?Es positiva para la movilidad urbana la proliferaci¨®n de los patinetes el¨¦ctricos?

Los patinetes el¨¦ctricos y otros tipos de veh¨ªculos de movilidad personal son un nuevo actor de la movilidad sostenible en las ciudades, pero su ocupaci¨®n del espacio p¨²blico y su uso indebido por las aceras crean conflictos con los peatones. ?Son los patinetes un factor positivo para la movilidad? ?Deben sus usuarios poder circular por cualquier parte? Damos voz a ambas posturas con dos art¨ªculos, uno de Jes¨²s Ruiz Mantilla, periodista de EL PA?S, y otro de Iv¨¢n Sixto, vocal de la Asociaci¨®n de Usuarios Veh¨ªculos de Movilidad Personal (AUVMP).?

El patinete o su pescuezo, por Jes¨²s Ruiz Mantilla

No eran bastantes los armatrostes ni los chirimbolos orondos y espantosos del mobiliario urbano, no vale con que las esclavas condiciones de trabajo de los repartidores de comida a domicilio en bici las paguen tambi¨¦n los peatones atropellados en un descuido por las aceras o que estos pobres ciclistas a destajo se la jueguen en direcci¨®n prohibida salt¨¢ndose todas las normas de seguridad vial. No. Llegan ahora los patinetes. Ap¨¢?eselas para sortearlos.

?Y c¨®mo? En una asombrosa maniobra de ventajismo an¨¢rquico a costa del ecologismo entendido de manera extra?a. Todos a favor de la limpieza atmosf¨¦rica, de acuerdo. Bienvenida sea. Pero no a cualquier precio. Desde hace unos d¨ªas han aparecido como setas plantadas de cualquier manera en las aceras. Abultan, ya lo han visto. Y, sobre todo, estorban. No es culpa del objeto en s¨ª, que resulta hasta mono. Es responsabilidad de quien lo utiliza de forma caprichosa e infantil, tambi¨¦n de a quien se le haya ocurrido el vericueto que lo permita y adem¨¢s, de unas empresas partidarias de forrarse con esa soberbia de la nueva econom¨ªa que esconde con apariencia cool diversas aberraciones.

En las p¨¢ginas web palmeras y plagadas de publirreportajes con sus ventajas, sus facilidades y sus promesas de un mundo mejor, nos cuentan las virtudes de los vehiculillos en cuesti¨®n. Pero algunas los describen de manera inquietante: ¡°Aparecen diseminados por el centro de la urbe¡±, apuntan algunos. En la empresa ¨Ccon toda la falta de transparencia que caracteriza a las tecnol¨®gicas- no especifican cuantos chismes han dejado esparcidos por la ciudad y amenazan con que llegar¨¢n a otras capitales espa?olas.

Atenci¨®n peatones. ?tense los machos porque la compa?¨ªa ya se quiso instalar aprovechando un vac¨ªo legal y una falta de regulaci¨®n expresa. La alcaldesa Manuela Carmena lo advirti¨®. Pero ellos siguieron con un ¨®rdago en plan chulesco. As¨ª es como act¨²an los profetas ataviados con mentalidad Silicon Valley: ley de la selva al canto. Mientras dure, dur¨®. Luego ya vendr¨¢n las restricciones.

Para empezar, deber¨ªan obligar a establecer lugares de aparcamiento. ?Tanto cuesta dejarlos en alg¨²n lugar fijo como ocurre con Bicimad? Luego, algo m¨¢s grave. En la ordenanza de movilidad se apunta que los patinetes pueden transitar por la acera a una velocidad adaptada al paso de las personas que no supere los 5 kil¨®metros por hora. Pero ya habr¨¢n comprobado que a los usuarios se la refanfinfla y pasan por delante de sus morros a tope con el acelerador y haciendo eslalon con los perros, los ni?os y los ancianos.

Corre usted el riesgo sistem¨¢tico de llevarse un trompazo si alguien no lo impide. Aunque claro, evitar la circulaci¨®n del patinete por donde cada uno de nosotros sol¨ªa caminar tranquilamente arruinar¨ªa el negocio, ?verdad? Pues el ayuntamiento tendr¨¢ que decidir a resultas de que nadie respeta las normas en ese sentido: las cuentas de Lime y compa?¨ªa o su pescuezo.

El futuro de la movilidad urbana, por Iv¨¢n Sixto

Los veh¨ªculos de movilidad personal (VMP) o patinetes el¨¦ctricos son el futuro de la movilidad urbana y contribuyen al desarrollo de una forma de moverse sostenible y eficiente en las ciudades del siglo XXI. Madrid tiene que modernizarse y reducir la congesti¨®n; por ello, no puede prohibir las alternativas de movilidad personal limpias. Como son el¨¦ctricos, no generan gases contaminantes, reducen la contaminaci¨®n y la incidencia de las enfermedades respiratorias y no contribuyen a emitir CO2, que provoca el cambio clim¨¢tico. Reducen adem¨¢s la contaminaci¨®n ac¨²stica porque no hacen ruido, a diferencia de todos los veh¨ªculos de motor.

Los patinetes particulares no suelen aparcar en la calle, ya que suelen ir con el usuario y subir a casa o a la oficina, as¨ª que casi no ocupan espacio urbano. Su uso es sencillo, no requieren de preparaci¨®n ni conocimientos espec¨ªficos, y los puede usar cualquier mayor de 16 a?os.

En zona contaminada urbana o con calor, los ¨®xidos de nitr¨®geno pueden hacer dif¨ªcil pedalear o hacer ejercicio: con los patinetes no es necesario hacer ejercicio f¨ªsico para desplazarse. No todo el mundo tiene capacidad f¨ªsica para moverse en trayectos urbanos. Tambi¨¦n evitan llegar inc¨®modo y sudado al trabajo. Los VMP se pliegan y se suben sin dificultad a cualquier sitio, y ocupan poco espacio. No requieren de infraestructuras urbanas espec¨ªficas: pueden circular por los carriles existentes, sean carril bici o por la calzada.

Contribuyen a calmar el tr¨¢fico urbano y a reducir la gravedad de los accidentes, ya que tienen menos masa y menos velocidad, as¨ª como a reducir los atascos y la congesti¨®n urbana. Adem¨¢s, favorecen el trasvase de usuarios del coche a otros modos de movilidad m¨¢s sostenible, y complementan al transporte p¨²blico, porque los puedes llevar en metro o en bus. Los patinetes el¨¦ctricos son econ¨®micos y accesibles a la mayor¨ªa de bolsillos: su precio es similar al de una bicicleta de gama media y se recargan por pocos c¨¦ntimos.

En cuanto a las quejas de que circulan por las aceras, hasta ahora no hab¨ªa regulaci¨®n, por lo que los patinetes estaban destinados a convivir con los peatones y se les multaba en la calzada. Con la nueva normativa, ir¨¢n por la calzada. La gran mayor¨ªa de usuarios no genera molestias y tiene precauci¨®n para no perjudicar a nadie, y no entorpecen m¨¢s el tr¨¢fico que una bici. Los VMP particulares nunca aparcan en la calle y no entorpecen a los peatones. Solo las empresas como Lime y otras de alquiler los dejan en las aceras.