Vox se lanza a por los barrios del sur de Madrid
Antes de Vistalegre, el partido de extrema derecha llevaba tiempo recorriendo la capital y enviando mensajes en redes a moteros, polic¨ªas o antichavistas
Vox comenz¨® su andadura montando mesas informativas a las puertas de las iglesias de distritos pudientes madrile?os. Cinco a?os despu¨¦s, el partido de extrema derecha ha descubierto un nuevo territorio m¨¢s prometedor en el sur de la capital, seg¨²n sus dirigentes. Buscan convencer a votantes como Juan Manuel Fuentes, un montador de troqueles del distrito de Usera de 43 a?os que nunca ha votado, pero que dice sentirse motivado por primera vez: ¡°Los he visto en televisi¨®n y me he animado un poco¡±.
La estrategia comenz¨® un a?o y medio antes del multitudinario mitin de hace dos semanas en el pabell¨®n de deportes de Vistalegre, su mayor exhibici¨®n de fuerza. El partido hab¨ªa reforzado su presencia en distritos obreros como Usera, Carabanchel o Vallecas: congregaron peque?os m¨ªtines y reuniones en interiores o al aire libre, se unieron a manifestaciones de plataformas vecinales por la educaci¨®n o contra la suciedad y reclutaron voluntarios a los que les dieron la funci¨®n de "coordinadores de distrito".
"Es en el mundo del pol¨ªgono donde m¨¢s est¨¢ calando nuestro mensaje", dice la presidenta de Vox en Madrid, Roc¨ªo Monasterio. "El currito de todos los d¨ªas ve c¨®mo el discurso de Vox es coherente con su realidad¡±, a?ade.
El partido se ha convertido en una presencia com¨²n en plazas y calles transitadas de barrio, donde instalan tenderetes en los que recogen firmas y regalan globos verdes con su logo. Este fin de semana, en la plaza Juli¨¢n Mar¨ªas, en el coraz¨®n de Usera (cerca de 135.000 habitantes), despertaron el inter¨¦s de decenas de vecinos.
En una hora y media voluntarios de Vox recogieron 58 firmas pidiendo la dimisi¨®n de la concejal del distrito, Rommy Arce, de Ganemos, el sector anticapitalista del gobernante Ahora Madrid. La acusan de ser responsable de la ¡°falta de seguridad y limpieza¡±. Al menos un par de transe¨²ntes les increparon. ¡°Fuera de aqu¨ª¡±, grit¨® al pasar un hombre de mediana edad.
Una portavoz de Arce explica que Vox est¨¢ instrumentalizando demandas vecinales para generar violencia y racismo contra los muchos inmigrantes que se han instalado en Usera. Apuntan que la polic¨ªa indic¨® en el ¨²ltimo Consejo de Seguridad del distrito?que no se ha producido un repunte de la delincuencia.?
"La Espa?a de las comidas de obra"
Con esta nueva estrategia, el partido creado por antiguos dirigentes del Partido Popular sigue el mismo camino que otros grupos de extrema derecha europeos o que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que se han nutrido de voto obrero.
Como Vox, son acusados de sembrar el miedo sobre los inmigrantes y de expandir un discurso chovinista. En Espa?a algunas encuestas predicen que Vox se convertir¨¢ en el quinto partido estatal m¨¢s votado, superando por primera vez el 3% de voto, lo que ha suscitado preocupaci¨®n por la radicalizaci¨®n del electorado.
Los dirigentes de Vox rechazan la etiqueta de extrema derecha y alegan que son un partido que trasciende la divisi¨®n tradicional entre izquierda y derecha. Tambi¨¦n niegan que su obsesi¨®n contra los islamistas radicales equivalga a islamofobia.
Aunque en las elecciones generales de 2016 Vox apenas obtuvo votos en el sur de Madrid, el partido dice contar con evidencias del cambio. Seg¨²n sus datos, su n¨²mero de afiliados en la Comunidad se dobl¨® entre 2017 y septiembre de este a?o, pasando de 1.422 a 3.016. Aseguran que entre las zonas de m¨¢s crecimiento se encuentran los distritos de Arganzuela y Usera en la capital y ciudades del sur del extrarradio como Legan¨¦s o Getafe.
El bar¨®metro de septiembre del Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas (CIS), que da por primera vez una estimaci¨®n de voto para Vox (del 1,4%) es un reflejo de la diversidad de su nuevo electorado. De un total de 12 categor¨ªas socioecon¨®micas, los grupos que suponen m¨¢s peso dentro del electorado de Vox son los obreros, los empleados de oficinas y servicios y los t¨¦cnicos y grados medios.
¡°Nos hemos dado cuenta de que es m¨¢s f¨¢cil crecer entre las clases humildes que en el barrio de Salamanca", dicen fuentes de la direcci¨®n nacional, que indican abiertamente que van a por el voto natural de Podemos.
El partido de izquierdas cree que ese trasvase no se ha producido a¨²n, pero es consciente de la amenaza. ¡°Puede pasar, pero de momento no nos fustiguemos m¨¢s de lo necesario¡±, afirm¨® el l¨ªder regional de Podemos, ??igo Errej¨®n, tras el mitin de Villaverde, al que se estima acudieron m¨¢s de 9.000 simpatizantes de Vox. ¡°Lo que hab¨ªa el otro d¨ªa eran m¨¢s bien familias de ir a misa en Mercedes¡±.
A juzgar por el perfil de quienes se acercaban a la mesa informativa de Usera ser¨ªan el Partido Popular o Ciudadanos los partidos que m¨¢s tienen que temer. Muchos eran asalariados, aut¨®nomos o pensionistas defraudados con esos dos partidos de derecha. ¡°Vox son los ¨²nicos que realmente se preocupan por los espa?oles¡±, afirma Ruth Ugena, vecina de 43 a?os que ha votado toda su vida al PP.
El plan de expansi¨®n del partido se ha apuntalado con el nombramiento de 21 coordinadores de voluntarios en la ciudad de Madrid, uno en cada distrito, y otros 100 en las ciudades del extrarradio y pueblos de la regi¨®n, seg¨²n Monasterio.
La presidenta de la formaci¨®n dice que la estrategia de b¨²squeda de voto en los barrios va a ser reproducida en otras ciudades de Espa?a. ¡°Nos preocupa estar en la Espa?a real. Detectar los problemas de los barrios y hablar con las asociaciones de vecinos¡±, afirma. Monasterio es una arquitecta de 44 a?os criada en Alcobendas que dice estar en contacto frecuente con los trabajadores de las obras que dirige. ¡°Esa Espa?a que yo veo en mis comidas de obra es a la que la mayor¨ªa de pol¨ªticos no est¨¢ dando respuesta¡±.
Para llegar a las clases populares a Vox tambi¨¦n le es ¨²til su estrategia de redes. En Facebook o Instagram, Vox ha enviado mensajes a colectivos predispuestos a aceptar su mensaje. Son grupos tan diversos como moteros, polic¨ªas, aficionados a los toros o antichavistas venezolanos o cubanos.
Gracias a los servicios de publicidad de pago en estas redes, el partido llega a quienes m¨¢s les interesa. Facebook permite que el anunciante elija su p¨²blico objetivo en funci¨®n de edad, educaci¨®n, intereses o ubicaci¨®n. El anunciante puede elegir una calle en el mapa y un radio de entre uno y 80 kil¨®metros para que su publicidad aparezca en los muros de los usuarios de Facebook que viven en esa ¨¢rea.
Uno de los anuncios de v¨ªdeo pagados llamado ¡°T¨² eliges la Espa?a que quieres¡± abre con im¨¢genes de un salto masivo de inmigrantes africanos y la quema de una bandera espa?ola, acompa?adas del coro y tambores apocal¨ªpticos de Carmina Burana. A continuaci¨®n, da paso a una m¨²sica ¨¦pica con im¨¢genes de militares, guardias civiles, agricultores, cazadores o el torero sevillano Morante de la Puebla, simpatizante del partido.
Vox tiene un presupuesto peque?o y solo gasta en torno a 200 euros al mes en publicidad de redes, seg¨²n Manuel Mariscal, responsable de prensa. Por ello un recurso com¨²n consiste en compartir contenido con miembros de grupos de Facebook para que ellos mismos lo publiquen.
Por ejemplo, un v¨ªdeo en el que Morante de la Puebla brinda un toro al l¨ªder de Vox Santiago Abascal aparecer¨¢ en los principales grupos de aficionados taurinos de Espa?a. Mariscal destaca que Vox es m¨¢s popular que partidos grandes en las redes. En Instagram, una red popular entre los j¨®venes, tienen m¨¢s de 48.000 seguidores, por encima de PP (37.000) y PSOE (27.000), pero por debajo de Podemos (73.800) y Ciudadanos (52.700).?
El partido ha dado a conocer su marca gracias a la viralidad de algunos v¨ªdeos y fotos, afirma? Monasterio: ¡°No estamos en los medios de comunicaci¨®n convencionales, pero estamos en el WhatsApp de la gente¡±.
El cortejo tambi¨¦n ha sido presencial. Representantes de Vox han tocado en la puerta de esos colectivos considerados afines. Con frecuencia aparecen en manifestaciones de Jusapol, el sindicato de polic¨ªas y guardias civiles que reclama una equiparaci¨®n salarial con las polic¨ªas auton¨®micas. Tambi¨¦n se han unido a manifestaciones de grupos opositores venezolanos o asociaciones de vecinos.
En sus redes promueven reivindicaciones de terceros, como asociaciones vecinales, por ejemplo la acampada del pasado fin de semana por la construcci¨®n de un instituto en el barrio de Rejas (distrito de San Blas). ¡°No nos importa. Nosotros hablamos con todo el mundo. Aunque en este caso su postura no casa con la nuestra¡±, dice Camilo Jene, portavoz de la Federaci¨®n de Asociaciones de Padres de Alumnos de Madrid Giner de los R¨ªos, uno de los convocantes del acto.
En los barrios donde ha crecido la poblaci¨®n de extranjeros, el discurso de Vox est¨¢ resonando, seg¨²n sus dirigentes. ¡°Hay inmigrantes que nos apoyan porque ven a otros que no siguieron el camino legal y les adelantan¡±, dice Monasterio.
Pero, sobre todo, atraen a vecinos nacidos en Espa?a. ¡°En este barrio hay racismo contra los espa?oles¡±, dice ?ngel Matas, un pescadero de 26 a?os que vive en Usera y est¨¢ afiliado a Vox. Dice que ¨²ltimamente todo el mundo habla del partido, para bien o para mal: ¡°Est¨¢n en boca de todos¡±.
¡°Nadie abre las puertas de casa sin control¡±
Como pasa con Donald Trump en Estados Unidos, Vox tambi¨¦n atrae a extranjeros con derecho a voto, a pesar del discurso duro sobre inmigraci¨®n. Ezequiel Francis, afiliado de Vox de 54 a?os y residente en Vallecas, lleg¨® desde Cuba en los 90. Dice que en el partido le han acogido como uno m¨¢s. Vox defiende la deportaci¨®n de inmigrantes en situaci¨®n irregular y establecer cuotas que prioricen la llegada de extranjeros de naciones con lengua espa?ola. A Francis le molesta que otros lleguen salt¨¢ndose el procedimiento legal: ¡°Nadie abre las puertas de casa y deja que la gente entre sin control¡±, afirma. ¡°Noto en el barrio que amigos m¨ªos de Marruecos que vinieron con contrato de trabajo ven mal competir con cuatro personas que saltaron la verja¡±.
El partido corteja a algunas comunidades de inmigrantes como venezolanos o cubanos, dos grupos que consideran como potenciales votantes por su amarga experiencia bajo gobiernos de izquierda. Para ese fin, les ayuda que Roc¨ªo Monasterio, jefa del partido en Madrid, sea hija de un exiliado cubano. Dirigentes y simpatizantes de Vox se han sumado a marchas en Madrid convocadas por opositores venezolanos. Estos grupos no toman partido sobre pol¨ªtica espa?ola y dicen que ven con buenos ojos todo apoyo a su causa. Observan que hay venezolanos que simpatizan con Vox. ¡°Es natural esa afinidad. Sobre todo, los m¨¢s j¨®venes, que solo conocieron el chavismo¡±, dice Lester Toledo, l¨ªder opositor venezolano del partido Voluntad Popular.
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