Vicent Gabarda: ¡°El franquismo recuper¨® su memoria tras la Guerra Civil¡±

El historiador Vicent Gabarda (Paterna, 1959) es un experto sobre la represi¨®n franquista en la Comunidad Valenciana. Fundador de la Comissi¨® de la Veritat del Pa¨ªs Valenciano, es autor de La represi¨®n franquista en el Pa¨ªs Valenciano, 1938-1956, La represi¨®n en la retaguardia republicana del Pa¨ªs Valenciano, 1936-1939, y Els afusellaments al Pa¨ªs Valenci¨¤ (1938-1956). Su investigaci¨®n est¨¢ siendo clave para los arque¨®logos que trabajan en la apertura de las fosas comunes de Paterna, en las que ya se han exhumado 250 cuerpos fusilados durante el franquismo.

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El escritor publicar¨¢ este oto?o un nuevo trabajo prologado por el historiador brit¨¢nico Paul Preston, sobre la represi¨®n en ambos bandos durante la guerra y la posguerra. Gabarda descubri¨® en 1985, tras una investigaci¨®n, que en Paterna, se hab¨ªan fusilado tras la guerra a 2.238 personas ante un muro de 100 metros de longitud por 10 de alto pegado al cementerio, conocido como el pared¨®n de Espa?a. ¡°Las primeras veces utilizaron camiones para transportar los cad¨¢veres a las fosas, pero la protesta de las autoridades locales por el esc¨¢ndalo que supuso el reguero de sangre, provoc¨® el cambio de trayecto hasta el cementerio, creando un acceso directo a trav¨¦s de los campos de garroferos¡±, asegura.

Pregunta. ?C¨®mo se explica el silencio de Paterna, teniendo en cuenta que las ejecuciones se prolongaron hasta 1956?

Respuesta. Hay varias razones. Paterna ya tuvo durante la Guerra Civil la leyenda negra de ser el punto de ejecuci¨®n de muchos valencianos acusados de fachas. A los paterneros les tocaba coger su carro, cargar los cad¨¢veres y llevarlos al cementerio de Valencia a trav¨¦s de la huerta. Despu¨¦s de la guerra les toc¨® hacer las fosas comunes franquistas. Era gente que trabajaba como alba?il. Adem¨¢s, lo que hoy es puede ser un orgullo, en esa etapa era una verg¨¹enza para toda la familia, que era hostigada y perseguida. Por eso, olvidar fue el objetivo. Los padres quer¨ªan librar a sus hijos del sufrimiento que hab¨ªan padecido. Por otra parte, los cuarteles le han dado mucha vida a Paterna. Mucha gente com¨ªa de ellos. A hora del paseo, el pueblo se te?¨ªa de verde porque los soldados hac¨ªan su gasto. Supongo que ten¨ªan su carga de dolor, pero lo obviaban. Todo era cosa de los militares, algo que pasaba molt lluny [muy lejos].

"Franco creo la causa general, una investigaci¨®n exhaustiva sobre las v¨ªctimas del bando franquista para convertirlos en h¨¦roes"

P. Usted conoci¨® lo ocurrido cuando hizo su tesis.

R. As¨ª es. La investigaci¨®n fue un accidente. Iba a hacer la tesis sobre la historia econ¨®mica de Paterna. Part¨ª de una fecha, 1940. Fui al Ayuntamiento a ver qui¨¦n eran los tres o cuatro vecinos que dec¨ªan que hab¨ªan muerto durante la guerra. Mi asombro fue en aumento cuando vi la realidad, que hubo 2.238 ejecutados.

P. ?Qu¨¦ es lo primero que descubre?

R. Las listas de los fusilados en el registro civil. En esas fechas un compa?ero me coment¨® que personas de su pueblo, Liria, hab¨ªan sido fusilados en Paterna. Nunca hab¨ªa o¨ªdo hablar de fusilados en el pueblo y menos en ese aspecto. En el registro de Paterna se puede ver que la secci¨®n de defunciones tiene m¨¢s de 30 vol¨²menes mientras que la secci¨®n de nacimientos y matrimonios de ese mismo periodo de tiempo, del 39 al 56 tiene tres vol¨²menes. Y ves que los libros, casi el 90% est¨¢n dedicados a la inscripci¨®n de los ejecutados. Que constan as¨ª, ejecutados por sentencia de pena de muerte. Agrupados por sacas, cada d¨ªa el secretario de los juzgados anotaba todos los datos.

P. Todo registrado.

R. S¨ª. En el cuartel de Paterna me dijeron que hab¨ªa estadillos con el n¨²mero de balas utilizadas cada d¨ªa en las ejecuciones, con el nombre de los ejecutados, con el de los ejecutores y el del oficial que mandaba el pelot¨®n. La inscripci¨®n era el ¨²ltimo proceso en un procedimiento militar. Por eso sabemos que los ejecutados son todos. M¨¢s dif¨ªcil es saber d¨®nde fueron enterrados.

P. ?Por qu¨¦ en Valencia hubo tantas ejecuciones despu¨¦s de la guerra?

"Constan as¨ª, ejecutados por sentencia de pena de muerte"

R. Casi las mismas que en Catalu?a. Porque la gente no pudo salir de aqu¨ª hacia el extranjero. Muchos refugiados que fueron fusilados aqu¨ª. Tambi¨¦n es importante el hecho de que hab¨ªa sido capital de la Rep¨²blica y que a muchos cargos p¨²blicos los juzgaron aqu¨ª. Es el caso del cenetista catal¨¢n Joan Peir¨®, ministro de Industria durante el mandato de Largo Caballero, detenido por los nazis en Francia, junto a Companys [Lluis], y ejecutado en el pared¨®n de Paterna el 24 de julio de 1942, a pesar de las numerosas peticiones de falangistas para liberarlo. Peir¨® rechaz¨® y critic¨® los incendios contra la iglesia y los fusilamientos de religiosos en los primeros d¨ªas de la guerra. Salv¨® muchas vidas, objetos y edificios.

P. ?Qu¨¦ otros ejecutados hubo en Paterna tras la guerra?

R. El 24 de mayo de 1941 fue fusilado el rector de la Universidad de Valencia, el catedr¨¢tico de medicina, Joan Peset Aleixandre. Un gran investigador que padeci¨® dos consejos de guerra. Como presidente de Izquierda Republicana [partido fundado por Manuel Aza?a] de Valencia, fue diputado en el Congreso. Toribio Mart¨ªnez Cabrera, Jefe del Estado Mayor, fue ejecutado en junio de 1939 en el pared¨®n.

P. ?Qu¨¦ opina sobre la propuesta de anular los juicios franquistas?

R. Legalmente, fueron ilegales. Pero es muy dif¨ªcil dignificar a todas las v¨ªctimas, la de uno y otro bando, porque en los dos se cometieron actos injustificables. Por eso es muy complicado que se apruebe la anulaci¨®n de los juicios. Porque no todas las v¨ªctimas fueron inocentes.

P. La derecha suele decir que la memoria hist¨®rica no es patrimonio de la izquierda.

R. Es cierto, pero tienen poca memoria. El franquismo ya recuper¨® su memoria hist¨®rica tras la Guerra Civil. Franco creo la causa general, una investigaci¨®n exhaustiva sobre las v¨ªctimas del bando franquista para convertirlos en h¨¦roes. Los ca¨ªdos por el terror rojo se convirtieron en los ca¨ªdos por Dios y por Espa?a. Se dignific¨® a los muertos y se ayud¨® econ¨®micamente a sus familias. En todos los Ayuntamientos se buscaron las fosas comunes que se hicieron durante la guerra, se exhumaron los cuerpos y se entregaron a los familiares para que los enterraran.

P. ?Quiere decir que la dictadura ya lo hizo?

R. Correcto. Le voy a decir una cosa, la ley de Zapatero no imped¨ªa a los fascistas recuperar su memoria. Lo que pas¨® es que no hubo ninguna petici¨®n para abrir ninguna fosa porque ya lo hab¨ªan hecho tras la guerra. Esa es la diferencia.

P. ?Est¨¢ de acuerdo con la exhumaci¨®n del dictador?

R. Por supuesto. Hace tiempo que se ten¨ªa que haber hecho. Ni Franco ni Jos¨¦ Antonio. No son faraones. Y si su familia no se quiere hacer cargo pues es su problema. S¨ª que har¨ªa un lugar para la memoria real, que cuente lo que pas¨® en Espa?a y al que pueda acceder todo el mundo.

P. Tiene ya listo un nuevo libro sobre la represi¨®n en los dos bandos durante la guerra y la posguerra en el Pa¨ªs Valenciano

R. Durante la guerra, en Valencia, la represi¨®n fue republicana, y en la posguerra, franquista. Muertes que se produjeron a partes iguales en los dos bandos. M¨¢s de 14.000 v¨ªctimas. El libro cuenta la similitud que hubo entre unos y otros al margen de su ideolog¨ªa. El dolor y el sufrimiento de las familias fue el mismo. Con una ¨²nica diferencia, unos fueron tratados de h¨¦roes ca¨ªdos, y otros, sepultados y olvidados.