Los manteros toman la Gran V¨ªa
Los vendedores ambulantes ocupan gran parte de las aceras que el Ayuntamiento est¨¢ ensanchando
Cruce de Gran V¨ªa con la calle de la Montera. Doce de la ma?ana. Una treintena de manteros expone su mercanc¨ªa falsificada en pleno centro de Madrid, sin que nadie se la decomise. Bolsos, zapatillas, perfumes y camisetas son parte del muestrario de estos vendedores ambulantes. Ocupan gran parte de la acera y dificultan el paso de los viandantes, ante la mirada de resignaci¨®n de los comerciantes de la zona.
Los manteros expanden sus s¨¢banas a lo largo de decenas de metros. Se alternan para que los que venden los mismos productos no est¨¦n juntos. Eso s¨ª, en caso de que a alguno le falte una talla o un color en concreto, se lo pasa el que tiene m¨¢s cerca. Todas las mantas tienen dos cuerdas cruzadas de esquina a esquina. En caso de que se acerque la polic¨ªa, tiran de ellas y salen andando con total tranquilidad. Los agentes no pueden hacer nada en ese momento porque al llevar el saco a la espalda no est¨¢n vendiendo t¨¦cnicamente y no se les puede incautar los productos.
La situaci¨®n de los manteros se hace ahora m¨¢s visible por las obras de Gran V¨ªa, que est¨¢ previsto que duren hasta final de a?o. Las m¨¢quinas han reducido de manera considerable el espacio para los peatones y los manteros se han adue?ado de las aceras. Su descaro es tal que se ponen delante de conocidas marcas y establecimientos para captar a las miles de personas que pasan a diario por ellos. Los vigilantes de seguridad de estas tiendas llaman a la polic¨ªa y los agentes acuden al poco tiempo. De poco sirve su presencia. En cuanto los funcionarios se marchan, los manteros despliegan de nuevo sus s¨¢banas.
Una portavoz de la Concejal¨ªa de Seguridad afirma que se est¨¢ aplicando la ordenanza municipal para luchar contra esta venta ilegal. Eso s¨ª, no se ha modificado ni se ha aumentado a ra¨ªz de la reforma de la Gran V¨ªa. La portavoz reconoce que su presencia supone una dificultad a?adida por las obras.
Un transe¨²nte se acerca a uno de los vendedores y se agacha a coger un par de deportivas. Son imitaciones de una conocida marca estadounidense. A distancia se nota que son falsas. Basta ver los materiales utilizados y su terminaci¨®n. ¡°?Cu¨¢nto cuestan?¡±, le pregunta el transe¨²nte. El mantero no le contesta de primeras: ¡°?Qu¨¦ n¨²mero necesitas?¡±. ¡°Un 42¡±, responde el posible cliente. El vendedor se agacha y coge un par similar de esa talla. Est¨¢n atadas entre s¨ª por los cordones. ¡°Aqu¨ª las tienes¡±. El hombre las coge y las mira al detalle. Le pide de nuevo el precio. El mantero le dice que valen 25 euros, pero, ante la cara que ha puesto el comprador, las baja de inmediato a 20. Ambos aceptan el trato.
Unos metros m¨¢s cerca de la calle de la Montera, un grupo de chavales rodea otro puesto de zapatillas. Cada uno elige un modelo distinto. ¡°No ser¨¢n las aut¨¦nticas, pero si te sirven cuatro o cinco meses, y salen baratas¡±, explica un adolescente a otro. ¡°Buahhh, si te van a hacer lo mismo que las aut¨¦nticas¡±, le a?ade un tercero. Justo detr¨¢s, pasa una furgoneta de la Unidad de Intervenci¨®n Policial (UIP, los antidisturbios de la Polic¨ªa Nacional) y los manteros ni se inmutan. Saben que los ¨²nicos que act¨²a contra ellos son los polic¨ªas municipales. Para evitar que les cojan, tienen repartidos ojeadores que les avisan en caso de que se aproximen los funcionarios. Ellos mismos est¨¢n pendientes de que aparezcan por alguna calle cercana.
As¨ª ocurre una media hora despu¨¦s, cuando irrumpen los agentes municipales, ante el enfado de los vendedores. Estos empiezan su peregrinaje por la Gran V¨ªa hacia abajo. Los m¨¢s rezagados se dan cuenta de que ya se han marchado, por lo que se instalan en sus puestos de nuevo. Justo en ese momento, hay otros diez manteros en la acera de enfrente, a pleno sol, y otra quincena de vendedores se distribuye por la cercana calle de Preciados y las aleda?as. Todos campan con total tranquilidad por el centro, pese a que hacen una actividad ilegal.
Cristiano Ronaldo y La Roja triunfan
Las camisetas de Cristiano Ronaldo y de la Selecci¨®n Espa?ola de F¨²tbol son las m¨¢s demandas a los manteros. Se pueden conseguir hasta por 10 euros, si se sabe regatear al vendedor. Si se cruza al negocio de enfrente, en la tienda oficial del Real Madrid, la aut¨¦ntica ronda los 80 euros. Por la de La Roja, hay que desembolsar 75. L¨®gicamente, los materiales son mejores y ambas van certificadas por los fabricantes.
Las zapatillas aut¨¦nticas, cuyas falsificaciones venden los manteros, cuestan entre los 60 y los 150 euros en los comercios de la zona.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
M¨¢s informaci¨®n
Archivado En
- Gran V¨ªa
- Top manta
- Falsificaci¨®n marcas
- Polic¨ªa municipal
- Copias piratas
- Venta ambulante
- Falsificaciones
- Ventas
- Delitos propiedad intelectual
- Distrito Centro
- Ayuntamiento Madrid
- Polic¨ªa
- Distritos municipales
- Ayuntamientos
- Fuerzas seguridad
- Madrid
- Gobierno municipal
- Comunidad de Madrid
- Delitos
- Comercio
- Pol¨ªtica municipal
- Espa?a
- Administraci¨®n local
- Pol¨ªtica
- Administraci¨®n p¨²blica