As¨ª ser¨¢ la nueva Gran V¨ªa de Madrid
La remodelaci¨®n de la calle m¨¢s ic¨®nica de Madrid es una de las apuestas estrella de la Alcald¨ªa de Manuela Carmena, ?sabes c¨®mo quedar¨¢ la calle una vez finalicen las obras?
Se abri¨® sobre los escombros de centenares de casas del viejo Madrid en la segunda d¨¦cada del siglo XX. Si a los vecinos de entonces se les preguntase por transporte urbano, a buen seguro pensar¨ªan en coches de caballos y tranv¨ªas. Pero los autom¨®viles fueron abri¨¦ndose paso con el mismo ¨¦xito con el que la Gran V¨ªa se convirti¨® en la calle por excelencia. "Durante los a?os 50 era el espejo de Madrid y empezaba a ser tambi¨¦n un canal de tr¨¢fico importante", resume Jos¨¦ Mar¨ªa Ezquiaga, decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM). En su historia centenaria, la Gran V¨ªa ha sido un sue?o para arquitectos y urbanistas que la han imaginado de todas las formas posibles, pero en las ¨²ltimas d¨¦cadas se ha convertido m¨¢s bien en una pesadilla para pol¨ªticos. La alcaldesa Manuela Carmena y su equipo de Ahora Madrid se han propuesto que su primera legislatura sea la de la reforma.
"Es un primer paso en la visi¨®n esa de la ciudad sin autom¨®viles, o al menos sin la preeminencia del autom¨®vil privado", se?ala Ezquiaga. El ensayo navide?o ha dado algunas pistas de la Gran V¨ªa del futuro: dos carriles por sentido, uno para veh¨ªculos p¨²blicos y otro para privados. Este ¨²ltimo solo podr¨¢n transitarlo vecinos -la idea es que todo el centro se convierta en ?rea de Prioridad Residencial como las que ya existen en ?pera o Las Letras- y bicicletas, ya que ser¨ªa un carril 30. La demanda de un carril segregado de bicis solo se cumplir¨¢ en la subida de Plaza Espa?a hasta Callao. Al menos eso es lo que se espera, ya que la oposici¨®n municipal ha criticado insistentemente la ausencia de un plan detallado. El motivo, quiz¨¢s, se encuentre en una reflexi¨®n del decano de los arquitectos madrile?os sobre la reforma: "Tiene que hacerse con mucho cuidado, es como la acupuntura, porque si se toca un punto puede doler en otro y el Ayuntamiento tendr¨¢ que estar muy atento para ver d¨®nde duele".
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