?Por qu¨¦ ha suspendido el tribunal el reglamento que frenaba a Uber y Cabify?

Los taxistas de Barcelona, que han pasado la noche en la Gran V¨ªa con sus coches aparcados en plena calzada, aseguran que est¨¢n impulsando ¡°un nuevo 15-M¡±. Nunca antes hab¨ªa estado tan encendida su protesta y se hab¨ªan sentido tan fuertes, y nunca antes hab¨ªan puesto tan en jaque a la movilidad de la ciudad. Con su protesta quien puede salir m¨¢s mal parado es el Ayuntamiento de Barcelona, seg¨²n c¨®mo gestione el hecho de que cientos de taxis bloquean una de las principales arterias de la ciudad. Paradoja: en los ¨²ltimos tiempos, el Consistorio y la alcaldesa Ada Colau han sido los ¨²nicos aliados que ha tenido el sector del taxi en su lucha contra la llegada de plataformas como Uber y Cabify, que seg¨²n los taxistas ejercen competencia desleal. Fue el Ayuntamiento el que impuls¨® un reglamento para limitar estas plataformas, una restricci¨®n que el Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a suspendi¨® de forma cautelar porque entiende que invade competencias estatales. Adem¨¢s, el tribunal considera que no pueden dejarse sin validez unas licencias obtenidas de forma legal en un periodo de liberalizaci¨®n.

Aunque perjudique al Ayuntamiento, la protesta de los taxis no va contra ¨¦l, sino que se dirige contra la Comisi¨®n Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y el Ministerio de Fomento. Ambas instituciones recurrieron ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a (TSJC) el reglamento que Colau, como presidenta del ?rea Metropolitana de Barcelona (AMB), hab¨ªa impulsado para a?adir una limitaci¨®n a la entrega de licencias de veh¨ªculo con conductor, las llamadas VTC, que usan plataformas como Uber y Cabify. El TSJC fall¨® con una suspensi¨®n cautelar del reglamento, y aunque Fomento retir¨® el jueves pasado su petici¨®n de medidas cautelares, eso no impidi¨® que este viernes el Tribunal mantuviese la suspensi¨®n, una vez escuchadas las partes.

El objetivo del reglamento de la AMB, la primera iniciativa en Espa?a para limitar las licencias VTC, era volver a la proporci¨®n que la Ley de Transporte estipula para la convivencia entre los taxis y los veh¨ªculos con conductor. La norma estatal establece como criterio de adjudicaci¨®n que debe haber una licencia VTC por cada 30 de taxi. Pero el famoso 1/30 ya no se cumple casi en ninguna gran ciudad. Entre 2009 y 2015 la actividad se liberaliz¨® y la creciente demanda de licencias VTC, impulsada por la aparici¨®n de aplicaciones como Uber y Cabify, baj¨® la proporci¨®n hasta la actual 1/10 que hay en Catalu?a. Ahora hay m¨¢s de 10.000 licencias de taxi y cerca de 1.200 de VTC en Barcelona. Otras 1.800 licencias VTC est¨¢n llegando con cuentagotas, bloqueadas en los tribunales por haberse concedido en el periodo de liberalizaci¨®n. El reglamento de la AMB pretend¨ªa reducir -sin concretar con qu¨¦ criterio- a 400 las licencias VTC con la entrega de una autorizaci¨®n metropolitana adicional.

En el auto que mantiene la suspensi¨®n, el TSJC recuerda que la derogaci¨®n de una norma (la de la conocida com Ley Omnibus 25/2009, que liberalizaba el sector) con otra normativa (primero la Ley 9/2013 y despu¨¦s el Real Decreto 1057/2015, que restablec¨ªa la limitaci¨®n a las VTC) no implica que las licencias otorgadas durante el periodo de liberalizaci¨®n sean inv¨¢lidas. La normativa de la AMB ¡°privar¨ªa de virtualidad a las autorizaciones VTC obtenidas durante el periodo en el que desaparecieron las restricciones tantas veces mencionadas; y, lo que es m¨¢s grave, impedir¨ªa que fuesen operativas las autorizaciones VTC concedidas en ejecuci¨®n de sentencia, con lo cual quedar¨ªa seriamente comprometido el derecho fundamental de los solicitantes a la tutela judicial efectiva¡±, argumenta el tribunal, en referencia a las licencias VTC ganadas en los tribunales, que tambi¨¦n quedar¨ªan afectadas por el reglamento de la AMB.

Las licencias VTC las concede el Gobierno central, que puede delegar las competencias a la comunidad aut¨®noma. La alcaldesa Colau ha puesto presi¨®n sobre el Ministerio de Fomento y le ha pedido que, en el pr¨®ximo Consejo de Ministros, modifique un p¨¢rrafo de la ley por decreto e incluya a las autoridades metropolitanas como gestoras de las licencias VTC. El primer auto del TSJC que suspend¨ªa la norma de la AMB, sin embargo, recordaba que las autorizaciones VTC ¡°son t¨ªtulos habilitantes estatales (¡­) precisamente por su naturaleza y alcance no pueden verse cortocircuitados por otros t¨ªtulos habilitantes indebidamente yuxtapuestos¡±. ¡°El elenco de competencias de las que dispone legalmente el AMB en materia de transportes se halla muy lejos de poder justificar la aprobaci¨®n de una norma como el RM-VTC [el reglamento]¡±, concluye el texto.

Los taxistas temen que su negocio se vea perjudicado. A mayor competencia, menos trozo del pastel les corresponde, aunque el taxi, como sector p¨²blico regulado, debe seguir cumpliendo con sus obligaciones impositivas. Adem¨¢s, los taxistas lamentan que, con m¨¢s competencia de las VTC, su licencia, por la que muchos se hipotecaron -su valor est¨¢ entorno a los 200.000 euros-, puede bajar de precio y temen no poder contar con su venta para asegurarse una jubilaci¨®n. A¨²n as¨ª, varios estudios afirman que el mejor activo financiero en Espa?a es una licencia de taxi de Barcelona, que no ha dejado de subir en los ¨²ltimos a?os.