¡°Un m¨¢ster para ser ¡®influencer¡¯ es est¨²pido¡±

Sus impecables u?as pintadas del mismo naranja fosforito que el ribete de sus zapatillas hablan de una persona que cuida a la perfecci¨®n hasta el ¨²ltimo detalle. Gigi Vives es el apodo con el que Georgina Vives (Barcelona, 1994) es conocida como influencer. Es pionera en una profesi¨®n que sigue tomando forma. ¡°Es un hobbie que se ha convertido en un trabajo¡± que le permite ganarse la vida y vivir sola en el barrio de Gr¨¤cia de Barcelona, que despierta tranquilo tras d¨ªas de fiesta mayor. Comparte su ¡°estilo de vida¡± con acuerdos y colaboraciones con firmas de belleza y moda, de las que publicita sus productos. Lo hace principalmente con fotograf¨ªas en la red social Instagram hechas con la sensibilidad de una chica que busca transmitir la autenticidad de una persona corriente.

¡°No todo lo que hago es regalado o gratis. Tambi¨¦n voy de viaje con mis amigas y pago mis vuelos¡±, cuenta. ¡°Los influencers somos parte del presupuesto de las campa?as de comunicaci¨®n, un nuevo medio como lo son los anuncios en revistas de papel o en televisi¨®n¡±, cuenta Gigi para hacer pedagog¨ªa de un empleo que ella prefiere definir como ser ¡°creadora de contenidos¡±.

Ayudada en sus inicios por su amistad con la popular influencer Dulceida, Gigi es aut¨®noma y desde hace un a?o cuenta con una representante. Recibe muchas propuestas de participaci¨®n en campa?as depublicidad. Su ¨²ltimo hito es el lanzamiento este agosto de camisetas con fotos suyas del sello de ropa de Inditex Lefties. Uno de sus principales clientes es la marca de cosm¨¦tica Yves Saint Laurent. Inicialmente m¨¢s centrada en la moda, Vives se sorprende de que actualmente el 80% de su trabajo sea para marcas de belleza.

¡°No todo lo que hago es regalado o gratis. Tambi¨¦n pago mis vuelos¡±

Los referentes paternos ¡ªsu madre trabaja en comunicaci¨®n y su padre en el textil¡ª marcaron a Gigi, que con 14 a?os empez¨® a utilizar las redes sociales. Ya entonces se dio cuenta de que lo hac¨ªa de forma distinta a sus amigos, que colgaban fotos de viajes o de la familia.

¡°El 90% de los influencers que conozco solo se dedican a esto y no tienen un plan de futuro¡±, comenta Gigi. Ella estudi¨® Marketing y Comunicaci¨®n en el Istituto Europeo di Design (IED), un pilar que ve fundamental en su carrera y para su futuro. Lo tiene claro: ¡°?Vas a ser influencer con 40 a?os? ?No!¡±. Por eso sue?a con trabajar en una revista o crear su marca de ropa cuando se le acabe el tir¨®n actual.

¡°Que haya un m¨¢ster para ser influencer me parece muy est¨²pido, una tomadura de pelo fruto del fen¨®meno mam¨¢ quiero ser influencer¡±, opina Vives sobre los estudios espec¨ªficos para la profesi¨®n presentados por la Universidad Aut¨®noma de Madrid, que anunci¨® para el pr¨®ximo a?o acad¨¦mico el primer curso universitario en Espa?a para ser influyente en redes sociales. En la misma l¨ªnea, la C¨¢mara de Comercio de Sevilla ofrece un m¨¢ster para ser influencer. Seg¨²n ella, es como si se creara una carrera para ser futbolista profesional: ¡°Puedes entrenar mucho, pero sin la seguridad de que llegues a jugar en un gran equipo. Hace falta tener mucha suerte¡±.

¡°Somos parte de los presupuestos de las campa?as de comunicaci¨®n¡±

El ingl¨¦s nativo que le dio su madre, danesa, le permite lucirse especialmente en los eventos internacionales a los que la invitan como representante espa?ola. Sinti¨® que ¡°un gran sue?o se hizo realidad¡± cuando fue invitada a sentarse en primera fila en los desfiles de la semana de la moda de Mil¨¢n el a?o pasado. Sin embargo, su paso por la pasarela como modelo para ZE Garc¨ªa en la 080 Barcelona Fashion el pasado enero junto a otras influencers fue una mala experiencia. ¡°No estaba c¨®moda, sent¨ª que ten¨ªa mucha atenci¨®n encima y entend¨ª que era un poco violento porque hab¨ªa modelos de verdad y es su trabajo real¡±, recuerda. Y sentencia: ¡°No lo volver¨ªa a hacer¡±.

¡°No siempre es yo, yo, yo¡±, afirma Gigi. Dice que se cansar¨ªa de estar subiendo todo el d¨ªa fotos suyas. En su Instagram (tiene casi medio mill¨®n de seguidores) y canal de YouTube habla tambi¨¦n de cine, m¨²sica, cuelga recuerdos familiares y hace fotos de sus bodegones. Es cr¨ªtica con su sector: ¡°Ahora hay mucha gente haciendo lo mismo y se est¨¢ estropeando el fen¨®meno¡±. No le gustan las etiquetas que asegura que algunos influencers se ponen a la ligera, e insiste en que es necesario respetar a las profesiones de las que, por su trabajo, tiene que tener alguna noci¨®n: ¡°No puedo decir que soy estilista solo porque subo ropa¡±.

Vives es consciente de que influye en su p¨²blico, mayoritariamente entre los 13 y 25 a?os. ¡°Los m¨¢s j¨®venes son muy delicados mentalmente¡±, apunta, y se ve a ella como ¡°la hermana mayor¡± y a su audiencia como sus ¡°mini yoes¡±. Por esto, dice que piensa muy bien c¨®mo decir las cosas para ¡°transmitir valores que realmente sirvan¡±. ¡°Me dicen que no fume y ahora solo subo fotos fumando si son, entre comillas, art¨ªsticas¡±. Asegura que algunos padres la han parado por la calle felicit¨¢ndola porque sus hijos la sigan a ella y no a otros.

La falta de privacidad es lo que lleva peor. Tuvo una mala experiencia en la edici¨®n de este verano del festival de m¨²sica Arenal Sound. Fue con sus amigas de la escuela, no a promocionar el evento. ¡°La zona VIP estaba llena de fans y me ped¨ªan fotos cada minuto. Nunca me quejo, pero hubo faltas de educaci¨®n¡±, lamenta. Una seguidora lleg¨® a picarle en la puerta del ba?o para que saliera a hacerse un selfie con ella. Aqu¨ª es cuando, seg¨²n Gigi, la virtud de la cercan¨ªa de los influencers ¡ªclave de su ¨¦xito¡ª se convierte en una desventaja. ¡°Nos ven todos los d¨ªas¡±, dice, para justificar que son vistos como m¨¢s alcanzables que los actores, modelos o m¨²sicos. ¡°?Incluso una ni?a me arranc¨® el auricular en una tienda!¡±, explica perpleja. La madre le pidi¨® disculpas.