Se pod¨ªa haber evitado

Comenz¨® el verano y Madrid asisti¨® a una de las mayores aberraciones contra el patrimonio de los ¨²ltimos a?os. Desde el amanecer y sin apenas molestias, las m¨¢quinas derribaron una buena parte del convento neomud¨¦jar de las Damas Apost¨®licas, situado en el paseo de la Habana 198 y protegido por la Ley de Patrimonio de la Comunidad de Madrid desde 2013.

A pesar de que los vecinos dieron la voz de alarma, nadie hizo nada por evitarlo. Tanto el Ayuntamiento como la Comunidad de Madrid conoc¨ªan desde hace tiempo las advertencias de peligro de demolici¨®n planteadas, reiteradas por las asociaciones y los grupos pol¨ªticos, pero permanecieron impasibles durante unas horas cruciales.

El derribo del convento es la cr¨®nica de una muerte anunciada que comienza en 2006, cuando el gobierno municipal del PP aprob¨®- con el voto negativo del PSOE- un estudio de detalle que contemplaba la demolici¨®n total. Por fortuna, la entrada en vigor de la Ley auton¨®mica de Patrimonio Hist¨®rico paraliz¨®, en ese momento, el desastre.

Hace un a?o, los vecinos ¨Ca veces m¨¢s guardianes del patrimonio que los responsables p¨²blicos- reclamaron a la Junta de Chamart¨ªn su protecci¨®n para el Convento de las Apost¨®licas. La respuesta del ¨¢rea, dirigida por Jos¨¦ Manuel Calvo, fue acorde con la desidia que muestra frecuentemente hacia el patrimonio de la ciudad y absolutamente desoladora: el convento no est¨¢ protegido (falso, era BIP por Ley) y la protecci¨®n de un inmueble puede generar derechos indemnizatorios (razonamiento por el cual, en Madrid nunca se hubiera protegido nada).

Hay m¨¢s ejemplos de la desidia del Ayuntamiento en la tutela de este edificio, ejemplos que los socialistas, los arquitectos y los vecinos hemos denunciado p¨²blicamente para evitar lo que tristemente se consum¨® el 21 de junio. Todos est¨¢bamos alerta. Todos, menos los que deb¨ªan evitarlo.

Esta absoluta dejaci¨®n de funciones es un s¨ªmbolo de la pol¨ªtica urban¨ªstica de Ahora Madrid. Es una muestra clara, triste e irreversible de lo que no hay que hacer. Se pudo parar y no se hizo. A¨²n ignoro si no se quiso hacer, pero no tengo ninguna duda de que una funci¨®n irrenunciable de cualquier gobierno municipal es proteger el patrimonio hist¨®rico y cultural y velar por el inter¨¦s general frente a los intereses particulares de unos pocos.

Es falso que la protecci¨®n del patrimonio dificulta la actividad econ¨®mica, lo que dificulta, en todo caso, es la especulaci¨®n inmobiliaria. El patrimonio hist¨®rico y cultural de nuestra ciudad debe ser su principal atractivo tur¨ªstico y acabar con ¨¦l no s¨®lo significa fulminar el pasado y la memoria de la ciudad, sino comprometer negativamente su futuro.

Una semana despu¨¦s, la Comunidad de Madrid anuncia que declarar¨¢ el convento Bien de Inter¨¦s Patrimonial y ordena su reconstrucci¨®n. El Ayuntamiento, anuncia sanciones para el arquitecto y los promotores. Ambas administraciones eluden su responsabilidad en un desastre que pod¨ªan haber evitado.

Madrid, una vez m¨¢s, se ha quedado sin un pedazo de su historia. Mientras otras ciudades protegen e impulsan sus se?as de identidad, Madrid las destruye. Es para estar muy triste.

Mercedes Gonz¨¢lez es portavoz de Urbanismo del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Madrid