C¨®mo preguntar a Vargas Llosa
Juan Cruz presenta junto a otros cuatro periodistas su libro de encuentros con el Nobel de Literatura
Si lo hubiesen tenido que entrevistar el martes por la noche le preguntar¨ªan qu¨¦ pensador liberal le marc¨® m¨¢s en su vida, si no se ha cansado de ingratitudes, si la cultura debe quedar desprotegida respecto al mercado, c¨®mo convencer a alguien para leer Los miserables, de V¨ªctor Hugo, en tiempos seri¨¦filos, o en qu¨¦ cree que quedar¨ªa el Bar?a-Chelsea programado para jugarse despu¨¦s del acto. Pero como el se?or sentado en la primera fila junto a Isabel Preysler no contest¨®, no deb¨ªa de tratarse de Mario Vargas Llosa. Aunque se le parec¨ªa un huevo. Pero nada, no respondi¨®¡
As¨ª que los congregados en la Librer¨ªa Rafael Alberti por obra y gracia de Lola Larumbe, su due?a, y Juan Cruz, autor de Encuentros con Mario Vargas Llosa (Ediciones Deliberar), se pasaron el rato contando en qu¨¦ consist¨ªa el privilegio de preguntar al Nobel y, sobre todo, el arte de c¨®mo ¨¦ste sab¨ªa contestar sin eludir casi nunca nada. Moderados por la periodista y bibli¨®fila Ada del Moral, se congregaron junto al adjunto al director de EL PA?S el colombiano Carlos Gran¨¦s, el peruano Ra¨²l Tola y el espa?ol Javier Rodr¨ªguez Marcos, redactor de este diario. Tambi¨¦n el editor, Jos¨¦ Lorenzo, que presentaba colecci¨®n con este libro.
Todos ellos, alguna vez, lo hab¨ªan entrevistado. Pero nadie tantas veces como Cruz, r¨¦cord Guiness en esa tarea, aparte de haber sido su editor durante una ¨¦poca de su carrera. De ah¨ª las 250 p¨¢ginas del libro, en que desfila su autor en varias encrucijadas vitales: ¡°Como la vez en que le esper¨¦ junto a la editorial Gallimard, en Par¨ªs, porque alguien me dijo que en alg¨²n momento aparecer¨ªa y yo quer¨ªa entrevistarlo¡±, coment¨® Cruz. Hab¨ªa perdido las elecciones en Per¨², iba a escribir El pez en el agua ¡ª¡°un libro que el que no lo haya le¨ªdo no tiene ni idea de qui¨¦n es Mario Vargas Llosa¡±, asegura el autor del nuevo volumen¡ª y logr¨® una cita con ¨¦l. Lleg¨® a sospechar que no se presentar¨ªa. ¡°Porque es algo que suelen hacer quienes se sienten acosados. Pero apareci¨®, porque me lo prometi¨®, y ¨¦l es un hombre que cumple¡±.
No s¨®lo ha aprendido Cruz de sus respuestas. Tambi¨¦n, en cierto modo, el escritor, le ense?¨® a preguntar. ¡°La primera vez que lo entrevist¨¦, yo le lanzaba las cuestiones en plan joven periodista intr¨¦pido, a lo brit¨¢nico. Por la forma en que me mir¨®, comprend¨ª que me dec¨ªa: ¡®Pero, chaval¡¡¯ Y supe que no conviene avasallar a nadie para hacer entrevistas¡±.
Y siempre Per¨²
M¨¢s bien, el arte del g¨¦nero consiste en abrir los cauces para que brillen las respuestas. ¡°Estimular al conversador que tiene delante¡±, asegura Cruz. En caso de Gran¨¦s, ir preparado, pero saber relajarse, dijo el colombiano, ¡°porque ¨¦l sabe sacar petr¨®leo de cualquier idiotez que le plantees¡±. O, como asegura Rodr¨ªguez Marcos, ¡°es como esos futbolistas tan buenos que saben rematar un cochinillo y meter gol. Todo en sus respuestas denota que ha pensado y que ha vivido¡±.
Porque Vargas Llosa es un hombre de mundo que siempre saca a colaci¨®n Per¨², comenta su paisano Tola y corrobora Cruz. O un curioso impenitente, ¡°el muchacho lime?o que carga con esa maleta de inquietudes¡±, coment¨® este ¨²ltimo. ¡°El hombre que al ganar el Nobel se prometi¨® a s¨ª mismo que no se convertir¨ªa en estatua¡±, terci¨® Tola.
O el prosista ¡ªnovelista, articulista, ensayista, memorialista¡¡ª que en su dominio de buena parte de los g¨¦neros ha sabido crear uno propio. Es lo que viene a probar la obra que est¨¢ a punto de publicar: La llamada de la tribu (Alfaguara), una disecci¨®n de los siete pensadores que, seg¨²n su confesi¨®n, lo convirtieron al liberalismo. ¡°En todo momento, ya sea al hablar de Adam Smith o de Karl Popper, sientes que est¨¢ tratando por encima de todas las cosas, sobre seres humanos¡±, opin¨® Cruz. Pero es una duda con la que los asistentes se quedaron. Primero porque el libro aparecer¨¢ el 1 de marzo. Y despu¨¦s porque el se?or de la primera fila que tanto se parec¨ªa a Mario Vargas Llosa no abri¨® la boca.
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