Riesgo y audacia de S¨¢nchez

El inesperado vuelco pol¨ªtico de los ¨²ltimos siete d¨ªas es un premio a la audacia de Pedro S¨¢nchez. Los antecedentes son conocidos. S¨¢nchez cometi¨® el error de no ser diputado y el PSOE estaba en horas bajas, entre otras razones, porque su l¨ªder estaba casi desaparecido, al no hacerse visible en el Parlamento. Muchos electores, m¨¢s que ideas y propuestas pol¨ªticas, votan hoy a personas por la confianza que su imagen p¨²blica les suscita. Una manera de reaparecer, aunque perdiera, era plantear una moci¨®n de censura.

Sinceramente, esta es la idea que yo me hice de entrada: quiere que se le vea, como es natural, pero no ganar¨¢ la moci¨®n, no ve¨ªa de donde pod¨ªa obtener apoyos suficientes. Pero los obtuvo, por muy poco, dependiendo al final del PNV con quien Rajoy acababa de aprobar en el Congreso unos Presupuestos que daban ping¨¹es beneficios a la comunidad vasca.

Fiarse del PNV es siempre una ingenuidad, lo sabemos desde hace cuarenta a?os, al condicionar Arzalluz su voto favorable a la Constituci¨®n si ¨¦sta reconoc¨ªa unos misteriosos derechos hist¨®ricos: una vez conseguido dio la consigna de abstenerse. La semana pasada el PNV consum¨® una nueva traici¨®n objetiva, aunque quiz¨¢s no subjetiva porque, al fin y al cabo, su compromiso de fidelidad es s¨®lo con el pueblo vasco. ?Todo por la Patria!

Pero, adem¨¢s, S¨¢nchez hab¨ªa obtenido antes el apoyo, por razones distintas, de los nacionalistas catalanes y de Podemos: la coalici¨®n negativa contra Rajoy, trabajada con suma astucia, tal como relat¨® en estas p¨¢ginas la apasionante cr¨®nica de Carlos E. Cu¨¦, fue muy efectiva para una moci¨®n m¨¢s destructiva que constructiva. En efecto, Pedro S¨¢nchez fue investido presidente sin un programa que pudiera poner de acuerdo al PSOE con la mayor¨ªa de quienes le votaron. En principio, parec¨ªa un ejecutivo d¨¦bil, probablemente de corta duraci¨®n.

Pero a partir del lunes viene la segunda parte: la composici¨®n del Gobierno, la designaci¨®n de los ministros fue anunciada con cuentagotas, un acierto en comunicaci¨®n pol¨ªtica. El tono general lo marc¨® el primer nombre que sali¨® a la palestra, Josep Borrell, probablemente (para no decir con toda seguridad) la personalidad que m¨¢s pod¨ªa ofender a los nacionalistas catalanes. Tan s¨®lo quince d¨ªas antes hab¨ªa dicho por televisi¨®n que Quim Torra era mucho m¨¢s xen¨®fobo que la se?ora Le Pen y argumentos daba para defender esta afirmaci¨®n. O sea, de entrada en la mand¨ªbula.

Despu¨¦s siguieron otros nombres de gran prestigio y competencia (Nadia Calvi?o, Teresa Ribera, Mar¨ªa Jes¨²s Montero, Dolores Delgado, Grande-Marlaska¡­) pero ninguno de ellos cercano a Podemos e, incluso, Mar¨ªa Jes¨²s Montero, que deber¨¢ negociar la financiaci¨®n auton¨®mica, hasta ahora ha sido consejera de Hacienda de Susana D¨ªaz e imagino que tampoco debe ser del agrado de los nacionalistas catalanes.

De manera que aquellos grupos parlamentarios que apoyaron a S¨¢nchez la semana pasada en el Congreso no se ven reflejados en la composici¨®n del nuevo gobierno. A la audacia de la iniciativa del voto de censura, S¨¢nchez ha a?adido el riesgo de quedarse sin apoyos parlamentarios. El primero en constatarlo ha sido el avispado Pablo Iglesias que seguramente lamenta su ingenuo apoyo al PSOE. Ayer pronostic¨® que el mandato del l¨ªder socialista ser¨¢ ¡°un calvario¡±, que ha sido ¡°imprudente¡± y que ha formado un ¡°gobierno con gente que le gusta a Ciudadanos y al PP, pero con ninguna persona cercana a nosotros¡±. Efectivamente, as¨ª es: de momento, ninguna concesi¨®n ni al independentismo ni a Podemos.

Todo ello hace que entremos en unos meses muy interesantes, incluso prometedores. De aqu¨ª a septiembre, el PP debe renovar su c¨²pula, muy probablemente Feij¨®o, hombre muy inteligente y con cintura pol¨ªtica, ser¨¢ el nuevo l¨ªder. S¨¢nchez ha formado un gobierno para que el PSOE llegue reforzado a las europeas, auton¨®micas y locales, a celebrar dentro de un a?o y, seg¨²n los resultados, convoque elecciones meses despu¨¦s. Ya en el poder, la unidad socialista seguro que es un hecho y en su escaso espacio de maniobra parlamentaria es muy probable que busque el apoyo de Ciudadanos y, despu¨¦s del shock traum¨¢tico de la semana pasada, de un PP renovado.

Veo un futuro dominado por un bloque constitucionalista y europe¨ªsta que corrija la desigualdad social resultante de la crisis y prosiga con las pol¨ªticas de ortodoxia econ¨®mica sin osadas aventuras. Eso si los miembros de este hipot¨¦tico bloque son inteligentes y buscan el inter¨¦s general m¨¢s que el de su partido.

Francesc de Carreras es catedr¨¢tico de Derecho Constitucional en la UAB.