¡®Chinito de Amol¡¯
La pr¨¢ctica del 'yellowface', extendida todav¨ªa en nuestra cultura, busca representar a las personas asi¨¢ticas de manera caricaturesca y las convierte en objetos de burla y demonizaci¨®n constantes
En uno de los sketches antiguos de Cruz y Raya, Jos¨¦ Mota interpreta al Doctor Han Xiao Rodrig¨¢?ez. En el sketch, el Doctor Han Xiao Rodrig¨¢?ez es entrevistado en su cl¨ªnica de acupuntura, Tian Ti Mao.
¡ª Buenas tardes, doctor. ?Son todos ustedes orientales, no? ?No es as¨ª, doctor?
¡ª?Bueno, no exactamente, yo soy de Alcafr¨¢n, con unos esparadrapos en los ojos haci¨¦ndome pasar por Chino.
Con pocas palabras y en un sketch de menos de tres minutos, Jos¨¦ Mota logr¨® exponer con brillantez una de las problem¨¢ticas que hab¨ªa y se sigue dando en nuestra cultura y en los medios: la ausencia de referentes racializados y la pr¨¢ctica discriminatoria del yellowfacing. El yellowface es una pr¨¢ctica de maquillaje teatral utilizado por actores y actrices no racializados para caricaturizar a personas este-asi¨¢ticas desde la imitaci¨®n de sus rasgos f¨ªsicos, apropi¨¢ndose de estos, exagerando y distorsionando sus comportamientos de forma estereotipada.
Este recurso se utiliz¨® en abundancia en Hollywood y en pel¨ªculas como la saga de Fu-Manch¨², un famoso villano chino creado por Sax Rohmer, durante la ¨¦poca en la que se estaba extendiendo un antisentimiento y miedo en Norteam¨¦rica hacia los asi¨¢ticos del este, conocido como el Yellow Peril o el Peligro Amarillo.
El recurso del yellowface en Hollywood no se utiliz¨® ¨²nicamente para despertar un sentimiento antiasi¨¢tico, sino se utiliz¨® tambi¨¦n para ridiculizarnos
El Peligro Amarillo fue una propaganda antiasi¨¢tica que naci¨® a finales del siglo XIX del miedo a que los asi¨¢ticos fueran a "tomar el control", "invadir" o '"asiatificar los Estados Unidos". Fu-Manch¨² fue un personaje que cumpl¨ªa todos los estereotipos distorsionados de lo que era, seg¨²n el Occidente, un asi¨¢tico. Era un villano exotificado, inteligente, que, desde m¨¦todos arcanos, utilizaba su inteligencia para atacar a los personajes principales. Adem¨¢s de la problem¨¢tica del Peligro Amarillo, el rol de Fu-Manch¨² a lo largo de la saga fue interpretado principalmente por personas no racializadas haciendo yellowface, como Christopher Lee en The Face of Fu Manchu, Henry Brandon en Los tambores de Fu Manch¨² y Nicolas Cage en Grindhouse.
El recurso del yellowface en Hollywood no se utiliz¨® ¨²nicamente para despertar un sentimiento antiasi¨¢tico, sino se utiliz¨® tambi¨¦n para ridiculizarnos. Uno de los ejemplos m¨¢s claros es I.Y. Yunioshi, el casero japon¨¦s de Audrey Hepburn en la pel¨ªcula Desayuno con Diamantes, 1961, y c¨®mo no, fue interpretado por Mickey Rooney, de nuevo haciendo yellowface. A¨²n as¨ª, el estudio ha reconocido que este personaje ha sido una caricaturizaci¨®n t¨®xica de un japon¨¦s. En el otro lado del espectro, tambi¨¦n hubo estereotipos m¨¢s sutiles, como la caricaturizaci¨®n de los asi¨¢ticos como personas subversivas y sexualmente promiscuas de personajes mujeres asi¨¢ticas.
Lo ir¨®nico es que haya habido actrices que hayan sido galardonadas en los ?scar a pesar de haber hecho yellowfacing, como fue el caso de Linda Hunt en 1982, quien ganar¨ªa una estatuilla en su papel como Billy Kwan en The Year of Living Dangerously, o Aline Macmahon nominada a un ?scar en Dragon Seed, en 1944.
El yellowface en Espa?a tambi¨¦n parte de un lugar parecido, sea por motivos meramente c¨®micos, como hicieron en el programa Los Payasos de la Tele y la interpretaci¨®n de Chinito de Amol, o para fomentar un sentimiento antichino como el programa especial de nochevieja de la televisi¨®n p¨²blica en 2018 en TVE, que, incluso, me atrever¨ªa a compararlo con el Yellow Peril.
El yellowface nos pinta como una comunidad homog¨¦nea, unidimensional, reduci¨¦ndonos a todos en un estereotipo y una imagen conflictiva
Recordemos la Operaci¨®n Drag¨®n, la redada en Cobo Calleja, cuando los manifestantes en el Pol¨ªgono Industrial del Carr¨²s atacaron y quemaron una nave industrial de calzado chino en contra de los almacenistas y empresarios asi¨¢ticos, acompa?ado de los gritos e insultos como Chinos de mierda, Chinos fuera o Iros a vuestro pa¨ªs. Que los medios fomenten este tipo de sentimiento antichino es peligroso, y el uso del yellowface va arraigado hist¨®ricamente al Peligro Amarillo.
Adem¨¢s de esto, el yellowface nos pinta como una comunidad homog¨¦nea, unidimensional, reduci¨¦ndonos a todos en un estereotipo y una imagen conflictiva. Fomenta el etnocentrismo, aquellos tiempos en los que las preferencias, las tradiciones y los morales de las personas no racializadas eran la ¨²nica cosa que importaba en la sociedad occidental y era celebrado y reconocido, alej¨¢ndose de la representaci¨®n realista y aut¨¦ntica de las personas racializadas.
Nuestras historias no importaban a menos que se pudieran utilizar para el humor o la ridiculzaci¨®n. Nos recuerda a un tiempo en el que los actores y actrices racializados no pod¨ªan conseguir puestos de trabajo por el mero hecho de ser personas racializadas, aunque ese papel fuera la de interpretar a una persona racializada. En un art¨ªculo para Teen Vogue, Jenn Fang dijo al respecto: "Es el culmen del privilegio blanco cuando las personas no racializadas est¨¢n mejor equipadas para interpretar a un personaje asi¨¢tico que una persona asi¨¢tica".
El vernos representados de manera caricaturesca, repetidamente, se convierte en una experiencia deshumanizante. Porque nos cuentan una y otra vez que no tenemos control sobre c¨®mo aparecemos representados en p¨²blico, que los asi¨¢ticos somos objetos de burla y demonizados constantemente.
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