Ya no hacen falta los ¡®calcetines de viaje¡¯
La evoluci¨®n de la sociedad vista a trav¨¦s de los ojos de un farmace¨²tico
Cuando Hilario Mart¨ªn abri¨® su farmacia, hace 44 a?os, ten¨ªa un local peque?ito, de unos 30 metros cuadrados. Ahora supera los mil, es mayor que muchos economatos y da trabajo a 37 personas y a ¨¦l que, con 68 primaveras, no se piensa jubilar.
Le conoce tanta gente que incluso en 2017 recibi¨® la menci¨®n de honor del premio Ciudad Alcorc¨®n, confirmando lo que muchos pensamos: este hombre es una instituci¨®n.
Lo es porque no ha dejado de formarse y a la farmacia le sum¨® la ¨®ptica y el ¨¢rea de ortopedia; lo es porque cuando a¨²n no sab¨ªamos qu¨¦ eran el marketing o la fidelizaci¨®n, ¨¦l ya obsequiaba a los pacientes con muestras gratuitas; lo es porque contin¨²a haci¨¦ndolo, aunque ya cuente con la confianza absoluta de todos sus clientes. De hecho, son muchas las personas a las que, desde la puerta, saluda y da la bienvenida a diario.
Quiz¨¢s esta costumbre es la que ha provocado que afirme que ¨¦l ya sabe c¨®mo es alguien con solo darle la mano.
Me cuenta, met¨®dico, que en lo suyo hay una parte de empresa y otra de profesional y que ¨¦l intent¨® conjugarlo apoy¨¢ndose en cuatro patas, "la gesti¨®n, el orden mental, una acci¨®n profesional impecable y la log¨ªstica". Y, a?ade, "a?os de estudio y de sociedad", que es como ¨¦l llama a la universidad de la vida. Sin embargo, ese conocimiento callejero, "el que le falta a los empollones", no le sirvi¨® el d¨ªa que un hombre le pidi¨® unos 'calcetines de viaje', porque no entendi¨® que aquel era el c¨®digo para adquirir profil¨¢cticos.
De eso ha llovido y resulta dif¨ªcil reconocer esa Espa?a. Antes, dice, solicitaban los condones los varones, con recato; ahora quienes m¨¢s los compran, y sin pudor, son las chicas j¨®venes.
La sociedad ha cambiado y Alcorc¨®n es otro. Cuando aterriz¨®, hab¨ªa muchos menos habitantes y buena parte de ellos proven¨ªan de Extremadura, cosa que tiene sentido, teniendo en cuenta que la localidad est¨¢ en plena A5. Dos generaciones despu¨¦s, con hospital, ya hay alcorconeros nacidos en el municipio.
No recuerda qu¨¦ es lo m¨¢s bonito que le ha pasado porque hermosos son muchos d¨ªas cuando los pacientes se acercan para darle las gracias por haber conseguido curarse. No es raro puesto que en su farmacia se hacen formulaciones magistrales, que es algo as¨ª como medicamentos a medida, con receta, que ya no se fabrican o nunca se produjeron porque, por ser para personas con dolencias at¨ªpicas, no le merecen la pena a las grandes industrias farmac¨¦uticas.
Le pregunt¨¦ que si ten¨ªa planes de futuro y me respondi¨®, enseguida, que seguir creciendo, poner a su hija de titular de la farmacia y crear una unidad especializada en infertilidad.
Por otros cuarenta y pico a?os, Hilario, o por m¨¢s.
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