Aqu¨ª hubo 40.000 muertos

El fot¨®grafo Javier Marquerie Bueno (Madrid, 1969) se propuso cubrir la batalla de Brunete, siguiendo los pasos de Ej¨¦rcito Popular de la Rep¨²blica, pero lleg¨® al terreno varias d¨¦cadas despu¨¦s. Este a?o se cumplen 80 a?os de aquella batalla, una de las m¨¢s importantes de la Guerra Civil, ¡°y tambi¨¦n la m¨¢s est¨²pida¡±, a juicio del fot¨®grafo. En 2015, Marquerie tom¨® fotograf¨ªas de los principales lugares de la batalla, ocurrida entre el 6 y 25 de julio de 1937. Lo hizo el mismo d¨ªa y a la misma hora en que se produjeron los hechos. La exposici¨®n Barro rojo (en la galer¨ªa StandARTe. Padilla, 11. Hasta el 14 de septiembre dentro de la Secci¨®n Off de PhotoEspa?a) muestra esa extra?a dislocaci¨®n entre el tiempo y el espacio.

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¡°Mi familia tiene una casita en la zona donde se desplegaron las Brigadas Internacionales y de ni?o jugaba con las balas que quedan por la zona de la batalla: todav¨ªa se conservan kil¨®metros de trinchera y casas en ruinas; f¨ªsicamente la batalla sigue ah¨ª¡±, cuenta el artista. ¡°Mucha gente que tiene casas donde est¨¢n las trincheras no sabe que all¨ª hubo una batalla; otros prefieren no acordarse. Hay personas que no saben que el pueblo de Brunete no est¨¢ donde estaba originalmente¡±, dice el fot¨®grafo. En algunos escenarios de la batalla, como el lugar donde muri¨® el capit¨¢n afroamericano Oliver Law, hoy hay urbanizaciones de lujo.

La ofensiva de Brunete, una incursi¨®n lanzada por las tropas de la Rep¨²blica, pretend¨ªa aliviar la presi¨®n sobre Madrid y el Frente del Norte. La batalla termin¨® cuando el Ej¨¦rcito franquista recuper¨® el terreno. Entretanto, se produjeron cerca de 40.000 bajas, entre muertos, heridos y desaparecidos, en uno de los choques m¨¢s sangrientos de la guerra. ¡°El 24 de julio de 1937 se produjo uno de los bombardeos m¨¢s importantes¡±, cuenta el fot¨®grafo. ¡°En mi cobertura coincidi¨® con los fuegos artificiales de las fiestas de Santiago que celebran los pueblos de la zona¡±. Hay otras coincidencias curiosas: en la foto titulada 7 de julio, Ej¨¦rcito republicano parado frente al Guadarrama, lo que ve es a un ej¨¦rcito de ovejas contempor¨¢neas cruzando el r¨ªo.

No es la primera vez que Marquerie juega con los saltos temporales: en un trabajo anterior, Madrid, qu¨¦ bien resistes, practicaba la refotograf¨ªa en la capital, elaborando collages entre fotograf¨ªas del asedio en la Guerra Civil y otras actuales, en las que se mezclaban bombardeos y desfiles franquistas con franquicias de fast food y musicales.

La exposici¨®n actual lleva al centro de Madrid no solo im¨¢genes, sino tambi¨¦n tierra de la zona de la batalla y otros objetos relacionados. Y se cierra con un homenaje a Gerda Taro, la fot¨®grafa que mejor cubri¨® la batalla, y una parte importante de lo que es la obra de Robert Capa. En la ¨²ltima imagen se ve el ¨¢rbol que hay en el lugar donde muri¨® ¡ªfue atropellada por accidente por un tanque republicano en retirada el ¨²ltimo d¨ªa de la ofensiva¡ª, fotografiado justo 78 a?os despu¨¦s.

Despu¨¦s de haber trabajado sobre la sociedad civil que resisti¨® tres a?os en Madrid y el Ej¨¦rcito en batalla, dice Marquerie que todav¨ªa le queda tarea por hacer: los duros a?os de los campos de concentraci¨®n y la posguerra.