El s¨ª de ERC al tranv¨ªa allana el camino a un futuro pacto con Colau

El s¨ª de ERC para desencallar la uni¨®n de los tranv¨ªas de Barcelona por la Diagonal marc¨® ayer un punto de inflexi¨®n en el Ayuntamiento de Barcelona. El mismo partido que en marzo pasado hab¨ªa enterrado una de las principales promesas electorales de la alcaldesa Ada Colau, permiti¨® ayer que resucitara. De la oposici¨®n tosca, los republicanos han pasado a un tono m¨¢s conciliador. Aunque, como siempre se ha hecho en pol¨ªtica, ERC puso condiciones, exigiendo concreci¨®n a cambio del s¨ª al tranv¨ªa. Mirando a corto plazo, el acuerdo de ayer allana el camino a un futuro pacto estable entre republicanos y comunes.

Hasta Colau reconoci¨® al concejal de ERC Jordi Coronas su tono ¡°cr¨ªtico pero constructivo¡± al hablar de seguridad. El cambio de actitud de los republicanos es tan visible que hasta los otros partidos lo ven clar¨ªsimo. ¡°[El alcaldable] Ernest Maragall ha venido a dar aire y a preparar un pacto con los comunes el mandato que viene¡±, dijo la concejal del PDeCAT Francina Vila tras la votaci¨®n del tranv¨ªa. ¡°Est¨¢ cantado¡±, remachaba otro concejal del partido. ¡°Se tiran flores¡±, se?alaba un socialista.

Fuentes del gobierno de Colau admiten que ERC es el partido preferido cuando se valora el escenario poselectoral. Desde la posici¨®n que otorga encabezar las encuestas, el candidato de los republicanos ha se?alado que en vistas a acuerdos que su prioridad son las fuerzas independentistas y progresistas: PDeCAT y BCom¨². Del PSC Maragall no quiere ni o¨ªr hablar: les reprocha su actitud durante el proc¨¦s. En el PSC tampoco contemplan a los republicanos como socios: ¡°A los indepes, ni agua¡±, avisan.

Maragall quiso ayer marcar perfil ante Colau y adem¨¢s de presumir de haber permitido dar luz verde al tranv¨ªa, avis¨® de que su intervenci¨®n hab¨ªa permitido ¡°rectificar el rumbo¡±. ¡°Se ha pasado de un planteamiento escaso y electoralista a otro ambicioso, global y de corresponsabilidad metropolitana con debate real de aspectos econ¨®micos e inter¨¦s general¡±, dijo.

El de ayer fue un pleno con claro tono preelectoral. Antes del pleno ordinario donde se aprob¨® iniciar los tr¨¢mites del tranv¨ªa, se celebr¨® el debate anual sobre el estado de la ciudad. Fue el mismo pim pam pum de cada a?o. Colau repas¨® su mandato con decenas de datos y presumiendo de haber aprobado medidas ¡°estructurales y no asistenciales¡± y haber alcanzado ¡°acuerdos hist¨®ricos¡± como el plan del Bar?a o la licencia de la Sagrada Familia.

La oposici¨®n, a su turno, acus¨® a la alcaldesa de hacer un balance triunfalista y de ¡°centrifugar¡± culpas en las cuestiones que argumenta que no ha conseguido porque no son de su competencia. Fue especialmente agrio el debate entre el n¨²mero dos de Colau, Gerardo Pisarello, y el l¨ªder del PSC en el Ayuntamiento, Jaume Collboni.

Muy molesto por el veto de los comunes en el Congreso a alargar el plazo de los alquileres, Collboni fue muy cr¨ªtico con la gesti¨®n de la alcaldesa y le reproch¨® una vez m¨¢s que el a?o pasado rompiera el pacto de gobierno ¡ªtras el apoyo del PSOE al 155¡ª para ¡°pactar con los independentistas¡±. Colau defendi¨® que ¡°si alguien ha defendido el derecho a la vivienda han sido las entidades y no un decreto que es una estafa y que no cede a las presiones de las empresas inmobiliarias¡±.