Casado se examina en Madrid
Para optar a llegar a La Moncloa, el l¨ªder nacional del PP tiene que mantener su control del partido en la regi¨®n, que le aup¨® por sorpresa en las primarias internas y siempre ha sido el contrapeso natural de la direcci¨®n nacional
¡°No pienso dejar la presidencia del PP de Madrid. ?Pero esto qu¨¦ es? Tengo ilusi¨®n por ser alcaldesa, pero nadie me hace el programa y la lista (¡) No soy un monigote¡±. Esa frase de Esperanza Aguirre protestando contra el equipo de Mariano Rajoy en 2015 resume por qu¨¦ Pablo Casado se lo juega todo con la elecci¨®n de los candidatos para el Ayuntamiento y la Comunidad en los comicios de mayo. El PP regional siempre ha actuado como contrapeso interno del nacional. Madrid es la tercera regi¨®n de Espa?a que m¨¢s diputados reparte en las elecciones generales, por lo que su control es fundamental para lograr la presidencia del Gobierno. Y aqu¨ª encontr¨® Casado el trampol¨ªn para imponerse en las primarias que su partido celebr¨® hace seis meses: mantener la sinton¨ªa con el PP de Madrid, acertando con los candidatos, es fundamental para su proyecto. Y algo m¨¢s: marcar¨¢ las posibilidades que tenga de llegar a la Moncloa.
¡°Pablo fue el presidente de las Nuevas Generaciones en Madrid¡±, recuerda un alto cargo madrile?o para explicar las viejas ra¨ªces del l¨ªder en la Comunidad de Madrid, y el apoyo que logr¨® en las elecciones internas que su formaci¨®n celebr¨® el pasado verano para decidir al sustituto de Rajoy. ¡°En la cena de Navidad de este a?o salud¨® uno por uno a los 900 asistentes, y conoc¨ªa el nombre de casi todos. Es querido y respetado¡±, a?ade sobre c¨®mo ha estrechado relaciones con cargos intermedios y de base pura. ¡°El PP regional est¨¢ en plena sinton¨ªa con ¨¦l¡±.
No es un dato menor. Tras a?os actuando como oposici¨®n interna al liderazgo nacional de Rajoy, el PP de Madrid ha vivido esta legislatura partido entre los aguirristas, los cifuentistas y una exigua minor¨ªa de independientes. Todos se vieron sacudidos por el terremoto que supuso la dimisi¨®n de Cristina Cifuentes, asediada por la pol¨¦mica del caso m¨¢ster tras enarbolar las banderas de la regeneraci¨®n y la transparencia. Un golpe mortal para un partido marcado a fuego por el goteo incesante de casos de corrupci¨®n relacionados con los pol¨ªticos implicados en los casos P¨²nica, G¨¹rtel o Lezo. Y una oportunidad para un pol¨ªtico atrevido: en mitad de la depresi¨®n interna, la candidatura de Casado sirvi¨® como un ansiol¨ªtico inesperado que en Madrid recogi¨® inmediatamente el apoyo de los liberales de Aguirre; convenci¨® a un grupo importante de los pragm¨¢ticos de Cifuentes; y consigui¨® crear una corriente nueva para agrupar a los contrarios a Mar¨ªa Dolores de Cospedal y a Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa. Desde entonces, los casadistas madrile?os trabajan para convertir a la regi¨®n en la punta de lanza de las propuestas, los modos y las estrategias comunicativas del nuevo presidente nacional.
Ese grupo, nutrido principalmente por los j¨®venes del partido que hab¨ªan compartido con Casado los a?os en las nuevas generaciones regionales, tiene capitanes claros: Antonio Gonz¨¢lez Terol, vicesecretario de pol¨ªticas sociales, diputado nacional, alcalde de Boadilla del Monte y el hombre que afili¨® a Casado al PP; Isabel Garc¨ªa Ayuso, portavoz popular y exdiputada auton¨®mica; o Ana Camins, diputada regional, vicesecretaria de acci¨®n sectorial y secretaria de familia del PP, que fuera la mano derecha de Casado en las juventudes de la formaci¨®n conservadora.
Campa?a personal
Junto a Alfonso Serrano, esos ser¨¢n algunos de los nombres clave del PP para los comicios de mayo. Quedan apenas cuatro meses para esas elecciones, en las que el PP se juega perder el gobierno regional por primera vez en casi un cuarto de siglo. El partido llegar¨¢ a la cita sin apenas tiempo para dar a conocer a su candidato. Y sin el viento de cola con el que cont¨® en 2015 por ocupar el Gobierno de Espa?a. Casado asumir¨¢ toda la responsabilidad. Nadie en la formaci¨®n consevadora duda de que el verdadero cartel electoral en Madrid ser¨¢ el de su l¨ªder nacional, que se multiplicar¨¢ de mitin en mitin durante las elecciones auton¨®micas y municipales de mayo.
?La raz¨®n? El futuro de Casado depende de que el PP triunfe en Madrid y de que cimente su sinton¨ªa con una de las organizaciones territoriales m¨¢s potentes que tiene su partido. Tambi¨¦n, de mantener el Gobierno auton¨®mico m¨¢s importante que conserva el PP para que sirva de escaparate de sus propuestas program¨¢ticas antes de las pr¨®ximas elecciones generales. Y, sobre todo, de que el nuevo bar¨®n popular de Madrid no matice ni puntualice su discurso, estableciendo un perfil propio que resulte divisivo en el partido: solo Rajoy sabe lo dif¨ªcil que fue convivir con la oposici¨®n interna de Aguirre ¡ªque casi le cost¨® la presidencia del partido en el Congreso de Valencia de 2008¡ª y con la alargada sombra del liderazgo alternativo de Cristina Cifuentes.?
La doble excepci¨®n del PP
El PP ser¨¢ el ¨²nico de los partidos madrile?os que elija a sus dos candidatos por designaci¨®n de su presidente, y sin pasar por primarias. Esa votaci¨®n interna se celebra tanto en el caso del PSOE, como en el de Podemos, Ciudadanos y Vox.
Por ese procedimiento han sido seleccionados ?ngel Gabilondo (PSOE) e ??igo Errej¨®n (Podemos) para las candidaturas auton¨®micas. Ignacio Aguado, el favorito para representar a Ciudadanos en la Asamblea, tambi¨¦n se someter¨¢ a una votaci¨®n interna, como su rival, Juan Carlos Bermejo.
A escala municipal, Manuela Carmena (M¨¢s Madrid) ha avanzado que organizar¨¢ unas participadarias para validar su lista, sin especificar el m¨¦todo, que probablemente no afectar¨ªa a su condici¨®n de n¨²mero uno. Bego?a Villac¨ªs (Ciudadanos) y el candidato socialista pasar¨¢n por primarias.
No es ese el caso del PP, donde Casado s¨ª fue elegido como presidente nacional en una votaci¨®n en doble vuelta ¡ªprimero los afiliados, y luego los compromisarios¡ª. Es la otra excepci¨®n popular: las bases eligen indirectamente al l¨ªder, pero no al candidato.
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