. Es una posici¨®n inversa a la que se dio en 2012. Entonces, Hollande alcanz¨® el 28,6% en primera vuelta y M¨¦lenchon el 11,1%. El sorpasso tan temido en el PSOE se ha dado ya en Francia.
Es improcedente la traslaci¨®n a Espa?a de las circunstancias del socialismo franc¨¦s. Pero ser¨ªa ingenuo pensar que no influyen aqu¨ª los movimientos electorales que han dejado en la cuneta a los socialistas en Francia, en Holanda y en Grecia despu¨¦s de que gobiernos por ellos dirigidos aplicaran las pol¨ªticas econ¨®micas neoliberales. Si el partido socialista no funciona como alternativa, la alternativa ocupar¨¢ su espacio. En eso deben estar pensando, tambi¨¦n, Susana D¨ªaz, Pedro S¨¢nchez y Patxi L¨®pez.
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