Qu¨¦ hacen otras ciudades del mundo con los coches
El ¨¢rea de tr¨¢fico restringido Madrid Central impulsa el debate sobre qu¨¦ medidas toman otras urbes para luchar contra la contaminaci¨®n que provocan los veh¨ªculos
El ¨¢rea de tr¨¢fico restringido Madrid Central, que entrar¨¢ en vigor en el centro de la capital el 23 de noviembre, y el Protocolo Anticontaminaci¨®n, que llegar¨¢ el lunes, impulsan el debate sobre qu¨¦ medidas toman otras ciudades para luchar contra la contaminaci¨®n que provocan los veh¨ªculos. El contexto europeo se mueve en un entorno similar al propuesto por Madrid: el Parlamento Europeo aprob¨® el pasado mi¨¦rcoles elevar los requisitos de reducci¨®n de emisiones para los coches nuevos y furgonetas. De peatonalizaciones y carriles bici en Valencia a la ¡°tasa de congesti¨®n¡± de Londres, repasamos qu¨¦ hacen varias urbes con este problema.
Barcelona
Restricciones en 2020
En Barcelona, la lucha contra el tr¨¢fico privado tiene varios frentes, aunque se descartan medidas dr¨¢sticas o impopulares durante el primer mandato de la alcaldesa Ada Colau. El ejecutivo tampoco contempla un peaje urbano. En vistas al futuro, la decisi¨®n m¨¢s controvertida es prohibir la circulaci¨®n de veh¨ªculos que no tengan etiqueta de la DGT, los m¨¢s contaminantes, a partir de 2020 en el ¨¢rea que queda dentro del per¨ªmetro de las Rondas de circunvalaci¨®n, que comprende casi toda la ciudad y afecta a otros siete municipios. Hasta entonces, la restricci¨®n solo se aplicar¨¢ si se produce un episodio de contaminaci¨®n, que suelen coincidir con muchos d¨ªas consecutivos de tiempo anticicl¨®nico. El a?o pasado no hubo ninguno.
El resto de pol¨ªticas de movilidad son una suma de actuaciones. Destaca el objetivo, al que no se llegar¨¢ completamente, de casi triplicar la red de carriles bici (hab¨ªa 130 kil¨®metros en 2015 y la idea era alcanzar los 300, ya hay m¨¢s de 200 terminados, que se hacen siempre en calzada, a costa de carriles para coches o aparcamiento). En materia de transporte p¨²blico, desde hace a?os el Ayuntamiento est¨¢ modificando la red de autobuses con l¨ªneas verticales y horizontales que mejoran la velocidad comercial. Otro proyecto de pacificaci¨®n de la ciudad es la creaci¨®n de supermanzanas, la agrupaci¨®n de nueve manzanas donde el tr¨¢fico se restringe notablemente y se gana espacio para los peatones o zonas de juegos o estancia. La primera, en el Poblenou, se aplic¨® estrictamente y sin consenso y fue muy pol¨¦mica, pero tras flexibilizarla, ha resultado un ¨¦xito.
Valencia
Peatonalizaciones y carriles bici
Valencia (gobernada por Comprom¨ªs, Socialistas y Val¨¨ncia en Com¨²), ha dirigido sus pasos desde 2015 a calmar el tr¨¢fico en la capital. El Gobierno local comenz¨® el mandato cortando al tr¨¢fico rodado el ¨²ltimo domingo de cada mes la plaza del Ayuntamiento, que se peatonalizar¨¢ parcialmente junto a otras dos c¨¦ntricas enclaves. Tambi¨¦n se ha reducido la velocidad en el casco hist¨®rico a 30 kil¨®metros por hora y, mediante un urbanismo t¨¢ctico, se ha reducido al m¨ªnimo el paso incesante de coches por el casco antiguo. En 2017 se puso en marcha un anillo ciclista que rodea el centro y conecta con el resto de la red de carriles bici de la capital, que cuenta con 145 kil¨®metros en funcionamiento y otros 20 ejecut¨¢ndose o en proyecto. No hay tasa de congesti¨®n como tiene Londres ¡°ni est¨¢ prevista¡±, ha dicho el concejal de Movilidad de Valencia, Giuseppe Grezzi. La idea es que cada vez sea menos atractivo desplazarse en coche por el centro.
Nueva York
Debate la tasa de congesti¨®n
La gesti¨®n del tr¨¢fico es un reto mayor en Nueva York, por el incremento de la poblaci¨®n, una infraestructura de metro anticuada que se deteriora con rapidez y la disrupci¨®n de los servicios alternativos al taxi como Uber, Lyft o Via. Aplicar una tasa de congesti¨®n para circular por Manhattan es un tema recurrente desde hace cuatro d¨¦cadas. Se intent¨® tres veces. La ¨²ltima propuesta del gobernador Andrew Cuomo, presentada a comienzos de a?o, plantea aplicar un peaje en una zona que cubre desde el distrito financiero a Central Park.
Pero la tasa de congesti¨®n es una cuesti¨®n pol¨ªticamente compleja. El alcalde Bill de Blasio amenaza con ir por su cuenta ante el inmovilismo de los legisladores en Albany, la capital del Estado. El Ayuntamiento acaba en paralelo de congelar hace dos meses la emisi¨®n de nuevas licencias a veh¨ªculos de alquiler con conductor. La moratoria estar¨¢ en vigor hasta que concluya un estudio de impacto. El principal ejecutivo de Uber es favorable a que se pague por circular en determinadas zonas.
La ciudad est¨¢ en paralelo expandiendo el carriles bici por otros barrios fuera de la isla de Manhattan. La red cuenta con 12.000 bicicletas y 750 estaciones. En junio se alcanzaron los 60 millones de viajes desde que el programa se estren¨® hace cinco a?os. Se calcula que se realizan 70.000 viajes diarios cuando hace buen tiempo. El sistema, que cuenta con 145.000 abonados, se convirti¨® una parte integral de la red de transporte de la metr¨®poli m¨¢s poblada de EE UU.
Algunos datos de la capital noruega
En 2020, todos los medios de transporte de Oslo se mover¨¢n con energ¨ªa renovable.
En 2025, toda la flota de autob¨²s ser¨¢ reemplazada por tecnolog¨ªa de emisi¨®n cero. Los gases de efecto invernadero se reducir¨¢n entre un 80 y un 90%. El 60% de la flota de autob¨²s ser¨¢ totalmente el¨¦ctrica y 500 autobuses ser¨¢n de biog¨¢s, considerado un modelo solo transitorio.
Oslo
Prohibici¨®n total en 2025
El transporte p¨²blico no hace ruido en Oslo. La capital de Noruega se ha propuesto eliminar la emisi¨®n de gases nocivos para 2025 y para ello prohibir¨¢ la circulaci¨®n de veh¨ªculos que se mueven con di¨¦sel y gasolina. Uno de cada tres coches ya tiene enchufe y los lujosos Tesla son una estampa de lo m¨¢s habitual en las calles de la ciudad de 610.000 habitantes. Adem¨¢s, la flota de transporte p¨²blico ¨Cautobuses y barcos¡ªest¨¢ en constante renovaci¨®n para cumplir con las reducciones de CO2 y contribuir al cumplimiento de los Acuerdos del Clima de Paris firmados en 2015.
La regi¨®n de Akershus, de la que Oslo es capital, puso en marcha a principios de a?o, y hasta 2020, el programa Ruter Fossil Free 2020 para convertir en el¨¦ctricos los 1.100 autobuses con los que cuenta la regi¨®n. Un 77% a¨²n funciona con di¨¦sel. ¡°La ambici¨®n de Ruter es implementar r¨¢pidamente las soluciones que creemos que son las mejores en una perspectiva a largo plazo. Nuestra opini¨®n es que los autobuses el¨¦ctricos y los barcos son especialmente prometedores¡±, se lee en el programa. El Ayuntamiento estudia tambi¨¦n la introducci¨®n de barcos el¨¦ctricos en el fiordo de Oslo.
RESTRICCI?N AL TR?FICO EN EL CENTRO
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Para incentivar al ciudadano a que abandone el coche, el Gobierno conservador de Erna Solberg cuenta con un arma fundamental: las exenciones. Los nuevos compradores de veh¨ªculos el¨¦ctricos --incluido las bicicletas-- cuentan con un ahorro del 25% del IVA, y la exenci¨®n total el impuesto de matriculaci¨®n, del pago de peajes y de aparcamiento. Pero la capital noruega es m¨¢s empinada que otras ciudades donde la bici es la reina de las calles como ?msterdam o Copenhague, por lo que el pa¨ªs est¨¢ invirtiendo cientos de millones para la construcci¨®n y renovaci¨®n de toda la infraestructura ciclista, seg¨²n CityLab.
Parad¨®jicamente, el pa¨ªs implementa ¨Cy sobre todo financia¡ªestas pol¨ªticas verdes a trav¨¦s de su Fondo Soberano, el m¨¢s grande del mundo. Es dinero que viene del petr¨®leo que el pa¨ªs n¨®rdico descubri¨® bajo sus aguas en la d¨¦cada de los sesenta y setenta y que hoy representa el 40% del PIB. Tras la crisis del oro l¨ªquido de 2014, Noruega empez¨® a cambiar su mentalidad para apostar por un sistema sostenible con el medio ambiente. Christina Bu, secretaria general de la asociaci¨®n nacional de coches el¨¦ctricos, lo describi¨® hace tiempo: ¡°Noruega ha entrado en la era postpetr¨®leo¡±.
Lisboa
Sin restricciones al coche
Autobuses, tranv¨ªas, coches, motos, tuk-tuks, bicis y patinetes, ya sea por el asfalto o por las aceras. La pol¨ªtica de movilidad en el centro de Lisboa no pasa por priorizar al peat¨®n. En la ciudad de las siete colinas y de las calles adoquinadas, la bici lo tiene dif¨ªcil. Las ciclov¨ªas son una rareza, con la excepci¨®n de la ribera del Tajo y el parque natural de Monsanto -en las afueras-, donde se concentran las mayor¨ªa de los 80 kil¨®metros de carriles para la bici. La meta es llegar a los 200 kil¨®metros en dos a?os.
El centro de la ciudad, en donde se rebasaron los l¨ªmites de contaminaci¨®n en 23 d¨ªas de 2017, no hay restricci¨®n alguna a los veh¨ªculos, salvo barrios en donde f¨ªsicamente no caben, como es el caso de Alfama, Bairro Alto o la Morer¨ªa. All¨ª solo se permite el tr¨¢fico vecinal. Desde 2015 est¨¢ prohibida la entrada en la ciudad a veh¨ªculos fabricados antes de 1996. Por la avenida de la Libertad -la m¨¢s contaminada de la capital portuguesa- solo pueden transitar veh¨ªculos posteriores al 2000, sin embargo, la norma no se cumple. En tres a?os no se ha impuesto multa alguna.
Berl¨ªn
Limitaci¨®n a 30 kil¨®metros por hora
En Berl¨ªn no existen medidas para reducir el tr¨¢fico en la gran ciudad, pero las autoridades han legislado para reducir la contaminaci¨®n. Para combatir la poluci¨®n, Berlin est¨¢ aplicando un m¨¢ximo de velocidad de 30 kil¨®metros por hora en calles importantes de la ciudad. Desde 2008 tambi¨¦n existe un ¨¢rea medioambiental de 88 kil¨®metros cuadrados donde solo se puede circular con un coche que luzca el distintivo verde que reciben los veh¨ªculos cuyo est¨¢ndar de emisi¨®n corresponda a Euro 4 o superior. A comienzos del a?o, la ciudad aprob¨® un nuevo paquete de medidas para combatir la contaminaci¨®n, que incluye un incentivo de 2.500 euros para la compra de un taxi h¨ªbrido. La ciudad tambi¨¦n ha puesto en marcha la compra de autobuses el¨¦ctricos para transporte p¨²blico.
?Hay otras medidas en discusi¨®n? La principal medida que estudia el Gobierno federal es una nueva pegatina, el llamado distintivo azul, que solo recibir¨ªan los coches cuyo est¨¢ndar de emisi¨®n sea Euro 6. Gracias a una sentencia de un alto tribunal alem¨¢n, las ciudades tambi¨¦n podr¨¢n prohibir el acceso a coches di¨¦sel con la norma Euro 5, como ya es el caso de Stuttgart, Francfort y Hamburgo. Unos 10 millones de veh¨ªculos podr¨ªan verse afectados. M¨¢s de 70 ciudades alemanas presentaron en 2017 ¨ªndices de di¨®xido de nitr¨®geno superiores al umbral promedio de 40 microgramos por metro c¨²bico decretado por la UE. Berl¨ªn es una de ellas.
Par¨ªs
Grandes peatonalizaciones
Hace tiempo que las escenas de de persecuciones en coche por la ribera del r¨ªo Sena no son m¨¢s que eso, pel¨ªculas. El cierre al tr¨¢fico de estas v¨ªas r¨¢pidas para reconvertirlas en zona peatonal es uno de los hitos de la pol¨ªtica de peatonizaci¨®n de la alcaldesa socialista de Par¨ªs, Anne Hidalgo. Pero con los m¨²ltiples pleitos ante la justicia ¡ªque tiene que pronunciarse este mismo mes sobre si mantiene su peatonizaci¨®n o no¡ª se ha convertido tambi¨¦n en un s¨ªmbolo de la dificultad de limitar la circulaci¨®n una ciudad como Par¨ªs. Pese a todo, Hidalgo lo reiteraba hace solo unos d¨ªas: su objetivo es reducir, al m¨ªnimo posible, la circulaci¨®n de veh¨ªculos en una de las capitales europeas m¨¢s contaminadas.
¡°Deseo que haya menos coches, que haya menos coches contaminantes, que las plazas de aparcamiento en superficie se usen para ampliar las aceras para peatones. M¨¢s peatones y bicicletas y menos coches¡±, resumi¨® en una entrevista. La justicia no es su ¨²nico obst¨¢culo. En los ¨²ltimos a?os, se han multiplicado las ofertas de movilidad alternativa como bicicletas, motos y coches el¨¦ctricos y, ¨²ltimamente, patinetes. Pero un grave retraso en el cambio del sistema de las bicicletas compartidas y un pleito con la empresa que gestionaba los coches el¨¦ctricos compartidos han provocado una gran irritaci¨®n en la Ciudad Luz y han complicado las alternativas al coche.
?msterdam
Apuesta por la bicicleta
Femke Halsema, la nueva alcaldesa de ?msterdam, era la l¨ªder del partido ecologista holand¨¦s, Groen Links. El Ayuntamiento gobierna con mayor¨ªa de izquierdas, y desea ¡°una ciudad libre de coches¡±. No es una tarea f¨¢cil, dado el trazado de una urbe cuyo centro hist¨®rico est¨¢ repleto de turistas, y tiene un cintur¨®n de canales del siglo XVII, calles empedradas y poco espacio para la circulaci¨®n rodada. Aunque hay ya algunas v¨ªas comerciales para peatones, ¡°gran parte del espacio p¨²blico sigue ocupado por el tr¨¢fico rodado, en especial los distritos del siglo XIX y el centro antiguo¡±, dicen portavoces municipales. Aseguran que ¡°cada vez m¨¢s vecinos venden sus coches, o no compran uno nuevo, pero entre un 40% y un 60% del tr¨¢fico de autos no necesita estar en el centro¡±. Ahora, algunas zonas no los permiten si su destino (domicilio particular, carga o descarga) no es ese, y hay calles de una sola direcci¨®n. Entre los nuevos planes, figura ampliar las zonas peatonales, y dar prioridad a ciclistas y tranv¨ªas creando rutas que unan varias calles muy concurridas.
Roma
Zonas de Tr¨¢fico Limitado
Roma est¨¢ en pleno debate sobre la movilidad en el centro hist¨®rico. En la capital existen varias Zonas de Tr¨¢fico Limitado (ZTL) con diferentes horarios y condiciones. La m¨¢s restrictiva es la del centro, que est¨¢ cerrada hasta las 18.00 de lunes a viernes. Solo pueden circular en esos espacios residentes, transporte p¨²blico, motos, taxis, veh¨ªculos de alquiler con conductor, y coches el¨¦ctricos. El a?o pasado el ayuntamiento aprob¨® la ampliaci¨®n del horario de cierre al tr¨¢fico hasta las 20.00h y otras medidas como el aumento del coste de aparcamiento en la zona azul del centro, pero su entrada en vigor se ha ido postergando.
Desde julio, un tramo de la V¨ªa del Corso ¨Cprincipal arteria tur¨ªstica y llena de comercios¨C es peatonal. Y este mes el consistorio deber¨¢ aprobar las l¨ªneas maestras para introducir un peaje para entrar al centro, basado en el modelo londinense y siguiendo el ejemplo de Mil¨¢n. Cuenta con la oposici¨®n de parte del equipo de Gobierno de la ciudad y de plataformas de ciudadanos. En Roma, la ineficacia del servicio p¨²blico de transportes y la falta de carriles especiales para autobuses urbanos, taxis o bicicletas hace que el tr¨¢fico sea intenso pr¨¢cticamente a cualquier hora y, a menudo, ca¨®tico.
La capital brit¨¢nica aplica una tasa a los conductores que entran en el centro
Londres
Londres implant¨® la tasa de congesti¨®n en la zona central de la ciudad hace 15 a?os. El alcalde laborista, Ken Livingstone, tuvo que combatir las presiones de comercios y de uno de los condados m¨¢s potentes de esta ciudad de 9 millones de habitantes: Westminster. Los opositores a la medida argumentaban que de ese modo iba a restringirse el acceso de muchos vecinos a colegios u hospitales. El asunto acab¨® en los tribunales, que dieron la raz¨®n a Livingstone, y con el tiempo ha resultado un gran ¨¦xito, que debe sin embargo ser revisado de nuevo. La tasa abarca un ¨¢rea de 21 kil¨®metros cuadrados. Cualquier veh¨ªculo que acceda entre las siete de la ma?ana y las seis de la tarde en d¨ªas laborales paga una cantidad fija, que ha subido desde los 5 euros aproximadamente en 2003 a los 12 euros actuales. Los residentes obtienen un descuento del 90% y las personas con discapacidad pueden circular gratis. Hoy el volumen de tr¨¢fico en la zona se ha reducido en un tercio respecto al que supon¨ªa hace d¨¦cada y media.
La proliferaci¨®n de taxis, minitaxis y los nuevos servicios de Uber han provocado, sin embargo que en los ¨²ltimos a?os el descenso de tr¨¢fico se haya congelado, y el nuevo equipo municipal ha puesto en marcha un nuevo plan globlal. En colaboraci¨®n con los distintos condados, se han concentrado en incrementar los carriles bici, mejorar el transporte p¨²blico -que en Londres funciona excepcionalmente bien- e incrementar el precio de los aparcamientos con ¨¢nimo disuasorio. Como en otras ciudades del mundo, los incentivos para los coches el¨¦ctricos son cada d¨ªa mayores.
Con informaci¨®n de Miguel ?ngel Medina, Clara Blanchar, Cristina V¨¢zquez, Sandro Pozzi, Bel¨¦n Dom¨ªnguez, Javier Mart¨ªn, Enrique M¨¹ller, Silvia Ayuso, Isabel Ferrer, Lorena Pacho y Rafa de Miguel.
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