El credo de la diversi¨®n

The Noises enarbolan un nombre equ¨ªvoco: no son amigos del ruido, sino traviesos y hasta un pel¨ªn rijosos. Han tardado en consolidarse, pero su paso de anoche por la Joy Eslava, para estrenar su ya quinto ¨¢lbum, ten¨ªa algo de sacudida huracanada. ¡°Nadie te lo har¨¢ mejor que yo¡±, reza la frase inaugural de En casa, el tema que abre su disco Sesi¨®n y el concierto de anoche, y no parece referirse precisamente a un trabajo para el instituto. Hay jovialidad, alegr¨ªa a borbotones en este quinteto.

Puede que a¨²n le cueste cre¨¦rselo a ¨¦l mismo, pero se nota en el bailongo Fran G¨®mez madera de l¨ªder embaucador. Encarna una vertiente hedonista que se rastrea m¨¢s en La Casa Azul o Miss Caffe¨ªna (su cantante, Alberto Jim¨¦nez, compareci¨® para una euf¨®rica lectura de En sus tumbas) que en las filas oficiales del indie. En realidad, The Noises hacen sencillo el credo de la diversi¨®n. ¡°Qu¨¦date a cenar conmigo / y haremos el amor dormidos¡± no parece el tipo de texto m¨¢s ingenioso que se puede escribir a los treinta. Tampoco lo pretenden: con una secci¨®n r¨ªtmica tan juguetona, el disfrute siempre queda m¨¢s cerca que el tormento sesudo.

El aperitivo corri¨® por cuenta de los jovenc¨ªsimos Venturi, tr¨ªo alborotador uniformado con camisas blanquinegras. Habr¨¢ igualmente que vigilarlos y confiar en alg¨²n tema redondo, adictivo. Lo que a¨²n echamos de menos en estos Ruidos demasiado ce?idos, por ahora, a su propia f¨®rmula.