¡°Ven¨ªa con un bate. Me dijo que me iba a enterar de qui¨¦n mandaba en casa¡±
La esposa de un acusado por maltrato y violaci¨®n relata en el juicio la espeluznante convivencia en la casa de Ferreira do Valadouro que compart¨ªan con sus dos hijas
Aterrador el testimonio de una mujer durante el juicio que se ha iniciado esta ma?ana en la secci¨®n segunda de la Audiencia Provincial contra su marido y padre de sus dos hijas, para el que el fiscal pide en sus conclusiones provisionales 26 a?os de c¨¢rcel, por maltrato y violaci¨®n. La mujer, que declar¨® por videoconferencia, relat¨®, entre lloros, c¨®mo hab¨ªa sido la convivencia con su pareja, desde que se casaron en 2002 y tuvieron dos hijas, entre ¡°humillaciones¡±, ¡°agresiones¡± e incluso una violaci¨®n, en el domicilio compartido en la localidad mari?ana de Ferreira do Valadouro.
¡°Nunca dej¨® de consumir. Yo pienso que consum¨ªa siempre¡±, narraba la mujer sobre la adicci¨®n a la coca¨ªna de su marido, una dependencia reconocida por el acusado que confes¨® hasta un consumo diario de ¡°dos gramos¡±. Y precisamente la droga fue lo que provoc¨® que le pidiera a la v¨ªctima constantemente dinero. ?l hab¨ªa dejado de trabajar ¡°en 2014 o 2015¡± en un aserradero de la zona despu¨¦s de haber agredido al jefe. La mujer ped¨ªa ¡°adelantos¡± en su trabajo o ¡°a sus padres¡±, que sab¨ªan que ¡°no era para m¨ª, ni para mis hijas".
Incluso la madre del acusado (J.J.G.) lleg¨® a animar a su nuera para que lo denunciara ante la Guardia Civil, cosa que hizo en julio de 2017 tras un episodio donde supuestamente la habr¨ªa llegado a violar. El estremecedor relato llev¨® al presidente del tribunal a interrumpir a la v¨ªctima para que se tranquilizara, porque era un mar de sollozos y l¨¢grimas. Lleg¨® un d¨ªa, sigui¨® contando luego la v¨ªctima, en que estando en su casa el hombre le dijo a su mujer que no funcionaba la lavadora. ¡°Vete a mirar¡±, le orden¨®. Pero seg¨²n ella era una encerrona. Ah¨ª se desat¨® otro aut¨¦ntico infierno, donde se perpetrar¨ªa la violaci¨®n. ¡°Me giro y lo veo con un bate de b¨¦isbol", narr¨® la mujer durante su declaraci¨®n, "me dijo que me iba a enterar de qui¨¦n mandaba en casa. Me qued¨¦ paralizada. Trataba de esquivar los golpes para que no me diera en la cabeza o en la cara. Me dijo que me ten¨ªa que arrodillar; que me iba a hacer un tercer hijo ¡ quer¨ªa salir viva de ah¨ª¡±, describi¨® ante el tribunal con minuciosidad ese momento.
La situaci¨®n de maltrato era constante, dijo ella: ¡°Al principio¡± eran ¡°humillaciones e insultos¡±. Hasta que un d¨ªa que ten¨ªa la mujer a la m¨¢s peque?a de las hijas en el regazo, tras preguntarle ¨¦l lo que pensaba tir¨® al suelo a ambas. Luego sigui¨® con "empujones" y "un pu?etazo en el estern¨®n¡±.
Previamente, el acusado en su declaraci¨®n intent¨® excusarse por ¡°una vida condicionada por la coca¨ªna¡±, y lleg¨® a decir que por esta causa ten¨ªa ¡°paranoias y alucinaciones¡±. ¡°Yo ten¨ªa mal humor¡±, justificaba. Neg¨® en todo momento que violara a la mujer, o que la amenazara de muerte, aunque s¨ª reconoc¨ªa que se produc¨ªan ¡°agresiones¡± por parte de ambos ¡°habitualmente¡±. Ante la pregunta de la acusaci¨®n, de si una de sus hijas ¡°le tiene miedo¡±, no ha tenido reparos en admitir que ¡°es posible que tuviese miedo; pero s¨¦ que mi hija me quiere¡±.
La fiscal¨ªa reclama 26 a?os de c¨¢rcel por malos tratos habituales en el ¨¢mbito familiar, agresi¨®n sexual, lesiones, coacciones y maltrato, a este hombre tambi¨¦n acusado de violar a su esposa. Ella est¨¢ en tr¨¢mites para divorciarse del acusado, que permanece ingresado en prisi¨®n desde el ¨²ltimo episodio de violencia machista, en julio del pasado a?o.
El abogado defensor, Fernando Lebredo, avanzaba antes de entrar en sala que iba a pedir la libre absoluci¨®n ¡°por entender que no cometi¨® ninguna agresi¨®n sexual". "La tensi¨®n en el matrimonio era como consecuencia de un consumo reiterado de coca¨ªna durante m¨¢s de 20 a?os¡±, justific¨®. ¡°Eso pudo afectar a sus facultades. Mi cliente no acepta, y creemos que no est¨¢ probado, ning¨²n tipo de agresi¨®n sexual¡±, zanjaba. El letrado insist¨ªa en las relaciones de ¡°tensi¨®n¡± fruto de un consumo de droga. ¡°No creemos que existiera violencia de tipo machista, sino un problema de consumo de drogas reiterado en el tiempo que pudo dar lugar a situaciones de tensi¨®n¡±, recalcaba a los medios de comunicaci¨®n.
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