¡°Hay nervios, y a veces insultos y muy malas caras¡±

La serpiente que forman las cintas verdes y azules con el logo de Aena ocupa todo el vest¨ªbulo de la planta superior de la terminal 1 del aeropuerto de El Prat, pero las cintas casi ni se ven, tapadas por la cantidad de viajeros que esperan en las largas colas para acceder a los controles de seguridad. A ra¨ªz de un conflicto laboral entre los trabajadores y la empresa Eulen, encargada de gestionar los arcos de seguridad de las dos terminales del aeropuerto, los empleados han iniciado este viernes una huelga parcial que los usuarios se toman con malestar, indignaci¨®n y, ante la evidencia de que van a pasar un buen rato esperando, con resignaci¨®n.?

La huelga parcial de los trabajadores de Eulen consiste en?paros de una hora todos los viernes, domingos y lunes a las 5:30, a las 10:30, a las 16:30 y a las 20:30 horas. En las horas de huelga, la cola se mueve tan lentamente que muchos pasajeros optan por arrastrar la maleta con los pies mientras, entre gente sentada en el?suelo y caras de aburrimiento, la mayor¨ªa aguarda mirando el m¨®vil y escuchando m¨²sica. "Es indignante, da muy mala imagen para el turismo", afirma Cristina, que tiene que coger un avi¨®n por trabajo.

A los que acaban de llegar les espera una cola de, como m¨ªnimo, 40 minutos, que puede llegar a ser de una hora y media seg¨²n el testimonio de algunos viajeros. "?Qu¨¦ hacemos? ?Haces t¨² la cola un rato y luego nos cambiamos?", es una idea que se escucha a menudo al inicio de la cola, que llega hasta los extremos del piso y llena todo el vest¨ªbulo. No es una propuesta que los dem¨¢s integrantes de la cola vayan a aceptar f¨¢cilmente: "Hay nervios, y a veces insultos y muy malas caras", explica un empleado de Eulen que ayuda a gestionar la hilera de gente.?

Sin embargo, la picaresca encuentra su h¨¢bitat natural entre las colas. En las ¨²ltimas semanas, cuando tambi¨¦n se vivieron largas esperas por una huelga de celo que los trabajadores ejerc¨ªan dedicando a cada pasajero el m¨¢ximo de tiempo posible, viajeros que perd¨ªan el avi¨®n se colaban ante la at¨®nita mirada de los que llevaban 40 minutos esperando, algo que se ha vuelto a ver este viernes.

Tampoco ofrece mucho alivio el llamado "carril r¨¢pido", exclusivo para personas con problemas de movilidad y para familias con hijos peque?os. En las horas de huelga el carril est¨¢ colapsado, con largas colas pobladas por familias con beb¨¦s pero tambi¨¦n por padres y madres que quieren hacer pasar un ni?o ya no tan peque?o por la cola r¨¢pida.

La mayor¨ªa de los pasajeros, avisados, han llegado con mucha antelaci¨®n al aeropuerto por el miedo a perder el avi¨®n. Jorge Ena, por ejemplo, estaba a punto de pasar el control a mediod¨ªa, despu¨¦s de 50 minutos esperando. "Tengo el vuelo a las cinco y media, pero como sab¨ªamos lo que iba a pasar, hemos decidido venir con mucha antelaci¨®n", explica, consciente de que perder el avi¨®n significa quedarse sin las esperadas vacaciones. Seg¨²n las aerol¨ªneas, ya son m¨¢s de mil los pasajeros que han perdido el viaje.

Por otro lado est¨¢n los turistas que vuelven a su pa¨ªs: Vincent, un parisino que lleva 40 minutos en la cola, ha llegado al aeropuerto con mucha antelaci¨®n, aunque eso significa que ha perdido algunas horas que podr¨ªa haber disfrutado haciendo turismo. "Lo vimos ayer en las noticias y no hubo lugar a dudas, ten¨ªamos que venir mucho antes", afirma. Una vez pasados los controles, el embotellamiento desaparece y quedan por delante muchas horas muertas.