Catalu?a afronta su futuro en una campa?a tan at¨ªpica como decisiva
Los bloques independentista y constitucionalista ambicionan ganar tanto en esca?os como en votos
Ma?ana a medianoche comienza la campa?a electoral m¨¢s decisiva y at¨ªpica en Catalu?a desde la restituci¨®n de la democracia. Se llega aqu¨ª despu¨¦s de que el presidente Mariano Rajoy interviniera la Generalitat bajo el amparo constitucional y adelantara los comicios tras la declaraci¨®n unilateral de independencia. Los soberanistas hacen otra lectura: es un plebiscito contra el Gobierno y un aval a su apuesta. El secesionismo llega dividido y con candidatos huidos de la justicia. El constitucionalismo tampoco aclara c¨®mo ser¨¢ el 22-D. Y el empate que dibujan las encuestas deja como ¨¢rbitro al partido de Ada Colau.
Cada cita electoral es un mundo, pero la del 21-D tiene caracter¨ªsticas que la hacen at¨ªpica. Su convocatoria, para empezar, fue sui generis. La potestad legal para disolver el Parlament es del president. Con la aplicaci¨®n del 155 de la Constituci¨®n y el cese del Govern de Carles Puigdemont, Rajoy recuper¨® la competencia. Y sorprendi¨® utiliz¨¢ndola m¨¢s r¨¢pido de lo esperado. Se votar¨¢ un jueves, laborable y cuatro d¨ªas antes de la Nochebuena.
Todas las formaciones coinciden en que no son unos comicios normales, aunque difieren en el acento que le dan a ese calificativo. Esquerra Republicana, el Partido Dem¨®crata Catal¨¢n (PDeCAT) y la CUP han insistido cada d¨ªa de precampa?a en que se trata de un adelanto electoral ¡°ileg¨ªtimo e ilegal¡± porque solo reconocen como leg¨ªtimo al Govern cesado. Pese a ello, no dudaron en concurrir desde el minuto uno. La n¨²mero dos de ERC, Marta Rovira, argumenta que la ¨²nica legitimidad de los comicios la otorga el hecho de que el independentismo participe.
Incluso Xavier Garc¨ªa Albiol, el candidato del PP a la Generalitat, expres¨® su sorpresa por la rapidez en la convocatoria. El popular asegur¨® que prefer¨ªa que la votaci¨®n llegara en seis meses, tiempo en el que el Gobierno central podr¨ªa hacer cambios en campos como la educaci¨®n o los medios de comunicaci¨®n p¨²blicos catalanes, aprovechando el art¨ªculo 155. In¨¦s Arrimadas, la candidata de Ciudadanos, asegur¨® ayer que ¡°quedan 20 d¨ªas para que acabe el proc¨¦s¡±.
Pero para el expresidente Carles Puigdemont, que se encuentra a la espera de que la justicia belga decida sobre su extradici¨®n, estas elecciones son ¡°una segunda vuelta¡± del refer¨¦ndum ilegal del pasado 1 de octubre. En esa jornada el independentismo cosech¨® 2,2 millones de votos, en una consulta sin garant¨ªas electorales. Y en esos resultados se escuda la lista del expresident, Junts per Catalunya, que reclama ¡°otra victoria hist¨®rica para hacer de la v¨ªa pac¨ªfica y democr¨¢tica el ¨²nico camino para avanzar¡±. El planteamiento del independentismo es ganarle a Rajoy la partida con sus propias reglas de juego.
Cada voto contar¨¢. Tanto es as¨ª que el portavoz de ERC, Sergi Sabri¨¤, calent¨® la precampa?a al sembrar dudas, sin mostrar pruebas, sobre la limpieza del escrutinio del 21-D. Su partido, explic¨®, reforzar¨¢ el recuento paralelo que suelen hacer las formaciones en las noches electorales para evitar un ¡°pucherazo¡±. El bloque constitucionalista y el Gobierno central se le echaron al cuello.
Diez millones de euros de presupuesto
Los siete grandes partidos que concurren a las elecciones catalanas prev¨¦n gastar m¨¢s de 10 millones de euros en la campa?a. Todos hacen una previsi¨®n de esca?os ya que reciben una subvenci¨®n del Estado por cada uno que finalmente obtengan.
Ciudadanos har¨¢ la campa?a m¨¢s cara: 2,1 millones de euros (750.000 euros para el env¨ªo de propaganda). ERC y el PP gastar¨¢n una cantidad id¨¦ntica, 1,8 millones. Los populares, que tienen los peores pron¨®sticos en los sondeos, son la ¨²nica formaci¨®n que baja el presupuesto.
El PSC prev¨¦ gastar 1,7 millones. Junts per Catalunya, 1,4 millones. Catalunya en Com¨², 790.000 euros. La CUP destinar¨¢ 430.000 euros.
La posible liberaci¨®n de los ocho exconsejeros, ahora en prisi¨®n preventiva por decisi¨®n de la Audiencia Nacional ¡ªsiete de ellos candidatos¡ª o de los l¨ªderes de la ANC y ?mnium Cultural, no devolver¨¢ la normalidad a una campa?a donde otros candidatos est¨¢n huidos de la justicia. La intervenci¨®n ayer por v¨ªdeo de Puigdemont, en un acto en Girona, fue un ejemplo de la telecampa?a que se vivir¨¢ en Catalu?a. En ocasiones, la ausencia de un candidato lo hace m¨¢s presente. Y en eso se esfuerza a diario el expresident.
Ganar en esca?os y votos
La crispaci¨®n de la precampa?a se ha hecho evidente en las quejas de algunos partidos. Desde las juntas electorales provinciales explican que han recibido varios escritos del PP, Ciudadanos, el PSC y Sociedad Civil Catalana sobre posibles ataques a la neutralidad de los comicios. El PP en Barcelona, por ejemplo, se quej¨® de que el Ayuntamiento autorizara que algunas fuentes p¨²blicas se iluminen de amarillo en solidaridad con los encarcelados. Por su parte, el defensor del pueblo catal¨¢n, Rafael Rib¨®, critic¨® el viernes a la Junta Electoral central por lo que considera el exceso de ¡°prohibiciones a las que se ha sometido a expresiones democr¨¢ticas y transparentes¡±.
Las encuestas no muestran un 22-D muy diferente de la actual composici¨®n del Parlament. Ambos bloques quieren ganar tanto en esca?os como en votos y as¨ª poder hacer una lectura inequ¨ªvoca. No ser¨¢ f¨¢cil. El secesionismo es v¨ªctima de su discurso maximalista del pasado. Ya puso toda la carne en el asador en las pasadas auton¨®micas, el 27 de septiembre de 2015. Bajo el eslogan El voto de tu vida, Junts pel S¨ª (Converg¨¨ncia m¨¢s ERC) cosech¨® 1.628.714 votos, casi el 40% del total. Ahora llega dividido en tres candidaturas. Esta vez no ha habido posibilidad de una lista conjunta. Los republicanos por primera vez tienen posibilidades reales de liderar la Generalitat y quieren cuidar su discurso para lograr la victoria, evitando quitar m¨¦ritos a la figura de Puigdemont. La CUP no quiere saber nada del PDeCAT, que ha terminado diluido dentro de una lista de independientes confeccionada por el expresident.
La participaci¨®n en las elecciones de 2015 fue de 77,4%, la m¨¢s alta en unos comicios catalanes. Los partidos explican que las posibilidades de trasvase entre ambos bloques es casi inexistente y la lucha se enfoca entre similares. Incluso aceptan que el mejor aliado es el des¨¢nimo dentro de las huestes contrarias antes que la pesca de nuevos seguidores.
Ciudadanos ¡ªque los sondeos sit¨²an en el segundo lugar¡ª y el PP buscan un compromiso claro del PSC con el constitucionalismo y le acusan de querer pactar con los republicanos. Sin embargo, el partido que tendr¨ªa la llave del acuerdo, seg¨²n las encuestas, es Catalunya en Com¨², la formaci¨®n de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. El ¨²ltimo sondeo de Metroscopia para EL PA?S dice que los ocho diputados que lograr¨ªa esta coalici¨®n de izquierdas ser¨¢n fundamentales para investir a un nuevo presidente catal¨¢n. Un independentismo que no quiere hacerse da?o entre sus diferentes formaciones tiene en los comunes un comod¨ªn perfecto.
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