¡°Barcelona se posicion¨® r¨¢pido contra el odio¡±
M¨ªriam Hatibi, cara visible de los musulmanes, alaba el papel de Puigdemont y Romeva tras el atropello mortal
Tengo 24 a?os y he perdido la cuenta del n¨²mero de veces que la gente me ha dicho que me quite el velo de la cabeza. ?Much¨ªsimas! Pasa sobre todo en verano. S¨ª, supongo que es el s¨ªntoma de algo que no acaba de funcionar y de qu¨¦ quedan a¨²n muchas cosas por hacer y trabajar. Yo, ante todo, soy y me siento barcelonesa, catalana y marroqu¨ª. He nacido y vivido aqu¨ª. Mis padres son marroqu¨ªes, originarios de Casablanca pero mi pa¨ªs es este. A Marruecos he ido solo de vacaciones. Es el ¨²nico pa¨ªs ¨¢rabe al que he ido. Mi activismo no naci¨® el 17 de agosto: soy portavoz de la fundaci¨®n Ibn Battuta, que se dedica al intercambio cultural con Marruecos.
Mis recuerdos de infancia son de Bellpuig, donde viv¨ª, pero a los 17 a?os empec¨¦ a estudiar en la Pompeu Fabra Internacional Business, que es como la ADE en ingl¨¦s, y en Barcelona me qued¨¦. Soy consultora digital y trabajo en la empresa Sibilare. Acabo de llegar de hacer un curso en Austria. Este verano, como el de hace un a?o, ten¨ªamos tambi¨¦n mucho trabajo y me lleg¨® un WhatsApp sobre el atropello en La Rambla. Pens¨¦: 'Por favor, que haya sido un accidente'. Desgraciadamente no fue as¨ª. Cada vez que ha pasado en una ciudad europea, los medios contactan con un musulm¨¢n y el enfoque es: musulmanes contra europeos. Y aqu¨ª no ten¨ªa que pasar. Les pas¨® a los barceloneses con independencia de su religi¨®n.
La influencia de Amin Maalouf
Miriam Hatibi dice que el escritor franco-liban¨¦s Amin Maalouf, autor de obras como Le¨®n El Africano o Identidades Asesinas, le influy¨® much¨ªsimo en su vida, especialmente esta ¨²ltima obra en la que el novelista defiende la suma de identidades que conforman una personalidad. M¨ªriam acaba de publicar ahora M¨ªrame a los ojos, un ensayo que es un clamor en contra el racismo y la lucha por una sociedad cohesionada en la que vivir en paz.
¡°La buena reacci¨®n de Barcelona no se ha visto en otras ciudades¡±
No quiero hablar en nombre de la comunidad musulmana. No fue mi intenci¨®n entonces ni ahora. Es tan diversa como el conjunto de la sociedad. Cuando hay un atentado, siempre hay dos reacciones que son leg¨ªtimas: o yo no tengo la culpa y nadie me puede exigir nada o se condena. Con tanto desconocimiento y tensi¨®n, cre¨ª que deb¨ªamos salir: los atentados se hacen en nombre del Islam y el foco estaba sobre nosotros. Hab¨ªa estado alguna vez en TV3 y me ofrec¨ª a buscarles a alguien. Pero, claro, un 17 de agosto todo el mundo est¨¢ de vacaciones en Marruecos y los imanes los primeros. Al final particip¨¦ yo y de repente est¨¢s en una tertulia junto a un experto en terrorismo. Ni idea de eso. Mi objetivo fue dejar <CS8.7>claro que est¨¢bamos del lado de la ciudadan¨ªa y que Islam no es eso.
Mi madre estaba en Casablanca y me pidi¨® que me quedara al margen. Lleg¨® tarde. En la red recib¨ª insultos racistas: se quejaban de por qu¨¦ se nos daba voz despu¨¦s de lo que hab¨ªamos hecho poni¨¦ndonos en el mismo saco que a los terroristas. Dio miedo. Pero hasta ah¨ª. Esa misma noche, j¨®venes musulmanes, de otras entidades, reclamaron, por el grupo que compartimos, que para cu¨¢ndo la manifestaci¨®n. La hicimos el lunes. Vino much¨ªsima gente no musulmana que se posicion¨® contra el odio por la concentraci¨®n fascista convocada ese d¨ªa. En muchas ciudades eso no se ha visto. La reacci¨®n de Barcelona fue buena. Y as¨ª ha sido todo el a?o.
¡°Este pa¨ªs es bastante peque?o y? relativamente f¨¢cil de cohesionar"
Tenemos un pa¨ªs bastante peque?o y una sociedad bastante familiar y relativamente f¨¢cil de cohesionar alrededor de un sentimiento de unidad, proc¨¦s al margen, claro. Eso ayuda porque cristianos y musulmanes compartimos el mismo miedo e inquietud. No es casualidad. El Ayuntamiento tiene desde hace mucho un plan contra la islamofobia y la Generalitat trabaja en esa direcci¨®n. Hubo dos momentos claves con mensajes r¨¢pidos que unificaron: Puigdemont dijo que hab¨ªa gente de bien y de mal y que no era cuesti¨®n de musulmanes y Ra¨¹l Romeva avis¨® de que no cambiar¨ªa de pol¨ªtica exterior porque no se trataba de buscar culpables. Su mensaje fue seguridad si pero sin criminalizar un colectivo.
¡°El president nos dijo el Palau de la Generalitat que no toler¨¢ramos ninguna agresi¨®n¡±
Me produce ahora mucha tristeza la situaci¨®n de los dos. La noche de la mani Puigdemont convoc¨® en el Palau a los organizadores, todos muy j¨®venes. Supongo que no le sobraba el tiempo. Nos dijo: ¡®No dej¨¦is pasar ninguna agresi¨®n ni ning¨²n gesto de intolerancia'. M¨¢s all¨¢ de su ideolog¨ªa y de afinidad o no con su proyecto, sent¨ª que es el president que te representa. Es el tipo de pol¨ªtica que quieres: gobern¨® para todo el mundo. Me han acusado de venderme al independentismo pero no lo soy. Creo en el refer¨¦ndum y en un estado democr¨¢tico: sentirte representado por un gobierno aunque no votes a su partido. S¨ª, habl¨¦ con el Rey en una de los actos. No revelar¨¦ lo que le dije.
Me voy de vacaciones a Indonesia pero estar¨¦ para el aniversario. El problema de ra¨ªz es combatir por qu¨¦ hay j¨®venes desencantados que se radicalizan. Da igual que sean musulmanes o no porque hay m¨¢s atra¨ªdos por neonazis, por ejemplo. No est¨¢ bien decir que los chicos de Ripoll eran de familias normales porque se nos pone el foco a todos. S¨ª que hay cosas que siguen sin solucionar. El peligro es que nos encasillen y que solo piensen en nosotros cuando hay un atentado o un acto racista. Y es cierto que si vas a Par¨ªs o Londres hay grandes mezquitas y en Barcelona no. La hemos reclamado mil veces. Nos piden paciencia pero el problema sigue. No todos queremos mezquitas y que la pague seg¨²n quien.
¡°Este pa¨ªs es bastante peque?o y es relativamente f¨¢cil de cohesionar¡±
En invierno, con el fr¨ªo, no me preguntan si paso calor con el velo¡±.
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