Del mestizaje a los turistas en bicicleta

La calle del Oso, en el barrio madrile?o de Lavapi¨¦s, es el escenario cada 7 de agosto de una curiosa fiesta vecinal. Los residentes engalanan la v¨ªa con mantones y guirnaldas y, cuando cae el sol, arranca la actuaci¨®n de Emy, una mujer transexual que, con sus mejores galas, imita a Roc¨ªo Jurado, Mar¨ªa Jim¨¦nez y otras cantantes. Al espect¨¢culo asiste p¨²blico de lo m¨¢s variopinto, desde vecinos de toda la vida vestidos de chulapo, hasta manteros y turistas sorprendidos. Esa celebraci¨®n, precisamente en la calle donde el jueves falleci¨® el senegal¨¦s Mame Mbaye, es probablemente una de las que mejor define Lavapi¨¦s (oficialmente, el barrio de Embajadores), una amalgama de capas socioecon¨®micas y culturales que se han ido superponiendo a lo largo de d¨¦cadas, creando cada vez algo distinto.

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Luis Miguel Garc¨ªa, de 60 a?os, comerciante de tercera generaci¨®n en el Zapato de Oro de la calle del Sombrerete, ha vivido todos los cambios. Cuenta que al tradicional barrio castizo y obrero, el del chotis y las verbenas,?llegaron en los a?os noventa numerosos trabajadores chinos que lo convirtieron, con sus tiendas al por mayor, en algo parecido a un gran pol¨ªgono industrial, desplazando de paso a buena parte de los comerciantes tradicionales. ¡°Ven¨ªan con mucho dinero y no se pod¨ªa competir¡±.

En 2006, las restricciones al tr¨¢fico acabaron con esa situaci¨®n, pero para entonces las oleadas migratorias de principios de siglo, atra¨ªdas por los pisos peque?os y baratos en pleno centro de la ciudad (hay todav¨ªa muchas infraviviendas), lo hab¨ªan convertido en esa zona mestiza cuya imagen de convivencia no solo logr¨® superar el constante estigma de inseguridad, sino que trascendi¨® las fronteras del pa¨ªs. En esa ¨¦poca, entre los j¨®venes modernos que tambi¨¦n iban llenando el lugar con renovadas inquietudes sociales y culturales, los extranjeros llegaron a suponer el 35% de la poblaci¨®n, con Ecuador, Bangladesh, Marruecos, China, Colombia, Senegal y Bolivia como los pa¨ªses m¨¢s representados.

Hoy, el porcentaje ha bajado al 25%. Y entre las siete nacionalidades con mayor presencia, con Bangladesh, Marruecos y Senegal, se han colado Italia, Francia, Estados Unidos y Reino Unido. El n¨²mero de senegaleses, protagonistas de las protestas de estos d¨ªas, se ha reducido casi un 50%, hasta 489 el verano pasado, seg¨²n los datos del Ayuntamiento de Madrid.

Ayer a las 11.00, mientras los servicios municipales terminaban de limpiar los restos de la batalla campal del jueves en la plaza de Agust¨ªn Lara, la imagen de una docena de turistas franceses haciendo un tour en bicicleta ilustraba perfectamente esa ¨²ltima mutaci¨®n del barrio. Los viajeros completan ahora un paisaje plagado de pisos tur¨ªsticos ¡ªa trav¨¦s de Airbnb se ofrecen m¨¢s de 2.000, seg¨²n los datos de Inside Airbnb¡ª, mientras se multiplican tiendas y bares a la ¨²ltima?¡ªbarber¨ªas, librer¨ªas con sala de arte y cafeter¨ªa¡ª y se dispara el precio de las viviendas: desde 2013 el alquiler ha aumentado un 47% y la venta, un 38,5%, muy por encima de la media de la ciudad, seg¨²n los datos de Idealista.

Manuel Osuna, portavoz de la asociaci¨®n de vecinos La Corrala de Lavapi¨¦s, opina que esos precios est¨¢n creando unas tensiones en el barrio que antes no exist¨ªan: ¡°Est¨¢n triplicando el precio de los alquileres y muchos vecinos, entre ellos los africanos, no los pueden pagar¡±, asegura. El comerciante Luis Miguel Garc¨ªa se encoge de hombros porque esas subidas a ¨¦l no le afectan ¡ªes propietario de su local¡ª y tiene la firme intenci¨®n de seguir con su negocio ¡ªy que luego lo haga su hijo¡ª vayan hacia donde vayan las cosas. ¡°Nos adaptaremos¡±, dice, ¡°como siempre¡±.