Solo teatros en la vida
Pasando de restaurantes, librer¨ªas o parques, el dramaturgo no entiende su relaci¨®n con Madrid sin esos escenarios de placer, diversi¨®n y reflexi¨®n
1. Cuarta Pared. Cuando empec¨¦ a pensar en lugares emblem¨¢ticos para este art¨ªculo ¡ªrestaurantes, librer¨ªas, parques o plazas¡ª solo me sal¨ªan teatros, porque son la columna vertebral de mi vida en Madrid. Y tengo que empezar con la Sala Cuarta Pared porque le tengo un cari?o especial. Aqu¨ª estren¨¦, en 2001, la primera obra que escrib¨ª, Cous-Cous y Churros. Volv¨ª en 2006 con Risas y Destrucci¨®n. Esta funci¨®n me permiti¨® dar el salto al Centro Dram¨¢tico Nacional (CDN). Es un espacio de referencia en el mundo teatral al que he ido mucho como espectador. (Ercilla, 17).
2. Mar¨ªa Guerrero. La funci¨®n que estren¨¦ en la Sala Princesa, S¨ª, pero no lo soy, fue tambi¨¦n la primera en la que tuve un sueldo como autor y director. El Mar¨ªa Guerrero, para el que estoy preparando Luces de bohemia, es la nave insignia del teatro en nuestra ciudad, por su historia, su arquitectura formidable, porque es la sede del CDN y por los grandes directores y actores que han pasado por all¨ª ( Tamayo y Ba¨²s, 4).
3. Valle-Incl¨¢n. Aqu¨ª he trabajado mucho como ayudante de direcci¨®n y estaba en el equipo cuando se estren¨® este espacio, con el que tengo un v¨ªnculo afectivo muy grande. Me viene a la mente la sala Olimpia, que ocupaba este lugar y cuyo cierre fue un trauma para todos. Aqu¨ª he estrenado como director Dias estupendos y La calma m¨¢gica, entre otras. A pesar de sus problemas de ac¨²stica, es un lugar que amo (Valencia, 1).
4. La Abad¨ªa. Es como una casa para m¨ª. Aqu¨ª he hecho En la luna, Edipo Rey, La respiraci¨®n y La ternura y he vivido momentos de plenitud art¨ªstica, que me ha dado la oportunidad de desarrollar un lenguaje. Aqu¨ª hay un p¨²blico muy especial que se ha ido creando a lo largo de los a?os y eso se nota. (Fern¨¢ndez de los R¨ªos, 42).
5. Teatro Espa?ol. Viv¨ª en Pamplona hasta los 23 a?os, pero en cada viaje que hac¨ªamos a Madrid, mi madre, muy aficionada al teatro, me tra¨ªa al Espa?ol a ver las obras. Aqu¨ª vi La malquerida, de Benavente, en la que sacaban un caballo a escena, algo que me impresion¨® much¨ªsimo. Es con el Mar¨ªa Guerrero, el teatro de referencia en la ciudad. Es perfecto, su ac¨²stica es sensacional (Pr¨ªncipe, 25).
6. La Comedia. La casa del Siglo de Oro y, por tanto, el cimiento del teatro en Espa?a. Es un lugar de placer que me ha brindado la oportunidad de hacer mi primer cl¨¢sico, La dama boba, en la sala peque?a. No abordo el teatro con angustia y tampoco lo hice con esta comedia de Lope de Vega (Pr¨ªncipe, 14).
7. Pav¨®n Kamikaze. Me identifico mucho con la aventura de esta compa?¨ªa, con el riesgo que asumieron y el deseo de sacar adelante un centro con una l¨ªnea editorial muy marcada, con una apuesta decidida por la dramaturgia contempor¨¢nea. Hacer La valent¨ªa en el Pav¨®n ha sido una enorme suerte. (Embajadores, 9).
8. Alb¨¦niz. Este lugar sigue estando muy vivo para m¨ª. Animo a la gente a pasar por delante para sentir la pena por un teatro cerrado que fue uno los grandes escaparates de la escena internacional. Aqu¨ª vi por primera vez a Robert Lepage. El teatro en Madrid no se entiende sin la programaci¨®n del Alb¨¦niz. (La Paz, 11).
9. Teatro Madrid. Tambi¨¦n cerrado. Era el gran lugar para la danza. Gracias a la obra de Christoph Marthaler? Los diez mandamientos, que vi aqu¨ª, me lanc¨¦ a escribir con m¨¢s libertad. Es como un gran trasatl¨¢ntico varado en el puerto. (Parque de la Vaguada).
10. La RESAD. En la Real Escuela Superior de Arte Dram¨¢tico empieza todo, en el aula 4.11. Es la base de mi teatro, donde conoc¨ª a mis compa?eros de trabajo y dirig¨ª mi primera obra como estudiante, Como los griegos, de Steven Berkoff. (Avenida de Nazaret, 2).
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