La lealtad de los astros

Naci¨® en la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo hace 30 a?os y lleg¨® con diez a Alcorc¨®n. Siendo un ni?o, ve¨ªa v¨ªdeos de Mohamed Al¨ª porque le inspiraban. So?aba con convertirse en ¨¦l y entrenaba duro, a escondidas, pagando el gimnasio con lo que se sacaba de peque?os hurtos. Quer¨ªa aprender a pelear para defender a su madre de las agresiones que sufr¨ªa a manos de la que, por aquel entonces, era su pareja.

Luego eso se acab¨®. El maltratador desapareci¨® de sus vidas y ¨¦l entendi¨® que el boxeo era otra cosa: esfuerzo, disciplina y la v¨ªa para canalizar su rabia y desahogarse. "La violencia est¨¢ en la calle o en las gradas de los estadios de f¨²tbol, en un gimnasio, no. Aqu¨ª, nadie es m¨¢s que nadie, somos como una gran familia que se ayuda y el que m¨¢s sabe colabora con el que menos sabe", comenta.

Desde que, en 2004, Nayanesh comenzara a practicar deportes de contacto (tambi¨¦n hace muay thai, kick boxing y k1), han sucedido muchas cosas. Al principio, peleaba en Espa?a, con acierto, pero por poco dinero. Hasta que un d¨ªa, tras verle sobre el ring, le invitaron a participar en un evento en China. A partir de ese momento, todo cambi¨® para ¨¦l: Gan¨® en el Kunlun Fight, el torneo m¨¢s prestigioso de Asia y uno de los m¨¢s importantes del mundo y eso le convirti¨® en alguien famoso, en su ¨¢mbito, en el pa¨ªs oriental. Tanto es as¨ª que tiene un club de fans compuesto por alrededor de 40.000 miembros que le apoyan.

Su ¨¦xito le ha permitido vivir de su pasi¨®n y tener m¨¢s relevancia en Espa?a, donde tambi¨¦n cuenta con cerca de 15.000 seguidores. Le va bien y pod¨ªa haberse ido del barrio, pero sinti¨® que deb¨ªa contribuir a transformarlo, de modo que hace un a?o puso en marcha, junto a varios socios, un gimnasio. "Quiero compartir mis conocimientos con la gente de Alcorc¨®n. Hay mucha juventud que no sabe qu¨¦ hacer con su vida y hay que darles una oportunidad de centrarse, de dejar las calles. Yo no busco campeones sino transmitir conocimientos y que lo vean como un modo de vida. Luego , a quien quiera competir, yo le ayudar¨¦ para que lo haga".

Nayanesh lo dice en serio. A su local van adolescentes como Melanie, a quienes se exige que aprueben en el instituto, de lo contrario, se quedan fuera. Es una forma de motivarles que est¨¢ surtiendo efecto. Ella ha dejado de suspender asignaturas y ¨¦l, por su parte, ha recibido varias llamadas del profesorado para felicitarle por la labor que est¨¢ haciendo.

Pero hay m¨¢s. Cada s¨¢bado al mediod¨ªa hay clases clases gratuitas de muay thai y jiu-jitsu brasile?o en su gimnasio, bajo el lema ¡°mujer, defi¨¦ndete t¨²¡±. El deportista recuerda qui¨¦n es, d¨®nde est¨¢ y cu¨¢l ha sido su historia y la de su madre y trabaja para que no tenga que repetirla nadie.