Un se?or normal en los d¨ªas de plomo
Josele Santiago ofreci¨® un formidable concierto en la presentaci¨®n de 'Transilvania'
Buenas canciones, buenas letras, estampa y una voz hecha para decir. Un cuerpo reseco, una humildad oce¨¢nica y un sentido com¨²n aplastante, luminoso por inhabitual y al mismo tiempo calmo y hondo como las palabras de los abuelos. Trasto de cien desvanes, desportillado y ajado, apenas en ¨¦l se repara, disimulado tras la capa de polvo que la vida le ha dejado encima. En sus manos se antojan eternas fichas de domin¨®, haciendo estr¨¦pito sobre mesas de m¨¢rmol que a¨²n respiran nicotina, y en sus ojos no se atisba el cansancio de mirar lo de siempre, la vida misma. Josele Santiago, un artista que en el lenguaje de los poetas que van en mulo nos habla de una Espa?a que no huele rancia, sino a dicho, iron¨ªa, fatalidad y esperanza, a cultura popular y al tipismo de personajes y vivencias arrinconadas por el m¨¢s atolondrado de los progresos. Un se?or artista de encanecida sonrisa.
Y como corresponde a artistas as¨ª, la sala, Apolo (2) no se llen¨® pese a estar llena de complicidades. No era extra?o ver silabear a sus seguidores, musitando las letras de canciones que aireadas con un poso de sorna les hablaban de lo diminuto. Acabaron entusiasmados porque los conciertos de Josele son cada vez mejores, con m¨¢s poso y mejores canciones ¨Cv¨¦ase Magia negra- que dejan fuera del repertorio a otras composiciones excelentes que hubiesen estado horas escuchando. Porque adem¨¢s, Josele canta cada vez mejor, con una voz que no s¨®lo es un estropajo que rasca la realidad, sino una herramienta d¨²ctil que se adapta a las historias con crudeza. Historias que ganan al ser cantadas en clave de rhythm and blues, medios tiempos, rock tabernario sin estridencias y ecos de blues rural que en el fondo son, como el propio objeto de las canciones, tradici¨®n misma. Un ba?o de realidad donde la vida escuece.
Pero en el fondo de las canciones de Josele hay ternura, esa ternura que ayuda a sobrellevar la crudeza inhumana de un mundo que le ha perdido el respeto a la boina, prenda que a uno le sale de dentro, nunca algo que se pone encima sin merecerlo, tal y como precis¨® Josele. Esa sabidur¨ªa impl¨ªcita en canciones como Un Guardia Civil, donde un recluso duda ante la invitaci¨®n a salir corriendo cuando el de la Benem¨¦rita le arroja las llaves del port¨®n sin por ello haber dejado de lado su escopeta, o en Pensando no se llega a n¨¢, reflexi¨®n ir¨®nica sobre la ignorancia. Vi?etas propias de alguien que encaja en la letra de Fractales donde habla de ¡°un se?or normal, un tiempo normal, pasando normal por un d¨ªa m¨¢s de plomo¡±. D¨ªas de plomo que lo son menos cuando alguien los ilumina con su mirada. La mirada de la gente que piensa por s¨ª misma.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.