¡°Los controladores somos los trabajadores m¨¢s odiados y con Madrid Central ser¨¢ peor¡±

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M¨¢s de 200 controladores de los aparcamientos regulados de Madrid son agredidos cada a?o

Preguntas y respuestas sobre el ¨¢rea de tr¨¢fico restringido Madrid Central

En la mayor¨ªa de los casos son leves, pero el caso de Juan fue m¨¢s all¨¢: le rompieron la nariz y ocho costillas y le causaron unas heridas por las que pas¨® diez meses de baja y precis¨® de ayuda psicol¨®gica. El pr¨®ximo martes arranca el juicio contra los agresores ¡ªles pide cinco a?os de c¨¢rcel¡ª y los controladores madrile?os se concentrar¨¢n a las puertas del juzgado para apoyar a su compa?ero y denunciar que se sienten desprotegidos por el Ayuntamiento y las empresas concesionarias.

La agresi¨®n a Juan ocurri¨® el 5 de septiembre de 2016. ¡°Por suerte, un chaval del barrio lo grab¨® todo desde por la ventana. Ah¨ª se ve que cada vez que intentaba levantarme me volv¨ªan a agredir¡±, explica junto a su moto, con la que ha vuelto a patrullar por Madrid. ¡°Los m¨¦dicos me dijeron que nunca hab¨ªan visto un tabique tan roto¡±, a?ade. ¡°Somos el colectivo m¨¢s odiado de Madrid. Y con Madrid Central ir¨¢ a peor, porque somos la cara visible de las multas¡±, pronostica.

Los sindicatos piden refuerzos de cara a la entrada en vigor de Madrid Central. Esther Hixienes, portavoz del sindicato UGT en el SER, ahonda en esta problem¨¢tica: ¡°La paliza a este compa?ero llama mucho la atenci¨®n, pero tenemos incidentes constantes. A una compa?era le tiraron un bote de pintura encima, a otra le echaron espray de pimienta en los ojos y le ha quedado una lesi¨®n permanente. Incluso a otra una persona la atropell¨® con su coche¡±, explica.

"Nos dicen ¡®zorra¡¯, ¡®puta¡¯, ¡®guarra¡¯, ¡®vete a fregar", dice una sindicalista

Amaya Amilibia, portavoz del sindicato CC OO en este colectivo, apunta adem¨¢s que hay un fuerte componente de machismo en las agresiones verbales: ¡°Un 77% de los controladores son mujeres. Y eso se nota en los insultos. Nos dicen ¡®zorra¡¯, ¡®puta¡¯, ¡®guarra¡¯, ¡®vete a fregar¡¯, ¡®vuelve a la cocina¡¯ y muchas cosas de ese estilo¡±. Amilibia coincide en que los trabajadores cada vez est¨¢n m¨¢s desprotegidos: ¡°Nuestra reivindicaci¨®n hist¨®rica es trabajar por parejas, porque as¨ª ser¨ªa m¨¢s dif¨ªcil agredirnos, pero vamos en la direcci¨®n contraria. A finales de 2013 arranc¨® una nueva concesi¨®n del servicio. Entonces ¨¦ramos unos 1.800 controladores para toda la ciudad, y ahora somos en torno a 1.000¡±, explica. El Ayuntamiento responde que el colectivo nunca super¨® los 1.200 empleados.

Seg¨²n los sindicatos, las empresas no exigen a los empleados poner un n¨²mero de multas, ¡°pero si pones pocas multas las empresas te dan un toque¡± Cada trabajador suele poner unas 20 multas al d¨ªa, por no poner tique, por pasarse de hora, por aparcar en carga y descarga...

Otra de las reivindicaciones sindicales es que el Ayuntamiento de la capital o el Ministerio del Interior los consideren autoridad durante su jornada laboral, lo que aumentar¨ªa las penas para quienes los agredan. ¡°Lo que no puede ser es que a una compa?era le dieran un pu?etazo en la cara y en el juicio el agresor solo haya sido condenado a pagar 150 euros¡±, dice Hixienes. Seg¨²n el art¨ªculo 550 del C¨®dio Penal, la agresi¨®n a la autoridad conlleva penas de prisi¨®n de uno a cuatro a?os.

Una portavoz municipal responde que el Consistorio ¡°no puede hacer agentes de la autoridad a los controladores del SER porque la normativa estatal solo permite que lo sean los funcionarios p¨²blicos¡±, mientras que estos trabajadores dependen de empresas privadas. ¡°Es una cuesti¨®n en la que se ha trabajado, pero existe ese impedimento legal¡±, a?ade la portavoz. ¡°El Ayuntamiento lamenta profundamente esta agresi¨®n y pide respeto para el trabajo de los controladores¡±, concluye. En 2017, el SER tuvo un coste para el Consistorio de 67 millones de euros y unos ingresos de 82 millones.

Mientras, ellos mismos se est¨¢n organizando. ¡°Tenemos grupos de WhatsApp y nos avisamos cada vez que hay un incidente, un usuario conflictivo... Pero esta es iniciativa de los propios trabajadores¡±, dice la portavoz de UGT. Adem¨¢s, tras la grave agresi¨®n a Juan, las empresas han desarrollado un bot¨®n de emergencia en la PDA con la que cuenta cada trabajador: si se pulsa, manda un mensaje que autom¨¢ticamente avisa del peligro a la central y a los compa?eros que est¨¦n por la zona.