Las residencias de estudiantes buscan modernizarse y expandirse, pese a las trabas

El de las residencias de estudiantes puede ser un gran negocio inmobiliario o quedar obsoleto si no se renueva y crece. As¨ª lo asegura un estudio sobre el sector de la consultora inmobiliaria CBRE, que indica que, en Espa?a, casi la totalidad de las residencias de estudiantes tienen una ocupaci¨®n del 100%, pero que solo el 20% pueden considerarse ¡°modernas¡±. El informe destaca que el sector vive un buen momento en inversi¨®n aunque, especialmente en Barcelona, el Ayuntamiento haya restringido el crecimiento y multado a operadores para evitar un uso tur¨ªstico.

Espa?a es un polo de atracci¨®n para el sector de las residencias, y Barcelona, con varias universidades en puestos destacados en las clasificaciones internacionales, es una de las ciudades preferidas por los alumnos. El pa¨ªs suma 1,5 millones de estudiantes, de los que un 15% no vive en su residencia habitual y 113.000 son estudiantes internacionales. ¡°Espa?a es el principal receptor de estudiantes Erasmus y experimenta una subida muy grande de los latinoamericanos. El sector de las residencias est¨¢ muy en boga, aunque falta espacio: con 90.000 camas disponibles, solo se cubre el 6% de la demanda¡±, detalla Pablo Callejo, director de Inversiones Alternativas en CBRE. Catalu?a tiene el 15% de las camas disponibles, detr¨¢s del 23% de la Comunidad de Madrid.

El informe Student Accommodation in Spain destaca que el sector est¨¢ en auge por la demanda y porque despierta inter¨¦s de inversores internacionales. En 2017, la inversi¨®n en residencias se dispar¨® y lleg¨® a los 600 millones en toda Espa?a, doce veces m¨¢s que el a?o anterior. ¡°El sector gusta a los inversores porque es muy estable y siempre presenta altos niveles de ocupaci¨®n. Adem¨¢s, los costes son muy previsibles y queda mucho por hacer en Espa?a: ¨²nicamente el 20% del producto es moderno, a diferencia de otros pa¨ªses¡±, argumenta Callejo.

El inter¨¦s inversor se dispar¨® por dos grandes compras en el sector. El fondo brit¨¢nico GSA compr¨® el porfolio de camas del grupo Nexo, del que era propietaria la empresa estadounidense Oaktree, por 180 millones de euros. Pero m¨¢s importante fue la operaci¨®n de compra de las camas de Resa, el mayor operador europeo (8.500 plazas), cuyo porfolio en Espa?a fue comprado por Grey Star, Axa y CBRE Global Investors por 400 millones. Las de Resa y Nexo, junto con las de Residencias Campus y Campus Patrimonial, son la oferta m¨¢s actualizada, y representan el 13% de las camas. El resto corresponde a colegios mayores y residencias de corte religioso.

En Barcelona, no obstante, este auge est¨¢ limitado por la vigilancia del Ayuntamiento para que las residencias de estudiantes no se usen como alquiler tur¨ªstico y no contribuyan a la presi¨®n que sufre el centro de la ciudad. El Plan Espacial Urban¨ªstico de Alojamiento Tur¨ªstico (PEUAT) de la alcaldesa Ada Colau regula, adem¨¢s de hoteles y pisos tur¨ªsticos, las residencias colectivas de alojamiento temporal.

En la ciudad, seg¨²n los datos del Ayuntamiento, hay 51 inmuebles dedicados a esta actividad, con 6.785 plazas, la mayor¨ªa en Ciutat Vella, Eixample, Poblenou, Gr¨¤cia, Vila Ol¨ªmpica y Poble Sec). El PEUAT limita la construcci¨®n de nuevas residencias a la vinculaci¨®n con un centro docente mediante un convenio.

Uso tur¨ªstico

Precisamente fue el uso desregulado de las residencias de estudiantes lo que motiv¨® la inspecci¨®n y la amenaza de sanci¨®n a 13 residencias a finales de 2016 que alquilaban habitaciones por d¨ªas y que promocionaban su oferta en Internet como si se trataran de plazas abiertas a turismo. El sector defend¨ªa que los usos y las necesidades de los estudiantes hab¨ªan cambiado, y pidieron una regulaci¨®n espec¨ªfica.

¡°Las residencias captan sobre todo estudiantes de primer y segundo curso de carrera, porque el mercado de residencias est¨¢ muy anticuado todav¨ªa, y lo que se necesita es flexibilidad: aunque operativamente no es f¨¢cil, hay que ir hacia modelos de residencia m¨¢s flexibles, donde el estudiante paga por los servicios que quiere¡±, concluye Callejo, quien prev¨¦ que la inversi¨®n para los pr¨®ximos a?os se centrar¨¢ en la reforma de la oferta.