Este a?o pido una ciudad para vivir dentro
Porque la ciudad es una m¨¢quina para vivir, no una chatarra con la que hacer billetes
Al a?o que empieza le pido una ciudad. Una ciudad de verdad, una ciudad de las de vivir dentro, una ciudad en la que ser feliz o desgraciado, pero al menos poder ser. Al a?o que empieza le pido olvidar esta sensaci¨®n de caminar sobre una enorme y suculenta tarta donde muchos solo piensan en trincar su enorme y suculenta parte. Porque la ciudad es una m¨¢quina para vivir, no una chatarra con la que hacer billetes.
Las ciudades siempre han tenido mercado pero a trav¨¦s del tiempo el mercado se ha desbordado de su espacio natural y no solo ha ocupado todo el espacio f¨ªsico de las ciudades mercantilizadas (hasta las aceras donde colocan patinetes para que no quede un solo hueco al que no sacar rentabilidad) sino tambi¨¦n el espacio metaf¨ªsico de la econom¨ªa financiera, m¨¢s parecida a la escol¨¢stica que a las patatas. El dinero se est¨¢ comiendo a la ciudad y al mundo.
Si el que Madrid sea una ciudad global quiere decir que se convierta en un lugar propicio al chollete inmobiliario, a la venta con rebajas de suelo p¨²blico a los bancos, a la avalancha tur¨ªstica, a la ansiedad econ¨®mica de los sagaces, a los emprendedores m¨¢s competitivos que quieren marcar la diferencia, al capital internacional a chorro, a la imparable met¨¢stasis de las franquicias cl¨®nicas y los supermercados insomnes y al eterno retorno de lo mismo en una vida cretina envuelta en bl¨ªster, entonces yo prefiero que Madrid sea una ciudad local, que sea casi un pueblo.
Al a?o nuevo le pido una ciudad donde haya m¨¢s fuentes para beber, m¨¢s sombra para descansar, y m¨¢s bancos p¨²blicos, y menos soledad, y menos desigualdad, y m¨¢s perros simp¨¢ticos y pajarracos, y menos gente sin hogar durmiendo en cajas de cart¨®n en plazas centenarias, y plazas m¨¢s blandas y m¨¢s verdes donde se pueda pasar la vida sin que te planten encima una promoci¨®n empresarial, y menos malos humos. Que la gente que trabaja no viva en el transporte p¨²blico y que a¨²n pueda uno comerse un pincho de tortilla.
Una ciudad donde no llegue ese odio que quiere reconquistar la piel de toro, una urbe con m¨¢s ¨¦xtasis (m¨ªstico) y menos hero¨ªna. Una ciudad que no solo ponga alfombra roja a los que vienen con la cartera llena. Una ciudad donde sea feliz una familia y no solo uno muy listo que sabe ver todas las oportunidades de negocio. Una ciudad m¨¢s femenina y menos bestia, m¨¢s encendida que emprendedora, m¨¢s suave y sabrosa que plusmarquista. Una ciudad que duerma la siesta. Una ciudad que no est¨¦ sobrevolada por vampiros, una ciudad liberada de aquellos que venden a los buitres la ciudad como si fuera carro?a y no un tesoro. Al a?o que empieza la pido una ciudad, una ciudad de las de vivir dentro, y no un escombro fluorescente.
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