De cerro en cerro por la capital

1. Cerro de los Locos. Es un sitio est¨¦ticamente muy marciano. Un lugar organizado y vivido por los vecinos de la zona. Ellos han plantado toda la naturaleza que hay alrededor. Las vistas de Madrid son incre¨ªbles. Este es el primer a?o, desde que dirijo Veranos de la Villa, que he conseguido realizar una actividad que encajase all¨ª. (Dehesa de la Villa).

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2. Cerro Almod¨®var. Un punto cargado de significados ¡ªmuy vinculado a la Escuela de Vallecas¡ª, que conoc¨ª cuando hice el proyecto de Veranos y me puse a estudiar sobre la ciudad. Se encuentra entre Vic¨¢lvaro y Villa de Vallecas. Est¨¢ tan alejado y es tan complicado su acceso que nunca lo he usado. Tambi¨¦n son bonitas las renuncias.

3. Bodegas Alfaro. Esta taberna casi centenaria es mi punto de reuni¨®n. Es donde quedo con mis amigas de toda la vida. He vivido los ¨²ltimos 15 a?os en diferentes emplazamientos cerca de Lavapi¨¦s: Relatores, Santa Isabel y, ahora, Atocha. (Ave Mar¨ªa, 10).

4. Mi terraza. Aqu¨ª vivo. Cuando bajo al bar y veo a turistas haciendo fotos me da la risa. Pienso que esto nunca ha sido un lugar de observar, sino de estar. Desde la terraza de mi casa veo el sur de la ciudad. La calle de Atocha es uno de los puntos m¨¢s altos de la capital; no tengo la sensaci¨®n de estar en el centro.

5. Calle del Payaso Fof¨®. En esta calle viv¨ªa una de las personas de las que m¨¢s he aprendido: Carlos Herans, gestor y director de Acci¨®n Educativa, una asociaci¨®n dedicada al teatro infantil. Gracias a ¨¦l se organizaron los primeros festivales y semanas de teatro internacional para ni?os en Madrid. (Vallecas).

6. Boutique Chispas. ]Mi madre se est¨¢ jubilando, pero durante 35 a?os ha estado metida en esta tienda de ropa pr¨®xima a Marqu¨¦s de Vadillo. Ahora parece el centro, pero all¨ª he vivido hasta atracos. Empez¨® con vestidos premam¨¢ y fue evolucionando a medida que lo hac¨ªan sus clientas. Ropa cara y buena de barrio. Mi abuela era la modista. Es una historia de mujeres que termina con el cierre de la tienda. (Fuenlabrada, 4).

7. Calle de San Gregorio. Aqu¨ª antes estaba El Canto de la Cabra, que fue mi primer trabajo relacionado con las artes esc¨¦nicas. Es probable que la gente no sepa que durante muchos a?os, a mitad de la calle, donde hay una plaza con un olivo, el lugar fue el escenario del teatro de verano. Hac¨ªa de todo, desde taquillera a jefa de sala. All¨ª se pudieron ver obras como Esperando a Godot o De noche justo antes de los bosques. (San Gregorio, 8).

8. La Casa Encendida (LCE). Aqu¨ª trabaj¨¦ 10 a?os como responsable de Esc¨¦nicas. Para m¨ª, La Casa Encendida es lo que no se ve. Mis recuerdos son a las tres de la ma?ana o muy temprano, cuando estaba cerrada y se realizaban todos los montajes. Era mi sala de juegos. (Ronda de Valencia, 2).

9. Taberna Alabanda. Un lugar que va ligado a su primer due?o: El Bauti, un personaje muy importante en Lavapi¨¦s, muy comprometido pol¨ªticamente y que sobrevivi¨® a todos los cambios de la zona. Yo lo conoc¨ª porque all¨ª realiz¨¢bamos todas las cenas con los artistas de LCE. Ahora sigue Daniela, una mujer at¨®mica. El secreto y las croquetas no los hay mejores en la ciudad. (Miguel Servet, 15).

10. Parque Juan Carlos I. El paisajismo de este parque parece hecho por los masones. Est¨¢ todo lleno de simbolog¨ªas. C¨ªrculos, cuadrados, pir¨¢mides¡­ Este a?o hemos celebrado un concierto de Atom?, al que fueron invitados artistas madrile?os que crecieron all¨ª. Vinieron vecinos y familias. Eso tambi¨¦n es lo bonito de los Veranos. (Barajas).