Mas pide que el independentismo altere su estrategia tras el giro de Pedro S¨¢nchez
El movimiento vive el nuevo escenario pol¨ªtico y social con una mezcla de ilusi¨®n, escepticismo y sensaci¨®n de desubicaci¨®n
Si alg¨²n efecto r¨¢pido ha tenido el nuevo Gobierno del socialista Pedro S¨¢nchez, este debe buscarse en Catalu?a. El independentismo, o una parte sustancial del mismo, est¨¢ descubriendo c¨®mo se caen uno tras otro los argumentos m¨¢s emocionales que han acompa?ado a la escalada de su discurso en los ¨²ltimos a?os. Personas que han sido un referente del separatismo, como el expresident Artur Mas, reclaman un replanteamiento de la estrategia tras la llegada de S¨¢nchez al poder, que ha marcado un giro hacia la moderaci¨®n que, seg¨²n estos dirigentes, inhabilita el discurso duro de que ¡°Espa?a es Turqu¨ªa¡±.
Hace apenas 15 meses el expresidente Carles Puigdemont aprovechaba una charla en la universidad de Harvard (EE UU) para dibujar una Espa?a negra, sin divisi¨®n de poderes y repleta de actitudes represivas que, dijo, solo pod¨ªa compararse con un r¨¦gimen autoritario. Ahora, con la ca¨ªda de Mariano Rajoy por un esc¨¢ndalo de corrupci¨®n, el cu?ado del Rey a las puertas de la c¨¢rcel y un barco con 630 inmigrantes rumbo a Valencia en busca de refugio, el independentismo se dispone a reinventar su discurso: incluso a estos partidos les resulta dif¨ªcil sostener que Espa?a se parece a la Turqu¨ªa autoritaria que describ¨ªa Puigdemont.
Enrocados en la v¨ªa unilateral
No hay visos de que el independentismo abandone en bloque la idea de la v¨ªa unilateral. Y no solo por los antisistema de la CUP. En la calle, la poderosa Asamblea Nacional Catalana, sigue actuando como eficaz contrapeso de quienes abogan por v¨ªas posibilistas. La presidenta de la entidad, la economista Elisenda Paluzie, no ve motivos para rectificar el rumbo. ¡°La cuesti¨®n de fondo no ha cambiado, para el actual gobierno la unidad de Espa?a tambi¨¦n pasa por encima de cualquier otro valor y ello est¨¢ impregnado en todas las instituciones del Estado¡±, dice. ¡°Si ellos no cambian nosotros tampoco cambiaremos de estrategia: no queremos renunciar al derecho a la autodeterminaci¨®n y hay que avanzar por la v¨ªa de los hechos¡±. La entidad independentista se agarra al nombramiento de Josep Borrell como ministro de Exteriores para justificar su enroque en la v¨ªa unilateral. ¡°Personas como Borrell son las que crean fractura social en Catalu?a, necesitan esta fractura para justificarse internacionalmente¡±.
El expresident Mas se pronunciaba as¨ª este viernes en conversaci¨®n con EL PA?S: ¡°El soberanismo debe mantener el objetivo de construir un Estado para Catalu?a en un ¨¢mbito europeo de soberan¨ªas compartidas, pero a la vez tiene que adaptar su estrategia a la nueva situaci¨®n de Catalu?a y de Espa?a¡±. Seg¨²n el primer impulsor del proceso soberanista y hoy inhabilitado por sentencia judicial, ¡°una estrategia deber¨ªa pasar, dentro de Catalu?a, por ampliar y reforzar la base soberanista, construir mejores alianzas internacionales y destacarse por su buen gobierno y las buenas pr¨¢cticas¡±. ¡°Y fuera de Catalu?a aprovechar las ventanas de oportunidad que abre el cambio de gobierno en Espa?a y nuevas alianzas parlamentarias¡±, a?ade.
Aun as¨ª, las heridas del proceso independentista siguen bien presentes en la sociedad catalana y se visibilizan en forma de lazos amarillos por doquier y carteles a favor de los nueve dirigentes independentistas que se encuentran en prisi¨®n preventiva por rebeli¨®n, sedici¨®n y malversaci¨®n de fondos. Tambi¨¦n en alguna que otra escaramuza, como las vividas en las playas entre activistas secesionistas y los contrarios a la independencia, hartos de la ocupaci¨®n del espacio p¨²blico con simbolog¨ªa separatista.
El independentismo vive, sin embargo, el nuevo escenario con una mezcla de ilusi¨®n, escepticismo y desubicaci¨®n. ¡°Es como si todos los jugadores del equipo estuvieran en el vestuario a punto de saltar al campo para librar la batalla y que, cuando salen, en lugar de un campo de futbol se encuentran con una cancha de baloncesto, con el terreno de juego cambiado y las normas modificadas¡±. La met¨¢fora es del consultor Josep Mart¨ª Blanch, ex responsable de comunicaci¨®n de los Gobiernos de Artur Mas. Efectivamente, el terreno de juego ha cambiado. El independentismo ya no tiene a Mariano Rajoy en el otro lado de la l¨ªnea y con sentencias como la de la trama G¨¹rtel o la de la financiaci¨®n ilegal del PP valenciano ve desmoronarse su descripci¨®n de una Justicia al servicio del Gobierno.
La nueva situaci¨®n est¨¢ dejando al descubierto no solo las contradicciones del movimiento independentista sino, especialmente, la creciente fractura del mismo entre los partidarios de una lucha pragm¨¢tica y posibilista y un sector que cada vez se adivina m¨¢s minoritario, y que defiende retomar la v¨ªa de los hechos consumados caiga quien caiga porque, a su entender, Espa?a sigue siendo ¡°irreformable¡±. El primer grupo est¨¢ encabezado por ERC y buena parte del PDeCAT, partido que, sin embargo, tiene que convivir dentro de la coalici¨®n Junts per Catalunya con los m¨¢s ac¨¦rrimos defensores de la v¨ªa unilateral que defiende Puigdemont y su entorno de diputados independientes. Los anticapitalistas de la CUP est¨¢n tambi¨¦n en esta l¨ªnea dura, as¨ª como la principal organizaci¨®n civil independentista, la ANC. La otra gran dinamizadora del proc¨¦s, ?mnium, ha optado por alinearse con posiciones menos radicales. As¨ª las cosas, todos buscan resituarse en el tablero.
Las nuevas alianzas son m¨¢s f¨¢ciles de articular una vez se ha roto el independentismo como frente. ¡°Ha desaparecido la columna vertebral en la que el soberanismo pod¨ªa tener un objetivo com¨²n. Mucha gente independentista ha dicho ¡®basta¡¯, ya no se puede continuar con la estrategia de la CUP¡±, resume Mart¨ª Blanch.
Intelectuales de peso del independentismo como Vicen? Villatoro, actual director del Centro de Cultura Contempor¨¢nea de Barcelona, est¨¢ convencido de que se avecina un cambio de rumbo. ¡°Que Espa?a haya vivido estas ¨²ltimas semanas cambios que son percibidos como positivos, que mejoran su imagen, que presentan un rostro m¨¢s dialogante, deber¨ªa ser considerado desde el soberanismo como una buena noticia; excepto si se milita en el ¡®cuanto peor, mejor¡¯, que siempre es un mal negocio¡±, dice. En su opini¨®n, si S¨¢nchez consigue abrir una v¨ªa factible de di¨¢logo ¡°el independentismo tendr¨¢ que hacer un esfuerzo m¨¢s grande para legitimar su opci¨®n y hacerse atractivo¡±.
El cambio de tercio se percibe tambi¨¦n en el independentismo a pie de calle que representan las organizaciones que han movilizado a cientos de miles de catalanes. La veterana organizaci¨®n ?mnium encabeza este cambio, no sin olvidar el trauma que significa para ellos tener en prisi¨®n preventiva a su presidente, Jordi Cuixart. ¡°El nuevo Gobierno tiene asuntos, como el de la ayuda a los refugiados, en el que nos sentimos c¨®modos, pero S¨¢nchez no ha hecho ni un solo gesto de empat¨ªa hacia nuestro presidente¡±, dice Marcel Mauri, vicepresidente de la entidad cultural.
Est¨¢ por ver hasta qu¨¦ punto la nueva situaci¨®n pol¨ªtica y social que vive Espa?a ser¨¢ capaz de arrastrar al conjunto del soberanismo hacia posiciones de di¨¢logo. Muchos de los gestos del presidente catal¨¢n, Quim Torra, no invitan al optimismo por sus constantes invectivas contra el Gobierno. Pero tambi¨¦n es cierto que Torra gobierna desde una posici¨®n de debilidad, no solo por ser una simple correa de transmisi¨®n de Carles Puigdemont, sino porque antes tiene que levantar de nuevo el prestigio del autogobierno catal¨¢n. Torra, de momento, no tiene previsto hablar en la prestigiosa universidad de Harvard. Su primer contacto internacional ser¨¢ tambi¨¦n en Estados Unidos pero como invitado de un festival de cultura popular.
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