El ¡®boogaloo¡¯ arrasa en Matadero
Joe Bataan funde a sus 72 a?os el soul y las m¨²sicas latinas dentro del festival Black is back
La culpa de que el boogaloo se convirtiera en un fen¨®meno de masas la tuvo un delito adolescente. Joe Bataan, nacido en Harlem y de padre filipino y madre estadounidense, rob¨® un coche a los 15 a?os y eso le conden¨® a pasar una temporada en un reformatorio. All¨ª aprendi¨® a tocar el piano, y cuando qued¨® libre, influenciado por el soul, pero sobre todo por las m¨²sicas latinas que inundaban la radio, decidi¨® dedicar el resto de su vida a fundir estos dos estilos. Ayer, a los 72 a?os, volvi¨® a hacerlo sobre el escenario de Matadero, en el festival Black is back.
Ni Bataan ni su mujer, corista y panderetera a pocos metros de ¨¦l, acusan el paso del tiempo. El energ¨¦tico matrimonio lleva d¨¦cadas compartiendo escenario, ayer, en compa?¨ªa de la banda madrile?a Los Chocolatinos, rebautizados por Bataan, durante la hora y pico que dur¨® el concierto, como Barrio Boys. Tiene buen ojo el de Harlem buscando acompa?antes: la virtuosidad de Juli¨¢n Olivares a la guitarra, Yago Salorio al contrabajo, Pepe Prat a las congas o El Ni?o a los timbales va siempre acompa?ada de una frescura y una capacidad de disfrute sobre el escenario acordes con la alegr¨ªa desbordante de la m¨²sica de Bataan, hasta cuando ataca sus temas m¨¢s lentos, como I wish you love o Mujer m¨ªa. Una secci¨®n de vientos y coristas completaba un lote orquestal excepcional.
Lo de ayer fue una muestra de que la m¨²sica, si se hace con talento, es intergeneracional per se. El p¨²blico de Bataan estaba dominado ayer por cuarenta?eros entrados en canas, pero entre el gent¨ªo no faltaban jovenzuelos que podr¨ªan ser sus hijos, y todos compartieron contoneo a placer. Despu¨¦s del Ska rebot¨®n de The Selecter, el grupo brit¨¢nico que comparti¨® sello con The Specials o Madness, el respetable no estaba dispuesto a perder inercia, y Bataan, que abri¨® con andanadas de mambo, salsa y cha cha cha, se regode¨® en el funky de Mestizo, la festividad verbenera de La botella y culmin¨® con Gipsy woman, la primera grabaci¨®n de su carreta en los a?os sesenta (versi¨®n caribe?a del tema de Curtis Mayfield), se encarg¨® de que los asistentes bailaran a rabiar hasta el ¨²ltimo minuto, por m¨¢s que los mosquitos del cercano Manzanares hubieran decidido sumarse a la fiesta.
La jornada termin¨® con The Beat, una banda brit¨¢nica que se empap¨® de los ritmos jamaicanos que inundaron Inglaterra en los a?os ochenta, y supo mezclarlos como nadie con el pop de la ¨¦poca. Su cantante, el espigado ranking Roger, sali¨® acompa?ado de su hijo, m¨¢s corpulento y con maneras hip hop, y supieron darle continuidad al mestizaje fren¨¦tico inaugurado por Bataan, hasta mucho despu¨¦s de la madrugada de la calurosa noche de ayer.
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