Vic vota de amarillo

Ya ha votado y espera con los ojos fijos en la puerta. ¡°Soy republicana de nacimiento. Toda mi familia y yo llevamos a?os esperando para vivir la rep¨²blica en pleno derecho¡±. Agn¨¨s Buscart, maestra jubilada de 65 a?os, aguarda junto a decenas de periodistas y muchos votantes a que entre Marta Rovira por la puerta del colegio Casal Moss¨¨n Guiteras, en Vic (Barcelona). La n¨²mero 2 de la lista de ERC aparece pasadas las 10.30 y se da un ba?o de multitudes. Aplausos, besos y lazos amarillos por doquier: en su solapa y en la de quienes la abrazan.

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A menos de 80 kil¨®metros de Barcelona, este 21-D se vota en la ciudad amarilla. Lazos amarillos en las calles, pintados en las calzadas, anudados a los sem¨¢foros, coronando el ¨¢rbol de Navidad de la rectangular Plaza Mayor y el ¨¢rbol de los deseos de la Plaza del Pes, circundada de esteladas, donde junto a sue?os de paz y amor para el a?o que viene se pide en un cartel blanco que ¡°los presos pol¨ªticos vuelvan a casa¡±. Hasta un maniqu¨ª de una tienda de ropa la calle comercial de Manlleu luce pinza amarilla en la solapa. En las elecciones de 2015, en este municipio de callejuelas de piedra, el independentismo arras¨® por goleada: 67% de votos para Junts Pel S¨ª, casi un 9% para la CUP.

Aqu¨ª vota Marta Rovira, que recuerda al encarcelado Oriol Junqueras tras soltar la papeleta y pide gran participaci¨®n ¡°como hubo el 1 de octubre¡± (el d¨ªa del refer¨¦ndum ilegal). Tambi¨¦n en la comarca de Osona, en el municipio de Gurb que linda con Vic, donde est¨¢ la f¨¢brica de Casa Tarradellas, el exconseller de Justicia Carles Mund¨® (ERC), que pas¨® 33 d¨ªas en prisi¨®n preventiva en Estremera acusado de sedici¨®n, acude a votar con su mujer y sus dos hijos y desea que ¡°este mal sue?o se termine¡±.

Otra figura de primera fila del independentismo, Marta Pascal, coordinadora general del PDeCat, est¨¢ de interventora de mesa en el colegio Estel, en el centro del municipio de 43.000 habitantes que vive de la producci¨®n de embutidos. Pascal alaba la participaci¨®n alt¨ªsima de primeras horas de la ma?ana -a las 18.00 la participaci¨®n sube ligeramente tres puntos respecto a 2015 hasta un 70,4%- y asegura que la jornada transcurre ¡°tranquila¡±. Todo lo tranquila que puede ser una votaci¨®n con el l¨ªder de ERC siguiendo el recuento desde la c¨¢rcel y el de Junts Per Catalunya controlando la jornada desde Bruselas. ¡°Queremos que ganen los catalanes, que vuelva Puigdemont¡±, le desean al exiliado Montserrat Ti?¨¢, de 82, y Miquel Rall¨®, de 86. Llevan 65 a?os casados. ¡°Estamos hartos de votar y de que no lo hagan bien¡±, cuenta ella antes de marcharse despacio por la rampa. Comparte deseos de independencia Mar¨ªa Serrat, profesora de Educaci¨®n F¨ªsica de 24 a?os, espera que ¡°gane la Rep¨²blica¡±. ¡°Queremos salir de Espa?a y que se oiga nuestra voz¡±.

Pero otras voces tambi¨¦n se abren paso en el municipio de las senyeras. La de Andrea Rilo, enfermera gallega de 24, que vota por primera vez en Catalu?a: ¡°Yo no quiero que Espa?a se separe, pero va a estar todo muy igualado¡±. Todo esto le agota: ¡°He hablado m¨¢s de pol¨ªtica de lo que me hubiera gustado¡±. O la de David Martos (44), que llega a la carrera a su mesa para votar este jueves todav¨ªa con el mono de pintor puesto: ¡°Menos hablar de Espa?a y Catalu?a y m¨¢s con el pueblo. Tenemos sueldos baj¨ªsimos y las empresas nos machacan. Esto no se arregla ni con independencia ni con la unidad de Espa?a¡±, lamenta. Lo ¨²nico que parece alegrarle es que tendr¨¢ cuatro horas libres por votar en d¨ªa laborable ¡°que paga Rajoy¡±.

Junto a la puerta de su colegio, dos apoderados del PSC que llegaron en autob¨²s de madrugada desde la Comunidad Valenciana y empezaron la jornada como bichos raros en este feudo independentista: ¡°Al llegar nos hemos sentido muy observados por el resto de apoderados, luego la cosa se ha calmado¡±, explica V¨ªctor Navarro, concejal en el municipio valenciano de N¨¢quera de 37 a?os, que fue el primero que se apunt¨® voluntario para una ¡°jornada hist¨®rica¡± de los 50 que se han trasladado de su partido desde la comunidad vecina.

Los cordeles naranjas de Ciudadanos de Enma Marug¨¢n (56) y Ana Mar¨ªa Damini (67) ponen una nota de otro color, el de quienes hasta ahora se defin¨ªan como una mayor¨ªa silenciosa. El partido de Albert Rivera ¡°est¨¢ formando¡± una agrupaci¨®n en el municipio de Rovira, Mund¨® y los lazos amarillos, cuenta Damini: ¡°Yo me he involucrado para defender la sociedad que quiero para mis hijos y mis nietos¡±.

Mientras, en uno de los balcones de la Plaza Mayor, la misma en la que se mont¨® en noviembre una celda abierta al p¨²blico, un marcador se?ala infatigable los segundos, minutos, horas y d¨ªas que los l¨ªderes de ANC y ?mnium Cultural, Jordi S¨¤nchez y Jordi Cuixart, llevan encarcelados y acusados de sedici¨®n desde el 17 de octubre. Debajo un cartel: Rep¨²blica Igualitaria de Todos.

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