La noche que Torra perdi¨® el control

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, inaugur¨® la conmemoraci¨®n del primer aniversario de la consulta ilegal del 1 de octubre dirigi¨¦ndose a los ¡°amigos¡± ¡ªas¨ª les llam¨®¡ª de los autodenominados Comit¨¦s de Defensa de la Rep¨²blica (CDR). Torra anim¨® a los miembros de la izquierda anticapitalista independentista: ¡°Apret¨¢is y hac¨¦is bien en apretar¡±. La noche del lunes, los mismos anticapitalistas humillaron a los Mossos en las puertas de la C¨¢mara catalana. Decenas de radicales pusieron contra las cuerdas a los agentes que acabaron escondidos dentro del Parlament mientras los radicales lanzaban piedras y vallas exigiendo la dimisi¨®n del molt honorable.

La escenificaci¨®n de la p¨¦rdida de control de Torra llevaba semanas cuaj¨¢ndola ¨¦l mismo. La tarde del 11 de septiembre, una treintena de personas acamparon frente a la Generalitat con la intenci¨®n de permanecer en la plaza de Sant Jaume hasta la proclamaci¨®n de la rep¨²blica catalana. Horas despu¨¦s, se fotografiaban con el president al que la idea le parec¨ªa estupenda.

Dos semanas m¨¢s tarde, los Mossos desalojaban la acampada. El descontento comenz¨® a hacerse evidente. El pasado s¨¢bado, con el ambiente caldeado, la polic¨ªa auton¨®mica carg¨® contra los miembros de los CDR que intentaban impedir una ¡°manifestaci¨®n/homenaje¡± de los agentes de la Polic¨ªa Nacional y Guardia Civil que requisaron urnas durante el refer¨¦ndum independentista del a?o pasado. En v¨ªsperas del aniversario del 1-O volv¨ªan a aparecer los porrazos, pero en esta ocasi¨®n eran los Mossos los que cargaban contra los independentistas. Torra, el lunes, ya ten¨ªa a sus ¡°amigos¡± de los CDR exigiendo su dimisi¨®n.

Recibi¨® cr¨ªticas durante todo el fin de semana, pero crey¨® que la actuaci¨®n de los Mossos del s¨¢bado quedar¨ªa en segundo plano durante el aniversario del 1 de Octubre. Lo que Torra no sab¨ªa es que hab¨ªa perdido el control de parte del independentismo. La tarde del lunes, 180.000 personas, seg¨²n la Guardia Urbana, se manifestaron por el centro de Barcelona mostrando las mismas urnas del 1-O. En esta ocasi¨®n, iban llenas de papeletas donde centenares de personas hab¨ªan depositado propuestas que al final de la marcha se entregaron a presidente del Parlament, Roger Torrent, y al mismo Torra. El president se hab¨ªa pasado el d¨ªa agasajando a los CDR , pero no consigui¨® amansar a los anticapitalistas. Aguant¨® gritos exigiendo su dimisi¨®n y la del consejero de Interior, Miquel Buch. El ambiente estaba caldead¨ªsimo.

In¨¦s Arrimadas y otros diputados de Ciudadanos salieron del Parlament en cuanto acab¨® la manifestaci¨®n de homenaje al refer¨¦ndum. A la masa, que ya estaba enfadada con Torra, solo le faltaba la presencia de la l¨ªder de la oposici¨®n desfilando a unos metros del escenario. Los agentes escoltaron a Arrimadas, y Torra puso pies en polvorosa. Frente al Parlament quedaron decenas de j¨®venes exigiendo la ocupaci¨®n de la C¨¢mara y unas decenas de mossos antidisturbios. Los organizadores dieron por desconvocada la protesta pero la mecha ya estaba encendida.

Las vallas de protecci¨®n del Parlament volaron. Tras ellas, latas de cerveza, piedras, palos¡­ Los mossos antidisturbios ten¨ªan las porras preparadas esperando la orden de cargar. En las arcadas exteriores del edificio del Parlament se concentraron decenas de polic¨ªas auton¨®micos vestidos con su uniforme reglamentario: pantalones de pinzas, zapatos y visera. Con ese equipamiento inapropiado esquivaban toda suerte de objetos que los exaltados lanzaban a solo unos metros.

La situaci¨®n, lejos de pacificarse, se fue encendiendo. Los CDR fueron alcanzando cotas cada vez m¨¢s altas: llegaron a parte de la fachada del Parlament, una verja, tocaron una ventana¡­ La situaci¨®n se convirti¨® en insostenible para los agentes que ¡ªpor primera vez en una manifestaci¨®n frente a la C¨¢mara catalana¡ª recularon hasta protegerse, encerr¨¢ndose en el Parlament.

Los radicales alcanzaron la que se convertir¨ªa en su ¨²ltima cota: la puerta principal. Exig¨ªan la cabeza de Buch y la de Torra. Se cre¨ªan a punto de ocupar la C¨¢mara y de dar un giro hacia la rep¨²blica catalana cuando llegaron furgonetas con refuerzos de los Mossos. Bajaron decenas de agentes antidisturbios con porras y escopetas de foam ¡ªlas balas de goma permitidas en Catalu?a¡ª que dispararon mientas los mossos de los pantalones de pinzas salieron ataviados con cascos y porras.

El Parlament se despej¨® en cuesti¨®n de minutos. Fue entonces cuando comenzaron las carreras por el centro de la ciudad. Otros antisistema ya llevaban varios minutos a la carrera en V¨ªa Laietana, despu¨¦s de haber intentado atacar la jefatura de la Polic¨ªa Nacional. La noche del 1 de octubre de 2018 se convirti¨® en la noche que Torra perdi¨® el control y acab¨® con los Mossos cargando contra los ¡°amigos¡± del president. No hubo detenidos. Este martes, nadie dimiti¨®.