La chispa y el destello

Era noche de graduaci¨®n y casi se mascaban los nervios: Jacobo Serra arranc¨® como un t¨¦mpano, pero acab¨® saliendo muy airoso del trance. No hace tanto que el albacete?o ejerc¨ªa de telonero en la diminuta El B¨²ho Real, pero este s¨¢bado era la Joy Eslava la que acog¨ªa el estir¨®n definitivo de un t¨ªmido inspirado que se ha atrevido a reformular su obra. A empu?ar la guitarra el¨¦ctrica, sacudirse los modos m¨¢s caracter¨ªsticos de la canci¨®n de autor y abrazar la electr¨®nica, la chispa, el destello, el soul de ojos azules y mil cosas m¨¢s.

Su reci¨¦n publicado Fuego artificial, primer trabajo en castellano, es un disco muy brillante que invita al desconcierto porque nadie sabe muy bien en qu¨¦ casillero colocarlo. Demasiado expansivo para quienes vieron en ¨¦l a un Rufus Wainwright manchego, demasiado sofisticado para los que acabar¨¢n canturreando La brecha en los festivales pero no entienden el trasfondo soul que late en El activista o Nada es perfecto, con los metales de la LIPA como invitados y m¨¢s noct¨¢mbula y seductora que en el vinilo.

Fue una idea dudosa sentar al p¨²blico en la Joy, porque la noche tard¨® en caldearse, pero los arreglos rutilantes y la excelencia del repertorio propiciaron el deshielo. El guitarrista Juanma Latorre (Vetusta Morla), productor de Fuego artificial, prend¨ªa la mecha en una banda que entr¨® en incandescencia hasta entregar una memorable media hora final. Mientras est¨¦s ah¨ª son¨® m¨¢s cruda, rota y desesperada, On and on e Icebergs fueron puro p¨¢lpito festivo, There¡¯s a sign acrecentaba su magnetismo electr¨®nico y crepuscular. El albacete?o introspectivo pudo finalmente sonre¨ªr. Nadie sabe bien si en su est¨¦reo predominan ahora The Beatles, Amos Lee, Cole Porter, Magnetic Fields, Fleetwood Mac, Radiohead o Xoel L¨®pez. Y eso, quiz¨¢, sea lo m¨¢s fascinante en este momento de su historia.