Sectores independentistas buscan una confluencia para echar a Colau

A un a?o para las pr¨®ximas municipales, los partidos toman posiciones para asaltar los ayuntamientos. Y en pleno desgaste del proceso soberanista, Barcelona es un trofeo de caza mayor. ERC ya tiene candidato, Alfred Bosch. Y el PDeCAT ha iniciado unas primarias que se disputan Neus Munt¨¦ y Carles Agust¨ª. Mientras, son muchas las voces que piden una confluencia independentista capaz de desbancar a la alcaldesa Ada Colau. Y hay una que ha decidido dar el paso para lograrlo: el fil¨®sofo y tertuliano afincado en Nueva York Jordi Graupera.

Esquerra es quien m¨¢s avanzada tiene la maquinaria electoral. Tiene candidato y la moral alta por los buenos resultados que auguran las encuestas. De entrada, no son partidarios de una confluencia. Y el PDeCAT est¨¢ dividido entre quienes quieren aprovechar las municipales para lanzar la marca tras dejar atr¨¢s Converg¨¨ncia y los partidarios de repetir una alianza con ERC, un Junts per Barcelona.

Con estos mimbres, el pasado d¨ªa 9, Graupera (Barcelona, 1981) lanz¨® en las redes la marca Barcelona es capital y anunci¨® una conferencia titulada Una propuesta para Barcelona. Tanto el fil¨®sofo como su entorno son herm¨¦ticos sobre el contenido de la convocatoria, pero todo el mundo da por hecho que ofrecer¨¢ a todo el ecosistema independentista una candidatura unitaria para ganar Barcelona. La semana pasada, en Catalunya R¨¤dio habl¨® de la necesidad de ¡°tener una esfera p¨²blica m¨¢s robusta para debatir sin miedo a aliarnos con partidos o movimientos¡± y de pasar de opinar, a ¡°jugarse algo m¨¢s¡±.

Soberanista liberal

Graupera, bien relacionado con el entorno soberanista de corte liberal ¡ªXavier Sala-i-Martin, Bernat Dedeu, Anna Arqu¨¦, Joan Laporta o Enric Vila, pero sin casarse con nadie¡ª, est¨¢ convencido de que el independentismo unido podr¨ªa ganar el Ayuntamiento de Barcelona. Es conocido por sus art¨ªculos y su participaci¨®n en tertulias, hasta el a?o pasado en Rac1 y ahora con M¨°nica Terribas. Lleva a?os viviendo en Nueva York, y este curso hace un postdoctorado en la Universidad de Princeton.

Asegura que va por libre. ¡°No hay nadie detr¨¢s de m¨ª. No he pactado nada ni con ning¨²n partido pol¨ªtico. Me estoy viendo y hablando con todo el mundo que me llama. Hago esta conferencia por ese motivo¡±, aclar¨® hace unos d¨ªas. El jueves cont¨® en Twitter que visit¨® al ex presidente Carles Puigdemont en B¨¦lgica. Y que envi¨® el texto de la conferencia a los jordis y los ex consejeros encarcelados.

Graupera tambi¨¦n ten¨ªa previsto verse con Clara Ponsat¨ª, Antoni Castell¨¤ (de Dem¨°crates, la escisi¨®n soberanista de la extinta Uni¨®, con quien tiene muy buena sinton¨ªa). Y ha explicado tambi¨¦n la propuesta a los l¨ªderes de ERC y el PDeCAT en el consistorio barcelon¨¦s. ¡°Ojal¨¢ todo el mundo se sume¡±, afirm¨®.

En el Ayuntamiento, fuentes del PDeCAT reconocen que en vistas a 2019 ¡°hay un sentimiento compartido de la necesidad inexcusable de vehicular pol¨ªticamente, en forma de candidatura ganadora, un espacio central del soberanismo que es mayoritario en Barcelona¡±. ¡°Desde el PDeCAT estamos dispuestos a trabajar para hacerlo posible desde la generosidad y la voluntad de sumar¡±, afirman, pero recuerdan que hay que hablar tambi¨¦n de modelo de ciudad.

El PDeCAT est¨¢ en alerta despu¨¦s de que los independientes de Junts per Catalunya aseguraran que piensan constituirse como movimiento pol¨ªtico, m¨¢s all¨¢ del partido, algo similar a la confluencia que llev¨® a Colau a la alcald¨ªa. La coordinadora del PDeCAT Marta Pascal record¨® el pasado lunes que la marca Junts per Catalunya es suya, y que repetir este esquema, incluso en clave municipal es algo que tiene que aprobar el consejo nacional de los neoconvergentes.

Desde ERC, se muestran menos entusiastas: recuerdan que ya tienen candidato y que quien se ha mostrado partidario de alianzas electorales siempre ha sido el PDeCAT. Pero est¨¢n dispuestos a escuchar.

La pregunta es qu¨¦ Barcelona tiene Graupera en la cabeza. La primera cr¨ªtica que le lanzan, incluso desde el entorno de Puigdemont, es que, si bien es un personaje con la cabeza bien amueblada, ha dedicado parte de su vida p¨²blica a opinar desde 5.000 kil¨®metros de distancia.