Rivera ?futuro inquilino de la Moncloa?

2018 podr¨ªa ser el a?o de Ciudadanos. O al menos as¨ª parecen augurarlo algunas estimaciones de voto publicadas recientemente en distintos medios de comunicaci¨®n. Seg¨²n los sondeos, Ciudadanos estar¨ªa hoy en condiciones de erigirse como el partido m¨¢s votado en unas eventuales elecciones generales. Este dato ha llevado a algunos analistas a considerar que nos estamos adentrando en un nuevo ciclo marcado por el retroceso de la izquierda y el auge sin precedentes de Ciudadanos.

Pero, ?realmente se abre una nueva etapa dominada por Ciudadanos o se trata de un fen¨®meno m¨¢s bien de car¨¢cter coyuntural? Por un lado, existen poderosos motivos para ser cautos sobre la capacidad de Ciudadanos de mantener su liderazgo en las encuestas. Es probable que parte de su ascenso responda a un efecto luna de miel como consecuencia de sus extraordinarios resultados en las elecciones catalanas de diciembre. De hecho, existe un precedente an¨¢logo al que estamos viviendo estas semanas. En oto?o de 2015, tras las elecciones catalanas del 27S, Ciudadanos tambi¨¦n experiment¨® un fuerte ascenso en las encuestas. Entonces, algunas estimaciones lo situaron como segunda fuerza pol¨ªtica, dejando atr¨¢s tanto a Podemos como al PSOE.

El auge de Ciudadanos en las encuestas en oto?o de 2015 result¨® ser tan solo un espejismo, pues apenas dur¨® unas pocas semanas. En las elecciones generales de diciembre de ese mismo a?o, Ciudadanos qued¨® relegado a una cuarta posici¨®n, retrocediendo a cotas electorales muy inferiores a las que las encuestas le auguraban pocas semanas atr¨¢s. En realidad, los ¨²ltimos procesos electorales parecen haber dejado al descubierto un patr¨®n: existe un votante del PP que declara simpatizar con Ciudadanos en las encuestas, pero acaban regresando a las filas del PP cuando se acerca el d¨ªa de las elecciones.

Adem¨¢s, el ciclo electoral no se presenta favorable para los intereses de Ciudadanos. Si el gobierno de Rajoy consigue resistir este a?o, entonces las elecciones generales podr¨ªan ir precedidas por las elecciones auton¨®micas y locales, previstas para mediados de 2019. De ser as¨ª, Ciudadanos se ver¨ªa obligado a llegar a unas elecciones generales pasando antes por unos comicios particularmente complicados para sus intereses, pues a¨²n no goza de un arraigo s¨®lido a nivel local. Por ejemplo, en las elecciones municipales de 2015, Ciudadanos obtuvo el 6,5 por ciento de los votos, menos de la mitad de lo que logr¨® en las elecciones generales de ese mismo a?o. As¨ª pues, el ciclo electoral no facilita que Ciudadanos pueda llegar a las pr¨®ximas elecciones generales con una imagen de partido ganador. En pol¨ªtica la gesti¨®n de los tiempos es crucial y, en ese terreno, el PP goza de cierta ventaja, especialmente si logra sobrevivir este a?o.

En definitiva, una mirada a lo ocurrido en el pasado nos obliga a ser cautos con el actual idilio de Ciudadanos con las encuestas. A¨²n as¨ª, no todos los indicios apuntan a que estamos ante un mero espejismo, pues el actual contexto pol¨ªtico no es del todo homologable al de oto?o de 2015. En esta ocasi¨®n, existen algunos elementos que nos pueden hacer pensar que quiz¨¢s Ciudadanos est¨¢ viviendo algo m¨¢s que una simple luna de miel.

En concreto, la introducci¨®n de la cuesti¨®n catalana en la agenda pol¨ªtica espa?ola est¨¢ alterando las coordenadas de competici¨®n partidista. Tradicionalmente era el PP quien lograba obtener r¨¦ditos cuando l¨®gicas de izquierda-derecha quedaban eclipsadas por el nacionalismo. Sin embargo, el PP tiene hoy un fuerte competidor en el terreno de las identidades nacionales. Ciudadanos, goza de un solvente pedigr¨ª antinacionalista catal¨¢n que puede utilizar en este nuevo contexto para ganarle la batalla al PP en la dimensi¨®n nacionalista.

Por el momento as¨ª parece avalarlo la ¨²ltima encuesta de Metroscopia. Seg¨²n ¨¦sta, las fugas de PP hacia Ciudadanos son las principales responsables del ascenso de la formaci¨®n de Albert Rivera en las ¨²ltimas semanas. Si estas transferencias responden a un cambio en las coordenadas de competici¨®n partidista en lugar de un mero efecto luna de miel, entonces el auge de Ciudadanos podr¨ªa no desvanecerse a corto plazo.

Puede que las encuestas est¨¦n situando a Albert Rivera m¨¢s cerca de la Moncloa de lo que realmente est¨¢, pero, si la crisis catalana sigue marcando la pol¨ªtica espa?ola, puede que este 2018 sea un a?o particularmente amable para los intereses electorales de Ciudadanos.