El juez tumba la demanda de UGT contra el due?o de Sargadelos y achaca a la ¡°libertad de expresi¨®n¡± sus cr¨ªticas a una sindicalista
El fallo concluye que no se puede acreditar que Segismundo Garc¨ªa coaccionase a la plantilla para que renunciase en una asamblea a la hist¨®rica representante sindical, con la que est¨¢ enfrentado
"Olv¨ªdense ustedes de que los sindicatos, mientras yo tenga salud, manden en esta empresa. Se lo dije hace tiempo a las que son viejas y lo digo ahora, ah¨ª tienen los resultados. Y ya veremos si no cierra la empresa; conmigo no tensen la cuerda, se lo digo tambi¨¦n a las j¨®venes. Mientras yo est¨¦ en la empresa no se les ocurra tensar las cuerdas conmigo, pierden el tiempo. ?Les queda claro?". La grabaci¨®n que conten¨ªa estas palabras fue presentada por UGT en septiembre ante el juzgado de lo Social n¨²mero 2 de Lugo como prueba de las coacciones y la vulneraci¨®n de los derechos sindicales que ejerc¨ªa en Sargadelos su accionista mayoritario y consejero delegado, Segismundo Garc¨ªa. "Aqu¨ª quien manda soy yo", dec¨ªa la voz entre otras cosas. "Lo que s¨ª s¨¦ seguro es que Rogelia Mari?a no va a volver como delegada sindical. Ya lo puede decir el Papa, el juez (...) Si tiene que volver ella como delegada sindical, la empresa cierra, pero no va a volver".
Ahora, tras un acto de conciliaci¨®n fallido y un juicio, el juez sustituto, Fernando L¨®pez-Guiti¨¢n, ha determinado en su sentencia que la prueba no es v¨¢lida porque Segismundo Garc¨ªa no reconoci¨® la voz del audio como suya. Adem¨¢s, no se sabe tampoco qui¨¦n realiz¨® esa grabaci¨®n, por lo que, seg¨²n el juzgado de lo Social n¨²mero 2, no se puede confirmar su veracidad. Adem¨¢s, zanja el fallo fechado el pasado martes 30, los testigos "no reconocen las expresiones all¨ª vertidas". En consecuencia, para L¨®pez-Guiti¨¢n no consta "que hubiese coacci¨®n alguna por parte de la empresa" en los d¨ªas previos a la asamblea del 14 de septiembre en la que la plantilla, por 45 votos a favor frente a 11, aprob¨® revocar a Rogelia Mari?a como representante de los trabajadores, despu¨¦s de haberlo sido durante casi tres d¨¦cadas. La sentencia desestima las aspiraciones de UGT y de su delegada en la f¨¢brica, Rogelia Mari?a, que reclamaban una indemnizaci¨®n de 100.000 euros a la empresa y otros tantos a su due?o por vulneraci¨®n del derecho a la libertad sindical.
El fallo no alcanza a ver coacciones a la plantilla y achaca los c¨¢usticos comentarios del administrador ¨²nico en una asamblea celebrada anteriormente, el 17 de agosto, a la "libertad de expresi¨®n". De aquella asamblea s¨ª existi¨® registro por escrito, y en ella, a la vuelta de dos d¨ªas festivos en Cervo, donde se encuentra la f¨¢brica, Segismundo Garc¨ªa anunciaba por sorpresa 49 despidos inminentes. En su discurso de aquel d¨ªa clamaba contra las "presiones" y "amenazas" sindicales, mentaba en concreto a Rogelia Mari?a, y hac¨ªa comentarios como el siguiente: "He decidido prescindir de los nuevos empleados con efecto inmediato... Doce abandonar¨¢n hoy ya sus puestos. No queremos que nadie se sienta explotado". Tras la respuesta del juzgado de Lugo, UGT todav¨ªa puede presentar un recurso de s¨²plica ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. Si lo hace, en esta instancia coincidir¨¢n los dos pulsos judiciales que mantienen el sindicato y Segismundo Garc¨ªa.
El otro es relativo al despido de Mari?a en 2016. El juzgado de lo Social n¨²mero 3 de Lugo sentenciaba que su despido, tras oponerse a una ampliaci¨®n de la jornada generalizada y sin remuneraci¨®n, era nulo. La juez obligaba a Sargadelos a readmitirla en su puesto, pagarle los salarios no percibidos desde diciembre de 2016 e indemnizarla con 30.000 euros. De momento, seg¨²n su sindicato, el dinero ha sido depositado en los juzgados pero no ha cobrado nada de esto porque el fallo ha sido recurrido en el Superior, tanto por la empresa como por UGT, que reclama una indemnizaci¨®n de 70.000 euros.
En medio del conflicto, entre el d¨ªa del anuncio de los 49 despidos y la fecha en la que la plantilla prescindi¨® de los servicios de Rogelia Mari?a, empez¨® a circular por la planta de Cervo un papel en el que se recog¨ªan firmas para convocar esta asamblea de revocaci¨®n. UGT sospechaba que hab¨ªa sido redactado por la propia direcci¨®n, pero ante el juez algunos testigos lo atribuyeron a un grupo de empleados, y no a Segismundo Garc¨ªa. Representantes de CC OO en la empresa aseguraron adem¨¢s en el juzgado que ellos nunca vieron recortada su libertad sindical dentro de Sargadelos y que sin embargo era p¨²blica y notoria la tensi¨®n entre UGT y el accionista mayoritario.
Dos d¨ªas despu¨¦s de la fecha de la asamblea en la que supuestamente se hizo la grabaci¨®n puesta en duda por el juez, el 14 de septiembre, los trabajadores de la firma cer¨¢mica acabaron rechazando a Mari?a como su representante sindical. Las relaciones entre la empleada y el socio mayoritario de Sargadelos no eran buenas desde hac¨ªa tiempo. El enfrentamiento se manifest¨® abiertamente tras el ERE de 2013 que fue denunciado por el sindicato y anulado por el Supremo (y cuyas indemnizaciones todav¨ªa est¨¢ pagando la f¨¢brica); y luego cuando la empleada fue despedida en 2016 y Garc¨ªa se vio obligado a readmitirla en febrero de 2018.
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