Homenaje y reivindicaci¨®n de una mecenas

Miquel Mateu, empresario y ex alcalde de Barcelona conocido con el sobrenombre de Mateu dels Ferros, fue un importante coleccionista de arte ¡ªuna pasi¨®n heredada de su padre, Dami¨¤¡ª pero no le gustaba lo que ¨¦l consideraba pintura moderna porque entend¨ªa que no cuadraba en las paredes de un castillo. A su hija, Carmen Mateu, en cambio, s¨ª, y por eso no dud¨® en colocar un Ram¨®n Casas en un sitio destacado, en el sal¨®n de su domicilio. Hivern, que Casas pint¨® en 1904, es una de las pinturas que se exhibe en la biblioteca del Castell de Peralada dentro de la muestra Carmen Mateu, el llegat de les arts. Una exposici¨®n en homenaje a la mecenas fallecida el pasado mes de febrero en el epicentro de lo que fue su vida: el castillo y los jardines donde cada verano se celebra una de las citas musicales de la ¨®pera, la danza y la m¨²sica del Mediterr¨¢neo. Ella fue la promotora de la transformaci¨®n de las galas que hac¨ªa Casinos en los jardines en el Festival que empez¨® su andadura en 1987. El programa de los conciertos de ese a?o en Peralada es uno de los objetos que se puede ver en las vitrinas, junto con fotos de ella acompa?ada de artistas significados que han pasado por las veladas, empezando por Montserrat Caball¨¦, Pl¨¢cido Domingo o Josep Carreras y muchos personajes de la vida pol¨ªtica y social, desde Lady Di a la Reina Sof¨ªa.

¡°Lo m¨¢s dif¨ªcil ha sido seleccionar entre las pinturas y los objetos que la rodearon. Lo que pretendemos es que sea una muestra de lo que realmente signific¨® mucho para ella y que explique lo que ella hizo¡±, contaba su hija, Isabel Suqu¨¦. Ese significado especial lo tienen los cuadros seleccionados que han sido colocados en los huecos de la biblioteca del castillo, una joya por s¨ª misma y por lo que contiene: m¨¢s de 200 incunables y 1.200 pergaminos. Entre los lienzos est¨¢, por ejemplo, el primero que le regal¨® su padre, un retrato de Maria Victoria Borb¨®n de 1724 de Alexis Simon Belle, y que Carmen tuvo en su habitaci¨®n de su ni?ez. Tambi¨¦n est¨¢ el ultimo lienzo que compr¨®, a finales del a?o pasado: una pintura de Vicente L¨®pez, un artista del que Peralada tiene la colecci¨®n m¨¢s importante de Espa?a, seg¨²n comentaba Jaime Barrachina, director del Museu del Castell de Peralada. ¡°Carmen compr¨® centenares de obras de arte, pinturas y colecciones de cristales y camafeos modernistas. Es verdad que su padre y su abuelo adquirieron el grueso de la colecci¨®n y es igualmente cierto que Carmen fue la que se encarg¨® de ordenar y clarificar el origen y hasta la autor¨ªa de muchas pinturas¡±, a?ad¨ªa. Una de esas obras, de quien se ignoraba la autor¨ªa, result¨® ser una Piedad de Cristo de Fray Filippo Lippi, pintor cuatrocentista italiano, que se puede contemplar en la biblioteca: ¡°para nosotros fue un an¨®nimo hasta que visitaron el museo unos expertos en Botticelli y comentaron que pod¨ªa ser de Lippi porque era uno de los artistas que trabajaron con ¨¦l. Despu¨¦s de una investigaci¨®n comprobamos que as¨ª era¡±, a?ad¨ªa Barrachina. Otra Piedad, ¨¦sta de Bermejo, uno de los exponentes del g¨®tico espa?ol, tambi¨¦n forma parte de la muestra antes de irse de viaje al Prado.

Entre los cuadros expuestos, lienzos de Casas, Bermejo y Fray Filippo Lippi

En el apartado m¨¢s personal, se puede ver el vestido de novia que luci¨® cuando se cas¨® con Artur Suqu¨¦ y dos modelos de Balenciaga y Pertegaz junto con una colecci¨®n de complementos en forma de rosa que sol¨ªa utilizar.

Naturalmente la m¨²sica tiene su rinc¨®n: fotos de artistas y de partituras dedicadas por sus autores, como Estampes, del compositor Albert Guinovart. O programas de las muchas Carmen, la ¨®pera de Georges Bizet, que han desfilado por el escenario de Peralada, desde el montaje de Calixto Bieito, el de Salvador T¨¢vora o el espect¨¢culo de danza de la compa?¨ªa de Maria Pag¨¦s. ¡°Le gustaba el riesgo y por eso decidi¨® que el Festival ten¨ªa que encargar obras y montajes de ¨®peras. Lo mismo hac¨ªa con figuras de la l¨ªrica que pasaron por Peralada cuando todav¨ªa no eran tan reconocidas, como ocurri¨® con los tenores Jonas Kaufmann o Juan Diego Fl¨®rez¡±, comenta Isabel. Ella es, tras la muerte de su madre, la presidenta de la Fundaci¨®n Castillo de Peralada, y, en buena parte, la heredera de la parte m¨¢s art¨ªstica del legado, aunque enseguida matiza: ¡°no, no, es de toda la familia¡±.