Pongamos que leo sobre Madrid: 8 libros protagonizados por la capital
Un repaso a ocho t¨ªtulos en los que la ciudad no solo es el escenario de fondo sino tambi¨¦n personaje
Madrid, capital de la gloria o la derrota; de los claroscuros de hace un siglo, las miserias contempor¨¢neas o las (?improbables?) fantas¨ªas futuristas; de la guerra civil o de la librada cada d¨ªa por sus (invencibles) habitantes. Aqu¨ª ocho libros, editados en 2018, con la ciudad como tel¨®n o personaje.
Madrid, escenas y costumbres (Ed. Ulises), de Jos¨¦ Guti¨¦rrez-Solana. Como bien destacan los editores, el artista Guti¨¦rrez-Solana tambi¨¦n pintaba escribiendo. Publicado en dos series, en 1913 y 1918, por este volumen de indudable inter¨¦s hist¨®rico-literario desfilan como comparsas callejeras ¡°las putas, los truhanes, los ni?os desahuciados y toda la traper¨ªa de una ciudad sin redenci¨®n¡±. El Madrid en penumbra de principios del siglo XX, iluminado por el mismo farol que tratara antes de proyectar Larra sobre esas esquinas. Se trata de una edici¨®n limitada (que debiera ampliarse) con cap¨ªtulos llamados, por ejemplo, El desolladero, La adivinadora, El ciego de los romances... "En la Puerta del Sol vocean los mozos [de madrugada, por San Isidro]: ¡®?Al Santo, al Santo, por dos reales!...".
Los tiempos del odio (Bruna Husky 3) (Seix Barral), de Rosa Montero. Rosa Montero ha dedicado la nueva aventura de la ¡°detective replicante¡± Bruna Husky a ¡°todos los hombres que he amado en mi vida, incluso aquellos que no se lo merecieron. Y para todos los hombres que me han amado, incluso aquellos a quienes no merec¨ª¡±. Porque el coraz¨®n parece ser el ¨²nico tal¨®n de Aquiles de la protagonista de esta saga radicada en un Madrid (y un planeta) dist¨®pico, y protagonizada por una mujer que vendr¨ªa a ser una versi¨®n ¡°exagerada y bestia¡± de la autora. Ficci¨®n pol¨ªtica y polic¨ªaca; novela humana sobre un mundo cada vez m¨¢s desalmado.
El Rastro. Historia, teor¨ªa y pr¨¢ctica (Destino). Andr¨¦s Trapiello. ¡°Los rastreros desmontan los puestos (...) y el misterio desaparece de nuestra vista sin haberse dejado descubrir. Quiz¨¢ por esa raz¨®n solo se ha escrito un libro sobre el Rastro, hace ya cien a?os¡±. Es una grata noticia que el escritor Andr¨¦s Trapiello haya fijado ahora su agudeza visual sobre este legendario mercadillo que es tambi¨¦n, s¨ª, ¡°un barrio m¨¢s bien feo, de casas ramplonas y mal encaradas¡±... ¡°pero si en alg¨²n lugar del mundo la poes¨ªa tiene una gran autoridad es ah¨ª¡±. Un lugar, dice el autor, al que ¡°s¨®lo se va buscando lo que hemos perdido o nos han robado, normalmente en la infancia¡±.
Vida y tiempo de Manuel Aza?a (reedici¨®n de Taurus), de? Santos Juli¨¢. La historia del madrile?o Manuel Aza?a (1880-1940) es la de la Espa?a de principios del siglo XX, y es la historia de los a?os m¨¢s convulsos de una capital que contempl¨® en primera fila el ascenso y la ca¨ªda de demasiadas cosas en muy poco tiempo. El historiador Santos Juli¨¢, autoridad en la materia, se acerca a esta gigantesca figura a la luz de nueva documentaci¨®n in¨¦dita que ayuda a comprender con mayor rigor tanto su propia vida como la ¨¦poca que le toc¨® protagonizar, desde sus a?os de infancia y juventud hasta el exilio tras la ca¨ªda de la II Rep¨²blica espa?ola.
De Madrid a New York. Art¨ªculos, conferencias, cartas (Renacimiento), de Victoria Kent. De Madrid, de donde tantos hubieron de huir tras esa rep¨²blica que presidi¨® Aza?a, huy¨® tambi¨¦n la jurista y diputada Victoria Kent ¨Cque ostent¨® cargos republicanos y hab¨ªa sido la primera mujer en ingresar en el Colegio de Abogados de Madrid, en 1925¨C; muri¨® muy lejos y mucho despu¨¦s: en Nueva York, en 1987. Durante todo ese lapso escribi¨® todo lo que pudo defendiendo su ideario en defensa de los derechos de las mujeres y de los trabajadores. Este volumen recoge art¨ªculos, discursos y cartas donde se pueden escuchar desde su desolaci¨®n por los campos de concentraci¨®n en el inicio de la II Guerra Mundial hasta sus opiniones sobre la transici¨®n post-franquista.
Para morir iguales (Tusquets), de Rafael Reig. Rafael Reig no vivi¨® en un hospicio madrile?o en las postrimer¨ªas del franquismo, pero el desparpajo vitri¨®lico con que est¨¢ escrita esta novela podr¨ªa perfectamente disimularlo. Trasunto desviado de su autor, el protagonista, Pedro Ochoa, comparte con ¨¦l cierta convicci¨®n seg¨²n la cual el mundo se dividir¨ªa entre ¡°los atractivos¡±, que son los que mandan, y ¡°los invisibles y sin opini¨®n¡±. La ternura de la derrota prematura, el anhelo de los ni?os que miraban a los lejos las luces de la ciudad (prohibida y promisoria) que siempre fue Madrid. ¡°Ten¨ªa raz¨®n la Virgen: ¨¦ramos unos marranos y no pens¨¢bamos en otra cosa¡±. O sea, en salir a la vida.
Concepci¨®n Arenal. La caminante y su sombra (Taurus), de Anna Caball¨¦. La profesora y bi¨®grafa Anna Caball¨¦, cuyos trabajos (Umbral: el fr¨ªo de una vida) suelen desplegar tanto pulso narrativo como tenacidad por el dato, asevera en la introducci¨®n que el nombre de Concepci¨®n Arenal ¡°suena a todo el mundo¡± pero ¡°sigue oscurecida por la indiferencia general¡± (en Madrid llevan su nombre una calle, un colegio, centros de distintas ramas...; muy pocos sabr¨ªan decir qui¨¦n fue). Sin embargo, es para Caball¨¦ (¡°espero poder demostrarlo¡±) ¡°la pensadora m¨¢s interesante del siglo XIX¡±, hombres incluidos. ¡°Las ideas que se dejan caer en el oc¨¦ano de la sociedad espa?ola pueden llamarse perdidas¡±, escribi¨® Arenal, ¡°pero tal vez un d¨ªa elevar¨¢n su nivel y obreros menos infortunados que nosotros edificar¨¢n sobre ellas¡±.
Feliz final (Seix Barral), de Isaac Rosa. Aun en los territorios de la ficci¨®n, el escritor y periodista Isaac Rosa no pierde de vista la realidad social circundante. Su nuevo libro es una exploraci¨®n del amor en los tiempos de la precariedad, de la oscura ¨¦pica cotidiana de esas parejas que sue?an con algo m¨¢s que llegar vivos a fin de mes en la gran ciudad... Y tambi¨¦n, claro, con huir de ella puntualmente: ¡°Era yo el que por la noche te abrazaba y te susurraba que estaba deseando que nos fu¨¦semos de una puta vez de esta ciudad y acab¨¢semos con esta inercia de supervivientes¡±. Tener un huerto, por ejemplo, en alguna parte, que permita ¡°vivir con menos, con mucho menos¡±... (Madrid, lugar de todas las salidas, puede a veces no permitir ninguna).
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