De la tertulia al sal¨®n de plenos

La capacidad del independentismo para idear eventos, im¨¢genes, condicionar relatos pol¨ªticos o inventar f¨®rmulas electorales que parec¨ªan impensables es ilimitada. Y ha viajado desde el otro lado del charco a sacudir las elecciones municipales. Nada menos que en Barcelona. Cuando ERC ya tiene candidato, Alfred Bosch; la del PDeCAT ser¨¢ probablemente Neus Munt¨¦; y la CUP dice que el cabeza de lista es lo de menos, ha irrumpido desde Nueva York el fil¨®sofo y tertuliano Jordi Graupera dispuesto a presentarse a una candidatura unitaria del soberanismo que, dice, se decidir¨¢ en unas primarias abiertas. Que agrupe al independentismo pero tambi¨¦n su pluralidad y recoja el esp¨ªritu del 1 de octubre. Porque, sostiene, solo el independentismo cree que Barcelona es capital, la marca de su propuesta. Una idea que pone patas arriba la pol¨ªtica municipal cuando ERC se ve ganadora de las elecciones concurriendo en solitario y en el PDeCAT est¨¢n divididos entre quienes defienden aprovechar los comicios para asentar la nueva marca y quienes apuestan por repetir el experimento de Carles Puigdemont con una candidatura bajo la marca Junts per Barcelona.

Oratoria made in USA. La seguridad para plantarse, solo, en un escenario ante 1.300 personas de todas las edades (y repetir la charla porque otras tantas se quedaron en la calle). Y para afirmar, entre entregados aplausos, que el d¨ªa del refer¨¦ndum ¡°se produjo una ruptura entre la pol¨ªtica institucional y de partido y la gente¡±.

Graupera sostuvo ayer por la tarde en el teatro Vict¨°ria que en Nueva York (donde ha ejercido de profesor y ha cursado un postdoctorado) se ha dado cuenta de que en Barcelona, hasta ahora, ¡°para que te vaya bien y para tener poder debes renunciar a algo, a ser tu mismo, cuando en las ciudades libres la manera de tener ¨¦xito es afirmar quien eres¡±. Reconoci¨® que siempre ha tenido vocaci¨®n pol¨ªtica, pero que nunca ha aceptado las ofertas que ha recibido porque ¡°intu¨ªa que entrar en pol¨ªtica era renunciar¡±.

En cambio, afirm¨®, ¡°cuando hacemos las cosas en las que creemos hemos hecho cosas grandes, como un refer¨¦ndum, y ni la polic¨ªa antidisturbios ha podido pararnos¡±. Graupera asegur¨® que ¡°Barcelona est¨¢ en una encrucijada, lo tiene todo para que la vaya bien¡± y que la batalla que se est¨¢ librando ¡°no es local sino global¡±.

Ah¨ª van algunas afirmaciones m¨¢s. ¡°Estas elecciones no van solo de de recogida de basura, ordenanza de terrazas, tranv¨ªa o del precio del alquiler¡±. ¡°Barcelona debe ser la vanguardia¡±. ¡°Tenemos que decidir si la queremos fuerte y l¨²cida o callada y ambigua para no molestar¡±.

Todo para recordar que en la ciudad gana quien tiene un voto m¨¢s que el segundo. ¡°Por ello Colau es alcaldesa con menos votos de los que lograba CiU cuando sacaba menos que Maragall¡±. 170.000, record¨®. Y en cambio, el independentismo sac¨® entorno al medio mill¨®n de personas a la calle a votar en la consulta del 9N o el refer¨¦ndum de octubre. Y concluir que ¡°en las pr¨®ximas elecciones, si el soberanismo se presenta junto, gobernar¨¢ el Ayuntamiento porque cualquier otra alternativa pasar¨ªa por un pacto entre los comunes y Ciutadans¡±. ¡°No nos podemos permitir que Colau gobierne cuatro a?os m¨¢s, ni el catalanismo que nos ha llevado hasta aqu¨ª, ni Ciutadans¡±.

Graupera no eludi¨® la crisis que atraviesa el independentismo y admiti¨® que ¡°las relaciones entre los dos bloques no son las mejores que han tenido¡±. Pero, asegur¨®, ¡°la buena noticia es que las relaciones entre los votantes son mejores que nunca¡±. Por ello ayer mismo lanz¨® una recogida de firmas con la idea de presentarlas a los partidos y ¡°forzarles¡± a unirse. Y asegur¨® que para representar a todo el mundo, quien saque m¨¢s de un 15% de los votos tendr¨¢ un puesto en la lista electoral. ¡°?Qu¨¦ candidato no quisiera tener toda la fuerza del soberanismo detr¨¢s?¡±, pregunt¨® para anunciar: ¡°Yo me quiero presentar y las quiero ganar¡±.