Esclavismo omnipresente
M¨¢s all¨¢ del defenestrado Antonio L¨®pez, Barcelona y toda Catalu?a est¨¢n salpicadas de recuerdos de las fortunas de la trata de personas entre ?frica y Cuba
Eliminar el pasado esclavista de las calles de Catalu?a y del conjunto de Espa?a ser¨ªa una tarea extenuante. Antonio L¨®pez, Marqu¨¦s de Comillas, de quien el Ayuntamiento de Barcelona retir¨® la estatua el pasado domingo, ni siquiera es el caso m¨¢s probado de la trata de personas del siglo XIX entre ?frica y Am¨¦rica. Grandes nombres de la burgues¨ªa amasaron fortunas como negreros, personas que tienen calles dedicadas, edificios emblem¨¢ticos y un pasado entre tinieblas.
El historiador Josep Maria Fradera public¨® en 1984 La participaci¨®n catalana en el tr¨¢fico de esclavos, estudio de referencia sobre la materia. Fradera determin¨® que a mitad del siglo XIX el capital catal¨¢n lleg¨® a copar el 74% de la importaci¨®n de mano de obra forzada a Cuba. El profesor de la Universidad de Miami Joaquim Roy apunta en el libro Catalu?a en Cuba que hasta 1820, tres a?os despu¨¦s de firmarse el primer tratado entre Gran Breta?a y Espa?a para prohibir el tr¨¢fico de esclavos, los comerciantes catalanes hab¨ªan introducido en Cuba el 23% del casi mill¨®n de africanos desembarcados en la isla desde el siglo XVI.
Fradera explicaba que muchos catalanes vieron una oportunidad de negocio tras la progresiva ilegalizaci¨®n de la trata de personas en el imperio brit¨¢nico y en Estados Unidos. ¡°Una porci¨®n nada despreciable del valor a?adido de nuestra sociedad est¨¢ construido a partir del enorme dineral que gener¨® el tr¨¢fico ilegal de esclavos africanos¡±, escribe el historiador Xavier Juncosa en el libro Negreros y esclavos. Barcelona y la esclavitud atl¨¢ntica. Juncosa recuerda que el ¨¦xito de la Exposici¨®n Universal de 1888 ¡°fue posible porque treinta a?os antes, tras la demolici¨®n de las murallas, un pu?ado de empresarios imaginaron una nueva ciudad gracias, en buena parte, a las decenas de millones que repatriaron los indianos del suculento tr¨¢fico de esclavos¡±. Buena parte del primer desarrollo de la Barcelona m¨¢s all¨¢ de las murallas hacia el nuevo Eixample fue en parte posible por inversiones como las del capit¨¢n negrero Josep Carb¨® o del esclavista Agust¨ªn Goytisolo Lezarzaburu ¡ªantepasado de los hermanos escritores Goytisolo¡ª, explica en Negreros y esclavos Mart¨ªn Rodrigo, profesor de Historia de la Universitat Pompeu Fabra.
De la prohibici¨®n al 'boom' del tr¨¢fico
Liberalizaci¨®n del tr¨¢fico. El comercio espa?ol de esclavos de ?frica a Am¨¦rica se liberaliz¨® en 1789. Entre aquel a?o y 1820 los barcos procedentes de puertos catalanes pasaron de introducir en Cuba del 24% al 74% de los esclavos, seg¨²n Josep Maria Fradera.
Gran Breta?a presiona. Espa?a firm¨® en 1817 el primer tratado con Gran Breta?a para la prohibici¨®n del tr¨¢fico de personas entre ?frica y las colonias. La marina brit¨¢nica actuaba como polic¨ªa de los mares y estableci¨® tribunales a lo largo y ancho del imperio para perseguir la trata.
Beneficios astron¨®micos. La progresiva desaparici¨®n de la competencia de los negreros brit¨¢nicos y norteamericanos fue aprovechada por los comerciantes y navieros catalanes. Los historiadores indican que los riesgos de las expediciones ilegales eran tan altos que solo unos beneficios astron¨®micos pod¨ªan compensarlos.
?ltimo barco negrero. Se considera 1873 como la fecha del ¨²ltimo desembarco de esclavos en Cuba. Se estima que desde el siglo XVI llegaron a la isla un mill¨®n de trabajadores forzados africanos.
M¨¢s clamorosos son los casos de hombres que a mediados del siglo XIX estaban en la c¨²spide social de Catalu?a: por un lado destaca el empresario qu¨ªmico y naviero Josep Vidal Ribas, que est¨¢ documentado que como m¨ªnimo financi¨® tres expediciones de esclavos. Fue accionista de referencia del Banco de Barcelona y solo en el Eixample su familia lleg¨® a ser propietaria de catorce promociones inmobiliarias. Vidal Ribas tiene una calle dedicada en su municipio natal, Sant Feliu de Llobregat, y tambi¨¦n en Esplugues de Llobregat. Otro referente es Jaume Torrents, portentoso industrial en Cuba que reinvirti¨® parte de sus beneficios en inmuebles en Barcelona, el m¨¢s conocido, la actual sede del Ateneu Barcelon¨¨s, que fue su residencia. Juncosa asegura que seis de sus barcos participaron en el traslado de esclavos a Cuba. Juncosa destaca que Torrents ten¨ªa que pagar una comisi¨®n por cada trabajador forzado introducido a Cuba a la reina consorte Mar¨ªa Cristina a trav¨¦s del banquero y militar Manuel Pastor.
A un tiro de piedra de la plaza de Antonio L¨®pez serpentean frente al Port Vell los P¨®rticos de Vidal-Quadras. Fueron construidos por los hermanos banqueros Manuel y Alejo Vidal-Quadras, vinculados con el esclavismo por numerosos acad¨¦micos. En Barcelona, en el barrio de Sarri¨¤, tambi¨¦n hay una calle Vidal-Quadras dedicada a Alejo. En Vilanova i la Geltr¨² se honra la memoria de uno de los nombres paradigm¨¢ticos del comercio de esclavos, Salvador Sam¨¤. Una c¨¦ntrica avenida lleva su nombre en Vilanova. El colegio que regentan los escolapios en este municipio fue una donaci¨®n de Sam¨¤.
Existen reminiscencias del colonialismo pero tambi¨¦n del esclavismo en la cultura popular catalana. En la Diagonal de Barcelona se levanta la Fuente de la Palangana, tambi¨¦n conocida como ¡°del negrito¡±, del escultor Eduard Batiste Alentorn. La escultura reproduce la escena de una ni?a que con una esponja quiere limpiar la cara de un ni?o negro. Uno de los gigantes de las fiestas de Vilassar de Mar representa a Pere Mas Roig, El Pigat, famoso capit¨¢n negrero. El Pigat era hermano del tatarabuelo del expresidente de la Generalitat Artur Mas.
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