Aqu¨ª mando yo
Peticiones masivas de traslado y bajas m¨¦dicas en el cuartel de la Guardia Civil de Las Rozas, en Madrid, tras la llegada de un autoritario capit¨¢n
El cuartel de la Guardia Civil de Las Rozas, el m¨¢s importante de la Comunidad de Madrid, pasa por uno de sus peores momentos. Una veintena de agentes se encuentra de baja y la mitad de la plantilla ha pedido el traslado. El ambiente que se respira en este puesto (con unos 150 guardias) ha cambiado en los ¨²ltimos meses, justo con la llegada del nuevo capit¨¢n adjunto a la compa?¨ªa de Majadahonda, Jos¨¦ Manuel N¨²?ez. Este oficial ha implantado una disciplina militar que ha chocado con otros mandos y con los agentes, adem¨¢s de tener enfrentamientos abiertos con las polic¨ªas locales de sus destinos.
La fama de N¨²?ez le precede, sobre todo, desde que estuvo al frente del puesto de Daganzo y despu¨¦s de la compa?¨ªa de El Escorial. En ambos lugares, su forma de actuar siempre ha sido ¡°muy autoritaria¡± y ha denigrado con frecuencia a sus subordinados. Estos se quejaron de que los patrullajes pasaran de siete horas y media a seis. En la pr¨¢ctica supone que los agentes trabajan seis d¨ªas a la semana en lugar de cinco, seg¨²n recuerdan dos asociaciones de la Guardia Civil. Eso supuso p¨¦rdida de tiempo libre y un mayor gasto en transporte para los afectados, con su? consiguiente enfado y malestar.
La llegada de este capit¨¢n a la compa?¨ªa de Majadahonda ¡ªque tambi¨¦n incluye Las Rozas, Boadilla del Monte, Villaviciosa de Od¨®n, Brunete y Villanueva de la Ca?ada¡ª se ha visto marcada por enfrentamientos con los guardias. A uno de los agentes de Las Rozas le reprendi¨® en p¨²blico por un simple descuido al tutearle durante una conversaci¨®n informal. Tambi¨¦n ha obligado a trabajar de madrugada haciendo identificaciones y cacheos a una guardia de m¨¢s de 50 a?os destinada a las oficinas del puesto, durante las fiestas patronales de la localidad de la zona noroeste de Madrid. Sus detractores le acusan adem¨¢s de ser especialmente duro con las mujeres.
¡°Se va a producir una desbandada de agentes como alguien no ponga fin a esta forma tan dictatorial de mandar. No basta llegar con el ordeno y mando. La Guardia Civil no es como hace 30 a?os cuando val¨ªa todo¡±, afirman algunos agentes del puesto. ¡°No se est¨¢ trabajando en seguridad ciudadana. Muchas noches solo sale un coche patrulla para todo Las Rozas (95.000 habitantes), lo que es pr¨¢cticamente nada al tratarse de un municipio con tanta extensi¨®n¡±, a?aden otros. La falta de personal es tal que a veces los guardias que est¨¢n en la oficina de atenci¨®n al ciudadano tienen que salir a patrullar. Regresan cuando un vecino acude al puesto a denunciar, tras ser avisado por el agente de puerta.
El enfrentamiento tambi¨¦n afecta a las polic¨ªas locales, a las que N¨²?ez ha intentado quitar parte del trabajo que realizaban hasta ahora. Los mandos de la Guardia Civil han llegado a plantear que los agentes municipales no citen a los acusados de hurtos para los juicios r¨¢pidos en los juzgados de Majadahonda. ¡°Al darse cuenta de que ten¨ªan que destinar varias patrullas para ese trabajo, sobre todo los fines de semana, cuando les falta m¨¢s personal, lo desestimaron¡±, recuerdan fuentes policiales.
En las fiestas de Las Rozas y Majadahonda, el capit¨¢n prohibi¨® de malos modos que los polic¨ªas municipales trabajaran de paisano, con el consiguiente enfrentamiento entre ambos cuerpos. El robo de tel¨¦fonos m¨®viles se multiplic¨® por cinco en solo una noche. Hubo colas para denunciar estos hurtos. El pinchadiscos tuvo incluso que parar en m¨¢s de una ocasi¨®n su actuaci¨®n por los altercados que se registraron. El jefe de la Polic¨ªa Local de Las Rozas, Manuel L¨®pez, remiti¨® sendos escritos de queja a la Delegaci¨®n del Gobierno y a la Comandancia de la Guardia Civil por esta actuaci¨®n.
Los mandos de la Guardia Civil niegan que se est¨¦ produciendo ese malestar entre el capit¨¢n, sus subordinados y las polic¨ªas locales. Aseguran que el n¨²mero de bajas en el puesto de Las Rozas no es tan alto ¡ªlas cifran en 11¡ª y que algunas se arrastran desde antes de la llegada de N¨²?ez. Mantienen que su trabajo ha consistido en reconducir ¡°algunas disfunciones¡± que se ven¨ªan produciendo en los ¨²ltimos a?os, entre ellos el patrullaje de paisano de la Polic¨ªa Local. ¡°Solo pueden hacerlo para control de espect¨¢culos, de botell¨®n y de consumo de drogas, y desde luego nunca para evitar el robo de tel¨¦fonos m¨®viles en unas fiestas patronales¡±, asegura el comandante jefe accidental de la compa?¨ªa de Majadahonda. ¡°N¨²?ez est¨¢ cumpliendo las directrices marcadas desde la Comandancia de Madrid¡±, concluye este mando, que reconoce que se est¨¢ estudiando c¨®mo aumentar el n¨²mero de agentes de servicio.
Este detenido es m¨ªo
El ¨²ltimo enfrentamiento fuerte entre la Guardia Civil y la Polic¨ªa Local de Las Rozas se vivi¨® el primer fin de semana de octubre, cuando los agentes municipales hab¨ªan detenido a un supuesto autor de un delito de violencia machista. Los guardias que estaban de servicio y que tambi¨¦n acudieron al lugar de los hechos exigieron llevarse al arrestado, pese a que ya lo hab¨ªan esposado los otros agentes. Argumentaron que hab¨ªan recibido una orden de sus superiores en ese sentido y que lo iban a trasladar a sus dependencias. Se inici¨® un rifirrafe entre ambos, con las correspondientes llamadas a sus respectivos mandos.
Seg¨²n algunos testigos, se vivieron momentos de tensi¨®n porque los polic¨ªas locales manten¨ªan que deb¨ªan realizar ellos el atestado en su sede y despu¨¦s pasar al detenido al puesto de la Guardia Civil. Los agentes del instituto armado se impusieron y se llevaron al supuesto autor.
Todos apuntan al capit¨¢n Jos¨¦ Manuel N¨²?ez en esta nueva forma de actuar. ¡°Este se cree que est¨¢ mandando a la Legi¨®n y trata a las personas como si fueran sus esclavos, en lugar de funcionarios con unos derechos¡±, afirman guardias de Las Rozas.
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